Sale del foco mediático

Bartomeu respira con el coronavirus

Bartomeu sale del foco mediático tras la suspensión de la competición por el coronavirus.

Estaba en el ojo del huracán tras el 'Barçagate' y el Camp Nou le reprendió con una pañolada en los dos últimos partidos

coronavirus

Bartomeu respira con el coronavirus. El presidente del Barcelona estaba en el ojo del huracán antes de que llegara la crisis sanitaria y la suspensión de la competición le ha hecho ganar tiempo. La tan demandada convocatoria de elecciones está en el aire y el presidente de culé podría acabar su mandato el próximo año a pesar de todos los escándalos en los que se ha visto envuelta la directiva que preside.

Porque no hay quién lo discuta: Josep María Bartomeu estaba al borde del abismo antes de que el coronavirus llegara a nuestras vidas. Todos los fichajes frustrados y su nefasta gestión se elevaron a la máxima potencia después de que saltara el escándalo del Barçagate, donde se demostró con documentos en la mesa que el club había pagado a empresas para que denostara la imagen de jugadores como Piqué o Messi (incluido su mujer Antonella) a través de redes sociales.

Esta fue la gota que colmó el vaso y que puso en el foco mediático a un Bartomeu que estaba más que condenado a adelantar elecciones un año antes de que terminara su mandato. Algunos de sus directivos salieron por la puerta de atrás, los jugadores le señalaron indirectamente e incluso el Camp Nou pidió su marcha del palco con el pañuelo en la mano. Todo estaba en su contra.

Cuando más dañada estaba su imagen, ha llegado la crisis del coronavirus y la suspensión momentánea de la competición y esto le hace ganar tiempo. En caso de que no se reanude la Liga y Champions (una opción nada descartable) Bartomeu seguirá una año más y agotará su mandato en el año 2021 conforme a los estatutos. Otra cosa bien distinta sería que todo volviera a la normalidad y el equipo de Setién acabara fracasando. Pero eso ya se verá.

Sentenciado por jugadores y afición

Josep María Bartomeu y toda su junta directiva está sentenciada tanto por los jugadores como por la afición. Los enfrentamientos con los jugadores ha sido el detonante definitivo para que la afición haya mostrado su hastío con el máximo mandatario culé y todos sus secuaces. Pese a ello, el presidente culé intentará agarrarse a la mesa hasta 2021 a la mesa aunque su final acabe siendo agónico. La crisis sanitaria actual le ha hecho desaparecer del ojo del huracán y así ganar tiempo, pero su destino está escrito.

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