La herencia envenenada de Bartomeu: Messi, renovaciones, club en quiebra…
La renovación de Leo Messi, hacer frente a otras ampliaciones de contrato o la negociación de rebajas salariales son algunos de los problemas que deja Josep María Bartomeu tras su dimisión
Josep María Bartomeu y su Junta Directiva han dimitido como presidente del Barcelona y deja un legado incierto al club, comenzando por la toma de control por parte de la Comisión Gestora, pasando por las próximas elecciones hasta las renovaciones de contratos que realizó hace unas semanas.
Cronológicamente, el primer problema que deja Josep María Bartomeu es la toma de control de una Gestora del Barcelona. Esta Comisión no podrá tomar decisiones y tendrá que convocar elecciones en un plazo que va desde los 40 días hasta los tres meses como máximo. Esto implicaría que si se celebrasen en el primer mes de 2021, la nueva directiva tendría muy poco margen de maniobra para acudir al mercado de invierno.
Otra de las duras tareas que tendrá que hacer frente la nueva directiva es la de las renovaciones de futbolistas que se llevaron a cabo hace unos días para adecuar el salario a los tiempos de Covid. Entre ellos está Gerard Piqué, que acabaría su relación contractual con el club azulgrana cuando tuviera 37 años, una edad a la que muy pocos llegan rindiendo al más alto nivel en un equipo de tanta exigencia como es el Barcelona. Además, también entraría en juego la mesa de negociación de la rebaja salarial con la plantilla para ajustar las cuentas con la crisis económica generada por el coronavirus.
Otro de los culebrones que ha ‘matado’ a Bartomeu fue el de Leo Messi. El argentino se quiso ir y el ya ex presidente del Barcelona le cerró la puerta incumpliendo sus promesas. La nueva Junta Directiva del club tendrá que sentarse con el delantero para negociar una renovación o aceptar la decisión del rosarino de abandonar la entidad catalana.
Estos son algunos de los problemas que deja Josep María Bartomeu tras presentar su dimisión. La fractura social generada entre los aficionados del Barcelona o el vestuario roto que ha dejado en esta renovación a medias que intentó en verano con salidas como la de Luis Suárez o Arturo Vidal, a los que prácticamente regaló a rivales directos como son Atlético de Madrid o Inter de Milán, al que podrían enfrentarse en la Champions League.