Liga Santander: Atlético de Madrid - Valencia

El Atlético culmina la remontada imposible

El equipo levanta un 0-2 ante el Valencia y sacude su crisis con un golpe de autoridad

Correa empató en el 89 y Hermoso volvió loco al estadio con el 3-2 en el 93

Partidazo increíble de Carrasco, que se echó al equipo a las espaldas

Volvió a quedar señalado Joao, que se marchó del campo con 0-2 tras otro partido indolente

Simeone: «En otro club su gente habría criticado…»

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Atlético Valencia
Atlético Valencia
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

El Atlético culminó ante el Valencia una remontada imposible que le sacude de golpe una crisis que parecía interminable. El equipo levantó en el descuento el 0-2 con el que el rival se marchó al descanso y volvió loco al estadio con uno de esos partidos inolvidables que sólo se viven en territorio colchonero. Correa logró el empate en el 89 y Hermoso culminó la proeza en el 93, pero el artífice de todo fue el belga Carrasco, protagonista de una actuación antológica.

El de hoy es uno de esos días que sólo se entienden en el Atlético de Madrid. El equipo pasó de la miseria a la mayor de las grandezas en una segunda parte histórica en la que se comió al Valencia y en la que se ganó por méritos propios la remontada tras nada menos que 101 minutos de partido. Si el equipo de Bordalás le levantó dos goles en Mestalla en la ida, esta noche ha sido justo al revés, aunque en el análisis general hay dos jugadores que quedan muy señalados. Joao se volvió a marchar antes de tiempo tras otra actuación lamentable y Luis Suárez, aunque lo intentó todo, está a años luz del delantero centro que fue.

Bordalás tiró muy arriba la línea de presión y el Atlético se encontró con una multitud de camisetas blancas que le soplaban en el cogote y le impedían tomar aliento. El arranque de partido fue difícil para los de Simeone, que no encontraron la forma de liberarse del yugo de un rival decidido a ahogarle aunque fuera a costa de un enorme esfuerzo físico. A los 10 minutos el equipo se soltó por primera vez en un pase largo que culminó Luis Suárez con un disparo cargado de intención pero carente de precisión.

Fue el canto del cisne rojiblanco, la única vez en toda una primera parte deprimente en la que se acercó a la portería del Valencia, porque el resto de los primeros 45 minutos fueron una demostración gigantesca del agujero negro en el que había entrado el equipo, aunque por suerte la reacción espectacular de la segunda parte demuestra que no había llegado al horizonte de sucesos.

En estas condiciones, era sólo cuestión de tiempo que el Valencia aprovechara alguno de los errores que el equipo no deja de cometer atrás en todos y cada uno de los partidos que juega. No fue necesario esperar demasiado. A los 25 minutos Hermoso perdió un balón ante Guedes y el cambio de juego del portugués lo capturó Musah, que tiró una finta y disparó a la entrada del área. El Oblak de la pasada temporada hubiera hecho ahí un milagro, pero el Oblak de este año es tan mundano como cualquier otro portero.

El Atlético trató de rehacerse, pero fue en vano. No creó ni una sola situación de peligro y acabó inmolándose con el 0-2, que nació en otro error de Hermoso y que culminó Hugo Duro. Eso sí, entre el 0-1 y el 0-2 se produjo una jugada que pudo cambiar el curso de la noche. A los 37 minutos Thierry Correia pisó por detrás a Joao en una acción evidente de tarjeta, pero de la que se desentendió Díaz de Mera porque hubiera supuesto la expulsión del lateral, que ya estaba amonestado. Llueve sobre mojado en la relación de los árbitros con el equipo, pero ya es moneda corriente.

Simeone tocó la fibra de sus futbolistas en el vestuario y el Atlético se puso el cuchillo entre los dientes para afrontar una segunda parte en la que lo tenía todo perdido. Correa apareció en el campo en lugar de Lodi y el equipo se fue arriba con todo lo que tenía porque sabía que no había otra alternativa.

Joao le puso a Luis Suárez el primer balón de gol del segundo tiempo. El uruguayo no pudo superar a Jaume Doménech, pero fue la demostración de que algo había cambiado. A los 63 minutos Carrasco sacó de esquina, la defensa del Valencia falló en pleno y Cunha empujó el balón a la red a un palmo de la portería.

Empujado por el Metropolitano, el Atlético metió atrás a su rival por primera vez en el partido y por el estadio empezó a atisbarse la posibilidad de la remontada. Carrasco fintó hasta tres veces en el área, pero no encontró espacio suficiente para disparar, y a los 69 minutos Suárez recogió de Hermoso, pero echó el cuerpo demasiado atrás y remató alto. El uruguayo, al que Simeone le dio los 90 minutos, se arrodilló desesperado sobre el césped.

Recuperada la fe, el equipo dio todo lo que le quedaba y se ganó el empate. A los 80 minutos Carrasco dibujó un regate maravilloso en la banda y le entregó un pase de oro a Correa, cuyo disparo tocó Doménech para evitar el 2-2 in extremis. De nuevo intervino el portero del Valencia a los 85 en un cabezazo tibio de Koke. Todo parecía perdido, pero hubiera sido injusto. A los 90 minuto Carrasco advirtió el desmarque de Suárez, que no llegó al balón pero molestó lo suficiente a Doménech para que no pudiera blocar y le dejara el esférico a Correa, que marcó a placer el 2-2.

El empate hundió al Valencia. A los 93 minutos Correa tocó de tacón para la entrada de Cunha, cuyo pase raso remató a placer en el segundo palo Mario Hermoso para volver loco al estadio y culminar una remontada imposible, aunque para celebrarla aún hubo que esperar porque el árbitro prolongó el partido hasta pasado el minuto 100.

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