El Barcelona maquilla sus cuentas para seguir fichando
La sombra de la duda se cierne sobre la contabilidad del F.C. Barcelona. La Junta Directiva de la entidad azulgrana ha aprobado las cuentas de la pasada temporada con un beneficio neto de 29 millones de euros. El club ha evitado los numeros rojos a pesar de que un laudo arbitral obligó a los culés a pagar 47 millones de euros a la inmobiliaria La Llave de Oro. El club catalán asegura que esa deuda esta saldada y por 30 millones de euros, algo cuanto menos sorprendente ya que es una cantidad muy inferior a la fijada por el laudo. La ingeniería contable permite al Barcelona superar en nueve millones de euros el beneficio neto de 2015.
El comunicado emitido por la vicepresidenta económica de la entidad, Susana Monje, no concuerda con las cifras reales que el club debe afrontar. El beneficio, según la directiva, se ha logrado a pesar del «impacto correspondiente a los 30 millones de euros que el club deberá asumir por la reversión de la venta de los terrenos de Can Rigalt, según el laudo de 30 de junio». La información publicada por el Barcelona no se corresponde con el laudo, que obliga a pagar 17 millones de euros más que los que el equipo culé afirma.
En el comunicado no se refiere tampoco como se ha trasladado al balance y la cuenta de resultados este pago, que se desglosa en dos conceptos: 35,4 millones por la venta de los terrenos, más 11,6 millones de euros derivados de los intereses legales que corresponden al proceso de arbitraje iniciado en el año 2012.
El Barcelona mantenía una provisión de 5 millones de euros por los costes de urbanización que se comprometió a asumir en una operación que ahora se ha roto, así como otra, cercana a los 11,5 millones, de cara a cubrir las pérdidas patrimoniales que pudieran derivar del caso Neymar.
El presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, anunció hace unas semanas que la deuda neta del club había bajado a 280 millones de euros, que restadas las amortizaciones, intereses y depreciaciones debían dejar el beneficio en 20 millones de euros, no en los 29 millones que ha ganado oficialmente el club en 2015, Si tenemos en cuenta la cuantía real del laudo arbitral, las ganancias serían de, tan solo, 12 millones de euros.
El plazo para recurrir el laudo, cuyo resultado no ha contentado al Barcelona, finaliza en octubre, pero desde el club se han tomado un periodo de reflexión para tomar una decisión, visto que no hay mucha confianza en que dicho recurso pueda llegar a buen puerto.
El portavoz de la Junta del Barcelona, Josep Vives, quiso defender a la entidad. “Parece que en algunos medios las cosas no van bien en el Barça, pero quizás con cifras así te das cuenta de que hay gente que hace que vayan bien las cosas, con el liderazgo de la junta y el trabajo de los departamentos”, afirmó, siguiendo con la política del club de esconder sus carencias en el ámbito económico.