Champions League: Manchester City-Feyenoord

Guardiola se autolesiona la cara tras el último ridículo del City

Los arañazos del catalán que reflejan su desesperación con la mala dinámica de su equipo

El campeón de la Premier League lleva cinco derrotas y un empate en los últimos seis partidos

Guardiola toca fondo con el Manchester City: el Feyenoord le remonta un 3-0 en Champions

Guardiola
Pep Guardiola y la celebración del Feyenoord en el Etihad.
Kike Sáez

Pep Guardiola acabó desesperado con el sexto pinchazo consecutivo del Manchester City, este en Champions League y en forma de empate contra un equipo de talla menor como el Feyenoord, que empató un 3-0 en el Etihad en apenas 14 minutos. Esta remontada de los holandeses acabó con el entrenador español, recién renovado con el campeón de Inglaterra, rasgándose la cara y la cabeza con sus uñas.

Aunque el arañazo más llamativo en su nariz ya lo tenía desde antes del partido, Guardiola acabó con la parte inferior de la cabeza totalmente magullada y llena de rayas rojas. Luego, aclaró ante los medios de comunicación que se había autolesionado tras acabar el encuentro en su estadio, por lo que la bronca en el vestuario tuvo que ser de época.

«Me lo he hecho con los dedos, con las uñas. Quería hacerme daño», explicó Guardiola con una sonrisa inquietante en su cara antes de abandonar corriendo la sala de prensa del Etihad. Y es que el catalán está viviendo sus momentos más complicados con el City desde que cogió al conjunto de la Premier League en 2017 y ya se están volviendo habituales este tipo de cosas que tanto llaman la atención.

El City de Guardiola se tambalea

Ya ni con un 3-0 pueden estar tranquilos en Mánchester. Esta frase, que hasta hace unas semanas siempre se hubiera atribuido al United, ha cruzado ahora de acera en la ciudad inglesa y apunta directamente a un City que dominaba plácidamente al Feyenoord y que regaló el empate en el último cuarto de hora.

Por increíble que parezca, el City no sólo no ganó el partido más sencillo para salir de su crisis de cinco derrotas seguidas, sino que regaló una de las remontadas más increíbles que ha visto nunca el Etihad y un Feyenoord que con dicho resultado en contra lo veía todo perdido.

El doblete de Erling Haaland, primero de penalti y más tarde cazando un centro de Matheus Nunes, y el tanto de Ilkay Gündogan, con ayuda de un defensa que desvió la pelota, era un argumento más que suficiente para pensar que el City, con este resultado, tenía el partido ganado en el minuto 75.

Pero Josko Gvardiol, que acostumbra a tapar sus errores defensivos y su tibieza atrás con golazos, volvió a pecar de ingenuo como el fin de semana ante el Tottenham Hotspur. En una cesión de juvenil, le entregó en bandeja el 3-1 a Anis Hadj Moussa, que batió a Ederson y comenzó un runrún en el Etihad.

Guardiola se encogía en el banquillo y se echaba las manos a la cabeza. Exagerado, pensarían muchos, viendo que la renta aún era de dos goles y que el otro equipo no era el Real Madrid de la 2021-2022, era el Feyenoord, pero quizás el técnico español había tenido una visión de que aquel error era solo el comienzo de un descalabro monumental.

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