«Ni estamos hundidos ni nos vamos a hundir»
«Ahora parece que el Barça va a ganar la Liga y el Madrid no vale nada y tú y yo sabemos que no es así», explicaba Zidane a un periodista en rueda de prensa este martes. «Sabemos la importancia de cada partido y vamos a seguir adelante. Porque puedes perder un partido…», en referencia al Clásico. Lo cierto es que se ha creado un estado de alarma alrededor del Real Madrid que no casa con la situación en la que está el equipo pese a la desafortunada derrota ante el Barcelona. El conjunto merengue depende de sí mismo para ganar la Liga y la Champions League, y el vestuario quiere dejar a un lado las críticas y los mensajes pesimistas para centrarse en el Deportivo. «Vamos a salir a muerte», aseguran los jugadores blancos de puertas para adentro.
Perder ante el máximo rival siempre es un mazazo. Ni el cuerpo técnico ni los futbolistas podían estar satisfechos con el resultado del Clásico, pero la vida sigue y el Real Madrid sigue siendo favorito para ganar la Liga y la Champions League. El resultado ante el Barça le deja poco margen de error en el campeonato doméstico, pero menos tienen los azulgranas, pues están empatados a puntos y el Madrid todavía tiene que jugar un partido más, el aplazado ante el Celta.
Con la mente en el Depor
En esas, el vestuario quiere pasar página cuanto antes para centrarse en el choque de Riazor. Un partido mucho menos mediático pero en el que a la postre hay tres puntos en juego, por lo que la consigna de los jugadores es olvidarse de las críticas y las cuentas y enfocarse al cien por cien en el deportivo. «Ni estamos hundidos ni nos vamos a hundir», dicen.
Y es que el Real Madrid sigue dependiendo de sí mismo para ganar tanto la Liga como la Champions, algo que en Barcelona no pueden decir, pues los de Luis Enrique, a día de hoy, sólo dependen de sí mismos para ganar la Copa del Rey. El mensaje en el seno del conjunto merengue está claro. La idea es centrarse en los decisivos partidos que tienen por delante, trabajar al máximo y ganarlo todo para levantar los dos títulos más importantes de la temporada.