La encrucijada de Djokovic que alimenta su retirada
El tenista balcánico se siente capaz de pelear por los grandes torneos, pero su vida personal cobra importancia
Si alcanza los cuartos de final en Nueva York volverá a perderse el cumpleaños de su hija. "No quiere que pase más"

De nuevo volvió a sonar el violín en la Arthur Ashe de Nueva York. Interpretó los acordes el de siempre, Novak Djokovic, después de rendir cuentas (6-7 (5), 6-3, 6-3, 6-1) del joven Zachary Svajda. El tenista local plantó batalla durante un set y medio, hasta donde alcanzó su físico. Chirría que uno a sus 22 años acabe fundido antes que otro de 38 primaveras. Pero así sucedió. El serbio sigue adelante y ya espera a Norrie o Comesaña.
Celebró con el violín porque así dedica las victorias a su hija Tara, que el próximo 2 de septiembre soplará ocho velas de la tarta. Si a Djokovic le van bien las cosas en Nueva York, para esas fechas andará imbuido en los cuartos de final del US Open, por lo que se volverá a perder el cumpleaños de su hija. No es novedad, se lo ha perdido en la mayoría de las ocasiones, pero ya ahora ese tipo de festividades han cobrado más importancia.
Sobre el serbio siempre circula la retirada y, aunque no ha terminado de concretarse, ahora en Nueva York cobran más fuerza los acordes del violín. «Me gusta sentir en el momento lo que quiero hacer y cómo quiero equilibrar las cosas con otras prioridades en la vida. La familia es, por supuesto, la principal, y estar ahí para las fechas importantes. Hablando de las cuales me voy a perder, tal vez, el cumpleaños de mi hija. Es el 2 de septiembre, así que, si lo hago bien, todavía estaré aquí. Pero ese es el tipo de cosas que realmente no quiero perderme más», explicó.
La situación de Djokovic afronta una dicotomía porque por un lado sigue siendo superior a todos los tenistas del circuito excepto a dos, pero, por otro, lleva una vida entera de sacrificios que le han privado de acontecimientos que ahora no quiere dejar escapar. Sin embargo, su ambición desmedida sigue ahí. Es la misma que le ha llevado a la cima histórica del tenis y que todavía mantiene encendida su llama.
«Muchas personas, también los más cercanos, me han preguntado que más quiero y que por qué sigo en el tenis. Les digo que lo sigo sintiendo dentro de mí, quiero seguir mientras tenga la capacidad de competir por los grandes torneos».