Demasiados señalados en el Atlético, empezando por Simeone

Muy desafortunado el entrenador tanto en la alineación inicial como en los cambios

El equipo entra en una semana clave en la que o gana o queda descolgado

Gallagher y Le Normand, la cara; Julián y Sortloth, la cruz

Atlético
Alineación del Atlético en Vallecas.
Tomeu Maura

El empate de Vallecas, que aleja al Atlético a seis puntos ya del Barcelona con apenas el mismo número de jornadas consumidas, deja muchos señalados, empezando por el propio Simeone, muy desafortunado tanto en la elección de la alineación inicial como en los cambios. El equipo entra ahora en una semana decisiva, con dos partidos claves por delante ante Celta y Real Madrid que está obligado a ganar si no quiere verse ya a años luz de la cabeza de la clasificación.

Los números son muy claros: el Atlético 24-25 es peor que el Atlético 23-24, que a estas alturas de temporada llevaba un punto más. Es cierto que éste no ha perdido aún ningún partido, pero ha cedido ya tres empates muy dolorosos, especialmente el de ayer ante el Rayo o el del Espanyol en el Metropolitano. Mientras el Barça ha sumado todos los puntos posibles, el Atlético se ha dejado ya seis en el camino. Son dos partidos de diferencia con tan sólo seis disputados.

A la plantilla se le empiezan a ver las costuras. Atrás falta claramente otro central y de entre Azpilicueta, Witsel y Lenglet por lo menos sobran dos. Renovar a los dos primeros ha condicionado la composición de una defensa que hace aguas en cuanto no están Le Normand y Giménez. De hecho, una lesión de cualquiera de los dos sería un verdadero drama lo que, en el caso del uruguayo, y teniendo en cuenta los antecedentes, no es algo que pueda descartarse.

Mucho peor es el panorama en el centro del campo, que pide a gritos un jugador físico que Simeone no tiene desde hace años. Koke no está para esa labor y en la segunda parte tuvo que asumirla Gallagher, pero lo peor es que ayer, con Barrios y De Paul lesionados, sólo había dos futbolistas para esa zona. La llegada de Javi Guerra, cuyo impacto en el límite salarial hubiera sido mínimo, está claro que era imperativa.

Arriba, finalmente, el único que está a su nivel -sin contar el partido de ayer- es Griezmann. Sorloth se entrega al 100×100, pero su talento es muy limitado, Julián Álvarez está a años luz de ser el jugador decisivo que el Atlético creyó fichar, y Lino es una sombra de lo que fue la pasada temporada. Al final hay que acabar tirando de Correa.

Y, ya en el colmo, está el propio Simeone. Su alineación de ayer es muy difícil de entender, pero aún fueron peores los cambios tras el descanso, empeñándose en mantener sí o sí a Nahuel en el equipo pese a que volvió a ser el flanco más débil del equipo, tirar a Julián Álvarez a la izquierda o prescindir de Sorloth en los minutos finales cuando podría haber sido un recurso útil en el juego aéreo. Al Cholo hay veces en las que cuesta entenderle y ayer fue uno de esos días.

Es evidente que esto no ha hecho más que empezar, pero ya se han encendido las luces de alarmas y la semana va a servir para saber si hay que incrementarlas o si se pueden apagar. De momento los números cantan y no pueden ser más claros: a seis puntos del líder y con menos producción que el año pasado a estas alturas.

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