Los 10 días en los que el Barça espera conseguir vender a Araujo

Araujo quedó señalado tras su nefasto partido ante el Inter que conllevó la eliminación del Barça en Champions

En su renovación contempló una cláusula de salida los diez primeros días de julio que el Barça

Araujo bloquea los comentarios en redes por los insultos de los hinchas del Barça tras caer en Champions

Araujo Barça
Ronald Araujo, en la foto del gol que eliminó al Barça. (Getty)

El futuro de Ronald Araujo en el Barça no pinta bien, sobre todo tras su paupérrima actuación en el Giuseppe Meazza que dinamitó la eliminatoria ante el Inter de Milán. Tras la dolorosa eliminación del conjunto blaugrana en la Champions League, todas las miradas se posaron sobre el central uruguayo, protagonista involuntario en dos de los goles que condenaron al equipo de Hansi Flick, el que forzó la prórroga y el que eliminó al equipo. Esta situación ha reactivado el debate sobre su continuidad en el club, justo cuando se acerca un periodo clave: los primeros diez días de julio, ventana en la que el Barça podría facilitar su salida por una cifra sensiblemente inferior a su cláusula antijeques.

Araujo renovó con el Barça el pasado mes de enero hasta 2031, en un contexto ya complicado. Aunque el defensa manifestó su deseo de seguir, también había contemplado la opción de marcharse. La Juventus estuvo muy cerca de cerrar su fichaje con una oferta de 35 millones de euros, que fue rechazada por la dirección deportiva del club al considerarla insuficiente. Aquel episodio obligó a acelerar las negociaciones, que venían arrastrándose desde hacía casi un año.

El acuerdo de renovación incluyó una particularidad que ahora adquiere una importancia capital. Aunque la cláusula de rescisión sigue siendo de 1.000 millones de euros, se estableció un plazo concreto, del 1 al 10 de julio de este 2025, en el que ese importe se reduce de manera excepcional a una cifra que va desde los 65 a los 70 millones, según diferentes fuentes. Durante esos diez días, Araujo podría salir si se presenta una oferta en ese rango económico. A partir del día 11, la cláusula vuelve a situarse en los 1.000 millones, lo que, en la práctica, cierra cualquier puerta a una marcha inmediata.

Este mecanismo fue interpretado en su momento como una solución intermedia: el jugador no saldría en invierno, como pretendía inicialmente, pero mantenía la posibilidad de abandonar el club en verano si así lo deseaba y llegaba una propuesta convincente. Para el Barcelona, esa ventana supone una oportunidad de ingresar una cantidad relevante sin entrar en complejas negociaciones, y así se aseguraba que no salieran en un momento en el que fichar a un sustituto suponía un problema.

No obstante, el contexto ha cambiado desde enero. Araujo, uno de los capitanes del equipo, no ha logrado disipar las dudas sobre su rendimiento en los partidos decisivos, Cubarsí e Íñigo Martínez han mantenido el apoyo de Flick. Y es que en Milán, el uruguayo volvió a quedar señalado. Entró desde el banquillo, como en otras ocasiones donde ha rendido mejor, pero esta vez su actuación fue la sentencia del Barça. En la jugada del empate, fue superado por Thuram y perdió la referencia sobre Acerbi, que firmó el 3-3. Minutos después, Frattesi culminó otra acción en la que el uruguayo quedó nuevamente expuesto.

Fuentes del club apuntaban a que la renovación de Araujo fue interpretada desde el inicio como una especie de ‘tregua’ entre ambas partes. Deco, director deportivo del Barça, le prometió que si en verano seguía sin sentirse cómodo, podrían volver a hablar para facilitar su salida. Esa posibilidad está ahora más presente que nunca, y el partido de Milán ha acelerado los tiempos.

Lo último en Deportes

Últimas noticias