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El truco de Karlos Arguiñano para ablandar los garbanzos rápido y que queden perfectos

Karlos Arguiñano y garbanzos
Karlos Arguiñano.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los garbanzos han acompañado a la cocina tradicional desde hace siglos. Son una de esas legumbres imprescindibles que no sólo destacan por su sabor y textura, sino también por sus propiedades nutricionales. Sin embargo, cocinar garbanzos requiere entre ocho y doce horas de hidratación previa, lo cual muchas veces no es compatible con nuestro ritmo de vida. Afortunadamente, el popular chef Karlos Arguiñano ha compartido un truco sencillo, económico y sorprendentemente efectivo para ablandar los garbanzos rápido sin comprometer el resultado final.

Su sabor suave y textura firme los convierte en el ingrediente ideal para una infinidad de recetas, tanto tradicionales como modernas. Se pueden utilizar en guisos, ensaladas, cremas, sopas e incluso en elaboraciones veganas como hamburguesas o albóndigas. Además, su capacidad para absorber sabores los hace perfectos para combinar con especias, hierbas y distintos tipos de cocción. Ya sea en un cocido madrileño o en un hummus oriental, los garbanzos demuestran su  protagonismo en las mesas de todo el mundo.

El truco de Arguiñano para ablandar los garbanzos

Karlos Arguiñano propone un método revolucionario (aunque basado en la química de toda la vida) para que los garbanzos se ablanden rápido. Se trata de usar bicarbonato de sodio en el agua de cocción.

Lo que ocurre es que este compuesto aumenta el pH del agua, volviéndola más alcalina, lo cual afecta a las pectinas presentes en las paredes celulares de los garbanzos. Estas pectinas son las responsables de la firmeza y resistencia que caracteriza a estas legumbres en crudo.

Al alcalinizar el agua, las pectinas se descomponen más rápidamente, lo que permite que los garbanzos absorban el líquido con mayor facilidad y, en consecuencia, se ablanden en mucho menos tiempo.

¿Cómo aplicar el método? Paso a paso

El proceso es muy sencillo y no requiere más de media hora. Éste es el paso a paso para que puedas ponerlo en práctica:

  1. Coloca los garbanzos secos en una cacerola con suficiente agua como para cubrirlos completamente.
  2. Añade aproximadamente 1 gramo de bicarbonato por litro de agua. Para facilitar el cálculo, eso equivale a una media cucharadita.
  3. Lleva la cacerola al fuego medio-alto y deja que los garbanzos hiervan suavemente.
  4. Mantenlos en cocción por unos 30 minutos, revisando cada tanto para comprobar que estén alcanzando la textura deseada.
  5. Pasado ese tiempo, estarán considerablemente más blandos y listos para usarse en cualquier receta. Si es necesario, puedes escurrirlos y darles un último hervor en agua limpia o caldo para ajustar la textura y el sabor.

Aunque el truco del bicarbonato es muy eficaz, hay que tener cuidado con las cantidades, ya que si se añade en exceso puede dar lugar a un sabor extraño, con un toque jabonoso poco agradable, y alterar la textura hasta volverla harinosa o quebradiza.

La medida recomendada por Arguiñano (una media cucharadita por litro) es suficiente para lograr el efecto deseado sin alterar negativamente ni el sabor ni la apariencia de los garbanzos. También es importante no alargar el tiempo de cocción más allá de lo necesario, ya que los garbanzos podrían pasarse y deshacerse si se excede el tiempo.

Un toque especial: cúrcuma para dar color y sabor

Karlos Arguiñano, además de acelerar el proceso, aprovecha para aportar un matiz de sabor y color. Añade una cucharadita de cúrcuma al agua durante la cocción. Este ingrediente no solo aporta un tono dorado muy atractivo, sino que también tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes ampliamente reconocidas. La cúrcuma, combinada con el bicarbonato, puede potenciar el aroma de los garbanzos, haciendo que incluso una simple ensalada gane en personalidad y profundidad de sabor.

Gracias al ingenioso consejo de Karlos Arguiñano, ablandar garbanzos ya no requiere planificación previa ni largas esperas. Con sólo un poco de bicarbonato de sodio y en apenas media hora, puedes disfrutar de unas legumbres perfectamente cocidas, con buena textura y listas para ser la base de cualquier receta.

Una vez que los garbanzos están blandos, se convierten en la base perfecta para una gran variedad de platos deliciosos y fáciles de preparar. Por ejemplo, una ensalada mediterránea donde se combinan con tomate cherry, pepino, cebolla roja, aceitunas negras y un toque de queso feta, aderezada con aceite de oliva, limón y orégano, resulta fresca y nutritiva.

También puedes hacer un hummus casero, triturando los garbanzos con tahini, ajo, zumo de limón, aceite de oliva y sal, ideal para untar o acompañar aperitivos. Otra opción es un garbanzo al curry, salteando cebolla, ajo y jengibre, agregando leche de coco, pasta de curry y los garbanzos cocidos, para luego servir con arroz. Por último, el potaje clásico con espinacas, zanahoria y pimentón es perfecto para días fríos.

La próxima vez que se te antojen unos garbanzos pero no los hayas puesto a remojo, ya sabes qué es lo que debes hacer: cacerola, bicarbonato, cúrcuma y en 30 minutos, ¡a disfrutar!

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