COPA DEL REY / 16AVOS DE FINAL

El Atlético evita el primer drama del año

Gana en Oviedo con dos goles de Marcos Llorente y Pablo Barrios y avanza a octavos de final

Griezmann dio una master class en medio campo, pero al equipo le sigue faltando pólvora

El Oviedo hizo un partido entusiasta, pero careció de recursos para hacerle daño a Oblak

Mario Hermoso se lesionó en la segunda parte y fue sustituido por Reinildo

Oviedo Atlético
CRONICA-oviedo-atletico-copa-Rey-interior
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

El Atlético evitó el primer drama del año y avanzó a los octavos de final de la Copa del Rey tras imponerse al Oviedo en el Carlos Tartiere gracias a un gol en semifallo de Marcos Llorente después de un pase maravilloso de Griezmann  y otro de Pablo Barrios cuando el partido agonizaba. El francés volvió a ser el faro de un equipo que sigue lejos de su mejor versión, y al que le costó muchísimo superar a un rival situado en la zona media-baja de Segunda División. El problema rojiblanco sigue siendo su manifiesta enemistad con el gol, y eso es algo que sólo se resuelve con un dinero que escasea en la caja fuerte.

Sin reservar nada pese a la próxima visita del Barça al Metropolitano, Simeone mandó al campo a su primera unidad, pero la respuesta de los jugadores no fue la que esperaba el argentino porque quien salió más metido en faena fue el Oviedo, que a los dos minutos estuvo a punto de aprovechar un grave error de Hermoso para adelantarse en el marcador, pero Witsel estuvo providencial para evitarlo. Aquel no era el arranque que había dibujado el Cholo en la pizarra del vestuario.

Morata fue el primero en aparecer en el área carbayona poco después. El madrileño adormeció un pase de Lemar y se hizo con el espacio necesario para ensayar el disparo, pero no cogió portería. Sí lo hizo Marcos Llorente a los ocho minutos con un zapatazo desde fuera del área que obligó a intervenir a Tomeu Nadal y que significó la definitiva respuesta rojiblanca al arranque inicial del Oviedo. También lo intentó Carrasco en una acción a la que le sobró egoísmo al belga, que quiso resolver solo cuando tenía a varios compañeros en mucha mejor situación.

Lejos de amilanarse, el Oviedo respondió a los golpes rojiblancos con su propia ración de pólvora. El ghanés Obeng no conectó bien en el segundo palo, luego Tarín empalmó fuera en el área y por fin de nuevo Obeng hizo sufrir a la parroquia rojiblanca. Los fantasmas de fracasos recientes empezaron a comparecer por las inmediaciones del Tartiere, pero en el peor momento del Atlético Nahuel le mandó un balón a Griezmann y el francés se sacó de la chistera un pase maravilloso a Llorente, que remató horrible, pero con la fortuna de que el disparo se convirtiera en una vaselina que venció la resistencia de Tomeu Nadal. El 0-1.

Esta vez el gol sí que le hizo mucho daño al Oviedo, que quedó groggy sobre la lona mientras el Atlético no le daba tregua. De nuevo Carrasco no estuvo acertado en el área y a Griezmann le sobró el pie de Jimmy para cantar el 0-2. Simeone, satisfecho, comprobaba que, por primera vez, el partido parecía estar bajo control. Sin embargo el equipo volvió a bajar el pie del acelerador y ya no sólo no volvió a aparecer cerca del área visitante, sino que fue Oblak el que empezó a tener trabajo. Nada demasiado serio, pero sí lo suficiente como para alterar la dinámica y llegar al descanso con más incertidumbre de la esperada.

Álvaro dio entrada a Borja Bastón tras el descanso y el madrileño fue el primero en abrir las hostilidades en una segunda parte que el Atlético supo administrar con inteligencia ante un Oviedo entusiasta, pero carente de de la pólvora necesaria para hacerle daño a Oblak. Griezmann marcó el ritmo del partido y Pablo Barrios sigue llamando con insistencia a la puerta de la titularidad aprovechando todos y cada uno de los minutos que le da Simeone. A los 83 minutos recibió de Correa en el área y resolvió con un disparo cruzado al fondo de la red para marcar el 0-2 y evitar la habitual taquicardia de los minutos finales con un resultado ajustado.

La noche, eso sí, dejó la mala noticia de la lesión de Mario Hermoso, que abandonó el campo a los 67 minutos para que entrara Reinildo, sorprendentemente relegado a la suplencia por el Cholo pese a haber sido el defensa más fiable de la primera vuelta. Toca ahora esperar al sorteo del próximo sábado para saber cuál será el rival en octavos de final y luego, por supuesto, pensar en el choque ante el Barcelona, el primer reto de altura de 2023 para un Atlético que sigue en la cuerda floja.

 

 

 

 

Lo último en Deportes

Últimas noticias