A la final por la vía rápida (73-76)

Un partido durísimo convirtió la eliminatoria de semifinales entre Real Madrid y Unicaja en algo aparentemente sencillo. Esta contradicción acabó con el vigente campeón en la final después de imponerse en el tercer partido (73-76), un encuentro en el que durante muchos minutos fue por detrás en el marcador, pero en el que un gran Randolph y la inteligencia final acabaron decantando el choque a favor del Madrid. El defensor del título ya está en la final. Por la vía rápida.

La posibilidad de cerrar la eliminatoria en tres partidos resultaba demasiado suculenta para un equipo, el de Pablo Laso, que se ha visto sometido a una carga de partidos sobrenatural durante todo el año. A pesar de ello, el desacierto reinó en los primeros minutos de un partido trabado, en el que los blancos no lograron sus primeros puntos hasta que no lució el 6:36 en el marcador de tiempo.

El bajo tanteo iba a ser la tónica de un encuentro que desacorde al estilo en el que el Real Madrid se ha convertido en dominador total, y lógicamente, los madridistas sufrieron. Los triples de Llull no entraban, y solo el arreón final de Taylor y Felipe permitió que los blancos se marcharan al primer descanso entre cuartos con dos cifras en su luminoso.

Unicaja llevaba el mando pero sus sensaciones no eran muy superiores a las del rival, hasta que apareció Suárez. El Chimpa, haciendo buena una vez más la ley del ex, acribilló a triples al Real, hasta colocar máximas cercanas a los diez puntos en el marcador, para delirio de un esperanzado Carpena, que respiraba después de la pésima noticia de las ausencias de Omic.

Reaccionó el Madrid y lo hizo, como no, a base de triples. Nocioni le quitó la tapa al aro malagueño y Llull respondió con uno marca de la casa para romper su racha. Anteriormente, la entrada del microondas Carroll le había dado a los blancos un plus de atrevimiento, y casi en un cerrar de ojos, el Real se había puesto a dos puntos con el descanso ya como realidad.

Ayón y Randolph marcaron la diferencia

En el regreso de vestuarios, Ayón, destacado en la segunda mitad puso rápidamente las tablas antes de dar paso a un parcial favorable a Unicaja en el que la distancia en el marcador se estiró como un chicle, con freno de nuevo antes de la barrera de los diez. El colchón manejado por los andaluces esta vez duró mucho más y solo Anthony Randolph trató de deshincharlo con atino. El tesón del norteamericano dejó un tapón escandaloso, uno más en su cuenta, para que a la contra Taylor anotara un triple y dejara las cosas prácticamente igualadas a falta de diez para la conclusión.

Dos jugadas solucionadas con adicional pusieron al Madrid por delante, una vez más, con Felipe Reyes en modo destacado. El encuentro se iba a decidir por detalles y Unicaja, superior a simple vista durante 30 minutos, empezaba a caminar en el alambre de la eliminación.

El poder aéreo de Randolph cerraba el tráfico en la zona madridista  pero Nedovic, duda hasta última hora, volvía a tornar el marcador y Eyenga, después de la respuesta de Carroll, hacía lo mismo en la fiesta de la larga distancia. Seguía consumiéndose el tiempo y dos de los destacados, Brooks y Randolph, ponían el partido en un puño y Llull, siempre determinante en los últimos compases, ampliaba a cuatro la ventaja merced a dos tiros libres. Dos triples de Nedovic pusieron emoción, pero de nuevo acertados, los blancos firmaron su billete a la final, donde tratarán de hacerse con la tercera Liga consecutiva.