COPA DEL REY / SEGUNDA ELIMINATORIA

El Cacereño lleva al límite al Atlético

El equipo de Simeone estuvo eliminado hasta el minuto 82

Lenglet, De Paul y Julián consumaron la remontada en los instantes finales

Muchos jugadores quedan de nuevo marcados, sobre todo Sorloth, inoperante

Atlético
Lenglet celebra su gol ante el Cacereño.
Tomeu Maura

De la noche de Cáceres sale el Atlético triunfante, pero con las pulsaciones a mil por hora porque estuvo eliminado hasta el minuto 82 por un rival entusiasta que frenó en seco la artillería rojiblanca. Simeone acabó recurriendo a sus estrellas, pero tuvo que ser el francés Lenglet el que abriera una lata que parecía imposible vulnerar. De Paul y Julián culminaron luego la remontada en un partido del que de nuevo quedan varios jugadores señalados, el primero el noruego Sorloth, totalmente inoperante. El equipo estará en el sorteo de 16avos del próximo lunes, pero el sufrimiento no se lo quita nadie a la afición.

Simeone fue totalmente pragmático y mandó al campo a once internacionales con el objetivo de marcar territorio desde el principio y evitar que el Cacereño pudiera ilusionarse. Correa y Sorloth comandaron el ataque, con Riquelme y Lino en los extremos, mientras De Paul y Koke se encargaron de la sala de máquinas. Con Azpilicueta y Galán en los laterales, Le Normand y Witsel como centrales y Musso en la portería la alineación podría ser perfectamente la de cualquier partido de Liga…sobre el papel.

Por supuesto el Atlético acaparó el balón desde que cubrió la primera circunferencia, pero el dominio no se tradujo en oportunidades. El Cacereño se cerró atrás, dejó a Christian como una isla desierta y se preparó para sufrir, pero lo cierto es que su portero Nieves tardó 22 minutos en intervenir y cuando lo hizo fue para embolsar sin demasiadas dificultades un disparo inofensivo de Sorloth desde fuera del área. Más allá de ese intento, un puñado de córners y poco más. Aunque la actitud del equipo era mucho mejor que la demostrada en Vic en la anterior eliminatoria, su acierto ante la meta adversaria era inexistente.

Lino desaprovechó la primera oportunidad real de la tarde a los 28 minutos al disparar al cuerpo del portero solo en el área, y su error marcó la noche porque en la jugada siguiente Christian escapó por la banda y su centro al segundo palo lo remató Merencio para batir a Musso y revivir para el Atlético los fantasmas de su última visita a este estadio. A Simeone se lo llevaban los demonios en el banquillo mientras en la grada muchos empezaron a creer que el milagro podía ser posible.

El gol metió al Atlético en un agujero negro. El Cacereño subió un punto más la intensidad y el partido se elevó de intensidad. Riquelme tuvo la última ocasión del primer acto, pero Nieves volvió a hacerse gigante ante el madrileño, al que el Cholo había cambiado de banda ante la absoluta inoperancia de Lino.

Llorente, Lenglet y Julián se incorporaron al partido en el arranque del segundo tiempo para subirse a una verdadera montaña rusa porque el Atlético se fue con todo hacia arriba consintiendo espacios a sus espaldas que normalmente no suele conceder. Pablo Barrios fue el siguiente en salir, pero ni con los mejores el equipo era capaz de imponer su teórica superioridad ante un rival cada vez más firme que defendía cada brizna de hierba con la voracidad de quien sabe que está ante una oportunidad única en la vida.

Diego Nieves dejó una postal para la eternidad sacando un disparo de De Paul a la escuadra a los 72 minutos para desesperar  a un Atlético ansioso e impotente que entró en el tramo final del partido con el corazón a 200 y la cabeza sin oxígeno. Todo parecía perdido, pero a los 82 minutos, tras una falta forzada por Galán, el balón le llegó a De Paul, cuyo centro cabeceó en el área el francés Lenglet. Simeone lo celebró como si fuera el gol de la final de Champions.

Tan nervioso estaba el Cholo que poco después fue expulsado por pedir gol en un saque de falta de Julián que sacó Nieves. No era la primera roja. Antes la había visto Sancho, que no había tenido otra opción para frenar un contragolpe. Consiguió su objetivo, pero sólo por un rato. A los 92 minutos un disparo de De Paul sin aparente peligro tropezó en Adri y dejó clavado a Nieves, que observó rodilla en tierra como se esfumaba el milagro. Fue el 1-2, el gol que le dio al Atlético una clasificación incluso más agónica que la de la anterior eliminatoria ante el Vic. Julián redondeó el resultado en el 95 para seguir con su racha particular. Todo lo contrario que Sorloth, que volvió a ser un bulto sospechoso.

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