La gestión de Laporta con el Camp Nou obliga al Barça a celebrar los 125 años en el ‘exilio’ de Montjuic
Los continuos retrasos en las obras dejan a Laporta lejos de sus promesas de ver al Barcelona en el estadio en su aniversario
El club ya comunicó que estará en Montjuic, como mínimo, hasta el mes de febrero
Las imágenes con las que agoniza el Barça con el Camp Nou: sin asientos, a medio hacer y con retrasos
El Barcelona afrontará su 125 aniversario en un escenario que no estaba en los planes iniciales de su presidente Joan Laporta, la ambición de regresar al Camp Nou para la celebración de esta importante fecha ha quedado frustrada por el importante retraso en las obras del estadio, dejando a la afición culé exiliada, como mínimo, hasta febrero en el Lluís Companys, en Montjuic. Una situación que evidencia problemas en la gestión de un proyecto crucial para el futuro del Barça y que está despertando cada vez más malestar entre socios y seguidores.
Desde que se anunció la reforma del Camp Nou como parte del ambicioso proyecto Espai Barça, Joan Laporta aseguró que el equipo volvería a su estadio a finales de 2024, incluso llegó a proyectar como posible su vuelta para este 29 de noviembre, fecha del 125 aniversario del club. De hecho, en septiembre de este año, se mostró confiado en cumplir el plazo de llegar antes de 2025.
«Estamos ilusionados con volver a finales de año», afirmó en un acto oficial Laporta, algo que no sólo salió de su boca, también de una de las portavoces culés en la actualidad, la vicepresidenta institucional Elena Fort, que reforzaba esa idea prometiendo que «en unos días más» el Camp Nou estaría listo para su reapertura.
Sin embargo, la realidad ha sido distinta. Las obras, a cargo de Limak Construction, avanzan con extremada lentitud en este punto de la reforma, y el Camp Nou, actualmente desprovisto de asientos y con la primera gradería a medio construir, está lejos de ser operativo. Este retraso obligó al club a posponer su regreso hasta febrero de 2025 de manera oficial, tras manifestarlo en un comunicado, dejando al equipo en Montjuic para los partidos de enero contra el Valencia y el Alavés (en Liga) y el Atalanta (en Champions). Esto supone una carga adicional para los socios, quienes deberán seguir pagando por el uso del Lluís Companys, un lugar que dista mucho del ambiente que ofrece el Camp Nou.
El 125 aniversario del Barcelona, un momento muy especial para la entidad y que Laporta quería disfrutar en el Camp Nou, tendrá que adaptarse a las limitaciones del exilio en Montjuic. En lugar de utilizar el estadio como epicentro de las actividades, el club realizará actos como la presentación del nuevo himno en el Gran Teatre del Liceu, una solución que, aunque simbólica, no tiene el impacto esperado por socios y aficionados culés.
El Barcelona ha justificado el retraso señalando complicaciones logísticas y burocráticas, así como las estrictas normativas de la UEFA que prohíben cambiar de estadio durante la fase inicial de la Champions. A esto se suman las protestas de vecinos por el ruido nocturno de las obras y la dificultad para encontrar personal cualificado, motivos, que según la cúpula de Laporta, han impedido cumplir los plazos prometidos.
De hecho, esto saldrá caro al Barcelona. Cada día de retraso en las obras del Camp Nou supone un coste aproximado de un millón de euros, según cifras del club. Además, la inversión total del proyecto asciende a 1.450 millones de euros, de los cuales 960 millones corresponden al estadio. Este sobrecoste impacta directamente en la economía del club, ya debilitada por años de mala gestión financiera que Laporta no ha sabido subsanar.
A pesar de las dificultades, el Barcelona espera inaugurar el Camp Nou parcialmente en febrero de 2025 con una capacidad limitada de 64.000 asientos, incluidas 2.600 plazas VIP destinadas a recuperar parte de la inversión. No será hasta agosto de 2026 cuando el estadio alcance su aforo total de 104.200 espectadores, completando así el proyecto, siempre y cuando no lleguen nuevos contratiempos…