El Atlético siempre sale perdiendo con los árbitros
El balance de las 10 últimas jornadas delata una clara descompensación contra los rojiblancos
Dos goles legales anulados a Morata, gol con la mano concedido a la Real Sociedad...
...gol ante el Villarreal que Rulli saca de dentro de la portería, cero penaltys a favor
Atlhetic y Rayo hicieron 25 faltas contra el Atlético: 0 amarillas. El Atlético hizo 27: 10 amarillas
Morata: "No entiendo nada, a nosotros se nos revisa todo en nuestra área, pero nada en la contraria"
Dos goles legales anulados a Morata, uno en el Reale Arena y otro en San Mamés, un remate de Carrasco ante el Villarreal que era el empate y que Rulli sacó más allá de la línea de gol, el empate de la Real Sociedad marcado tras una mano clamorosa de Sadiq. Eso, sólo en la Liga española, porque en la memoria rojiblanca aún se conserva fresco el escandaloso penalti no pitado en Leverkusen con 0-0 en el marcador. Álvaro Morata lo expresó anoche de manera clara: «no entiendo nada. A nosotros se nos revisa cualquier cosa en contra, pero nada a favor. El otro día me anularon un gol legal. Hoy me han hecho un penalti y no han ido ni a revisarlo».
El balance arbitral que extrae el Atlético de Madrid de las 10 primeras jornadas de Campeonato no puede ser más desalentador. Es difícil creer que todo se debe a la casualidad cuando te pones a revisar datos estadísticos. Uno en particular llama mucho la atención: los dos últimos rivales de los rojiblancos, Athletic y Getafe, cometieron 25 faltas contra los de Simeone. No vieron ni una sola tarjeta amarilla. En los mismos partidos el Atlético ha cometido 27, que se han saldado en 10 amonestaciones.
Simeone sigue fiel a su política de no levantar la voz. «Si el árbitro y el VAR han pitado penalti es porque han visto una mano», pero la indignación llega hasta límites que recuerdan a las primeras temporadas de la era de Jesús Gil. Incluso el presidente Cerezo ya ha expresado su malestar en dos ocasiones. Primero para quejarse por las continuas faltas que recibían Joao y Morata y luego, el pasado sábado, tras el arbitraje de Figueroa Vázquez en San Mamés: «El VAR llegó para corregir los errores, no los aciertos. El gol de Morata era legal».
La problemática no viene de ahora. Ni mucho menos. Está enquistada desde hace ya bastantes años y, lejos de solucionarse, cada día va a más. «Están pendientes de cualquier cosa que pasa en nuestra área, la más mínima», dijo ayer Morata. No le falta razón. En Son Moix el año pasado Martínez Munuera decidió el partido con los que Medina Cantalejo califica de «penaltito». El problema es que los «penaltitos» sólo se señalan en el área del Atlético, nunca en la contraria porque, por supuesto, el equipo no ha resultado favorecido con ninguna pena máxima en lo que llevamos de Liga.
Cada designación arbitral se mira ya con lupa porque en el club se temen lo peor. La sensación en el vestuario es que la jugada de Giménez, en el otro área, nunca se hubiera pitado. Y, por supuesto, si el agarrón a Morata hubiera sido en la zona de castigo rojiblanca Iglesias Villanueva se habría ido al VAR. El Atlético ha vuelto a la mejor época de Alfonso Cabeza y de Jesús Gil y la indignación en el club no hace sino aumentar mientras aguardan con terror a conocer el nombre de los colegiados que le corresponderán el próximo fin de semana en el campo del Betis. Aún queda por aparecer Gil Manzano, que no ha dirigido al equipo está temporada, pero que es sin duda el que peor se les da. Y ya es decir.