Los errores recurrentes del Atlético
Los rojiblancos han cometido los mismos fallos en las tres jornadas que van de Liga y siguen sin ganar
Desperdician la ventaja, sufren a balón parado y vuelven a pinchar contra un rival de la zona baja

El Atlético vive atrapado en un déjà vu constante. Lo reproduce allá donde se viste de corto. Cornellá, Metropolitano y ahora Mendizorroza. Porque tres jornadas después los rojiblancos siguen tropezando con las mismas piedras. Por tercera vez dio el primer golpe y por tercera vez se lo devolvieron. Miguel Rubio lo hizo en la jornada inaugural, Rafa Mir para el Elche y Carlos Vicente de penalti con el Alavés.
No tuvo mandíbula el Atlético para encajar los reveses, tampoco capacidad de reacción, pues se diluyó después de ellos. Especialmente en las arenas movedizas del Espanyol, pero ante Elche y Alavés, con más de una hora por delante, entró en barrena durante varios pasajes del partido. El Atlético quedó paralizado y superado por el ímpetu de un rival, los tres, cuyo destino es pelear por la parte media-baja de la clasificación.
Claro que lo de dejarse puntos contra equipos de la zona caliente de la clasificación es un clásico para el Atlético. Este curso es reflejo de lo ocurrido la temporada pasada. Leganés, Las Palmas y Valladolid perdieron la categoría y se llevaron a Segunda División seis puntos a costa de los rojiblancos que hincaron la rodilla en Butarque y Gran Canaria.
Este curso, un recién ascendido como el Elche ya ha arañado un empate y Alavés y Espanyol que la pasada campaña se salvaron por dos puntos, otro empate y una derrota respectivamente. De nada sirve la ventaja inicial, de hecho, el Atlético es el único club de Europa que ha estado por delante en todos los partidos y todavía no ha ganado. Otro patrón recurrente es la carencia de un estilo definido. Camina todavía Simeone en el camino para resolver la incógnita.
Ante el Alavés desplazó a Hancko, el mejor contra el Elche una jornada antes, del eje de la defensa al lateral izquierdo en detrimento de un Ruggeri al que se le ha visto superado por la situación en las dos primeras jornadas. Volvió Simeone a centrarse más en anular al rival que potenciar las virtudes propias. Y cuando el reloj agonizaba y el resultado seguía sin valer, volvió a quitar a Julián Álvarez. Como en Cornellá. Esta vez no se llegó a la derrota.
«Tenemos que mejorar en lo defensivo, pero donde tenemos que mucho mejorar es en la parte final del campo… Tenemos que generar mejores situaciones al delantero. Necesitamos tener más disparo, más contundencia… Tenemos jugadores para que esto suceda. Necesitamos tiempo y paciencia», argumentó Simeone después. Se marcha al parón con la tecla todavía por encontrar.