El banquillo que gana finales

El Real Madrid saltará al césped del Estadio Nacional de Cardiff con el objetivo de levantar su segunda Champions League consecutiva, la duodécima en su historia. El conjunto dirigido por Zinedine Zidane tendrá en frente a la Juventus de Turín, que busca reinar en Europa después de un lustro de hegemonía en Italia. 

Zidane tiene ya decidido el once con el que buscará mantener su trono en el continente. Pero si hay algo que ayudará también al conjunto blanco en Cardiff en el caso de que las cosas no salgan bien, será el fondo de armario. El Madrid tiene el mejor banquillo del mundo, su ‘equipo B’ ha demostrado que puede competir y ganar a cualquiera. «Todos somos importantes», se repiten una y otra vez los miembros de la plantilla, que han captado a la perfección el mensaje de su entrenador.

En las últimas dos finales de la Liga de Campeones ya se vio la importancia del banquillo para lograr el título, sobre todo en Lisboa. El partido se complicó y Ancelotti introdujo en el terreno de juego a Marcelo e Isco, que fueron decisivos a la hora de lograr la remontada frente al Atlético.

En Milán, los cambios fueron menos determinantes, pero también aportaron su granito de arena en la consecución de la Undécima. Carvajal tuvo que retirarse lesionado y en su lugar entró Danilo. Isco también salió al campo junto a Lucas, cuyas contras provocaron que los rojiblancos sufrieran bastante. De hecho, los blancos llegaron a perdonar lo imperdonable. El gallego, además, convirtió el primer penalti de la tanda final.

En Cardiff el Madrid tendrá a una baza aun más determinante. Gareth Bale no jugará de inicio. Su presencia en los minutos finales del choque podría influir de forma decisiva en el devenir de una final que se decidirá por pequeños detalles.

Además del británico, Zidane contará con Asensio, Morata, Kovacic, Nacho y otro puesto, que se debate entre Danilo, James y Lucas. Un año después de marcar el desenlace de la que sería la undécima Copa de Europa blanca, el canterano podría quedarse fuera. Misma situación vive James, que en partidos importantes, únicamente ha contado para el técnico frente al Barça en el Bernabéu. Danilo, por su parte, atraviesa su mejor época de blanco y ya sabe lo que es disputar una final de Champions.

Asensio ya demostró que da el callo -y de qué manera- en partidos de esta índole. Frente al Bayern, en Múnich, salió como revulsivo en la segunda mitad y fue decisivo en la remontada blanca. Morata tiene el mejor promedio goleador del equipo, ha superado los registros de Benzema está temporada y moja en cada ocasión que tiene la oportunidad.

Los que menos opciones tienen de saltar al verde de Gales son Kovacic y Nacho. Sin embargo los dos han plasmado una excelente temporada. Kovacic ha mostrado que su juventud no es un problema. A sus 24 años se ha convertido en el heredero de Modric, del que está aprendiendo a pasos agigantados.

Por su parte, el de Alcalá ha vivido su mejor campaña. Su madurez le ha hecho crecer en la zaga y convertirse en uno de los mejores jugadores del conjunto madridista en la presente campaña. Vive el mejor momento de su carrera y, si entrase en el terreno de juego por el motivo que fuese, sería un seguro para Zidane.