Las cuentas pendientes de los Clásicos que vienen
El Barcelona - Real Madrid de Copa también servirá como revancha para ambos equipos. En Madrid no se olvida el 5-1 de Liga, las provocaciones de Piqué o los arbitrajes en el Camp Nou. En Barcelona recuerdan las finales de Copa perdidas ante los blancos o el reto de ganar el quinto título consecutivo
Habrá Barcelona – Real Madrid en Copa del Rey. Y Real Madrid – Barcelona. Los dos grandes del fútbol español se medirán en semifinales de la competición después de que el sorteo celebrado este viernes fuera caprichoso. Dos Clásicos que serán tres, ya que justo después de la eliminatoria de Copa volverán a jugar en la Liga.
Como en todo gran partido, y este es el más grande del mundo, hay cuentas pendientes. En ambos vestuarios hay sed de venganza por lo ocurrido en los últimos años. Cada equipo tiene la necesidad de hacer olvidar el pasado con una revancha en el presente en la Copa del Rey.
En el Real Madrid hay un resultado reciente que sirve como aliciente en el presente. Fue el 5-1 de esta Liga en el Camp Nou, el último partido de Julen Lopetegui como entrenador blanco. Aquél resultado sigue coleando, fue un golpe al Real Madrid, que ahora quiere demostrar que ni mucho menos esa es la diferencia entre ambos equipos.
Con el 5-1 de Lopetegui en la memoria
Además, en ese partido Gerard Piqué supo bien otra vez protagonista y sacó la manita nuevamente, en un gesto de indudable mensaje. En el Madrid se quiere revertir aquello y dejar claro que son mejores que este Barcelona y que el catalán bien puede guardarse la mano. Ese es el reto de un Real Madrid que tiene que revertir la situación. Hay ganas al central.
Pero hay mucho más. En el Real Madrid no se olvidan las últimas visitas al Camp Nou y lo que costó ganar o empatar allí por arbitrajes sibilinos que arrinconaron a los blancos. Esta vez el colegiado será Mateu Lahoz, con De Burgos Bengoetxea en el VAR. Precisamente este último fue quien expulsó a Cristiano en el Camp Nou cuando en realidad le hicieron penalti y el mismo que minutos antes regaló un penalti a Luis Suárez por un piscinazo. A eso se le añade el penalti de Mascherano a Lucas Vázquez en 2016, el gol anulado a Bale también en 2016 y, especialmente, el último 2-2 de 2018, donde Hernández Hernández dio validez a un gol del Barça claramente ilegal por falta de Suárez a Varane y se ‘comió’ un penalti clamoroso a Marcelo.
Además, los duelos individuales están muy presentes. Nadie oculta la animadversión que crea Luis Suárez en sus rivales, especialmente en la defensa blanca. En el último Clásico de Liga hizo una brutal entrada a Nacho… sin sanción, como siempre. Antes ya había cogido un penalti de un piscinazo, había hecho falta a Varane con gol final… Hay ganas al uruguayo en el Real Madrid.
El Barça también tiene sus cuentas pendientes
Sin embargo, y por mucho que ganaran 5-1 en el último Clásico, en el Barcelona también hay cuentas pendientes. Y es que el Barça tiene el gran reto de superar al fin al Real Madrid en España en eliminatoria. No olvidan los culés que la última vez que fueron eliminados en Copa fue ante el Real Madrid, que les bailó en el Camp Nou en el partido de semifinales de la Copa del Rey 2012/13.
Y no solo eso, sino que las dos finales en las que el Barcelona ha jugado contra el Real Madrid las ha perdido (1-0 en 2011 y 2-1 en 2014, ambas en Mestalla). El Barça tiene esa espina. Por mucho que haya ganado cuatro Copas seguidas y siete en los últimos diez años, los azulgrana las consiguieron ante Athletic, Sevilla o Alavés (con un mérito indiscutible), pero a la hora de tener a un rival verdaderamente fuerte como el Real Madrid perdieron.
Es el Barcelona el Rey de Copas y tienen otro reto por delante: ser el primer equipo que gana cinco Copas consecutivas. Nadie en la historia lo ha hecho, bajo ninguna denominación, y los culés se han aficionado a este torneo, al que han llegado a ocho finales en la última década.
Pero si en algo el Barcelona tendrá ganas de llegar a la final es por todo el componente político que le da y que este año es todavía más creciente. El conjunto catalán ha fomentado que todas las últimas finales a las que llegó fuera más un mitín político que una fiesta del fútbol, algo que se demostró, porque el club catalán fue incapaz de llenar la parte del estadio que le tocaba mientras las proclamas políticas no cesaban.
Este año viene más caliente y es que la eliminatoria ante el Real Madrid, siempre visto en Barcelona como el equipo centralista, se produce en la víspera del juicio a los líderes del ‘proces’, aquellos que organizaron un referéndum ilegal e intentaron subvertir el orden constitucional y a los que el Barcelona siempre ha apoyado. Habrá reivindicaciones políticas en el Camp Nou como es habitual.