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Soy jardinero y esta forma en la que riegas tus plantas puede ser fatal: vas a acabar con ellas

Regar las plantas
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Regar las plantas parece una tarea sencilla que cualquiera puede hacer sin mayor complicación. Sin embargo, lo que a menudo pasamos por alto es que esta rutina diaria también puede esconder errores que les perjudican más de lo que imaginamos. Para quienes cultivan en macetas, ya sea en casa, balcones o terrazas, es fundamental prestar atención no sólo a cuándo se riega, sino cómo se hace. Porque regar mal no significa simplemente mojar de menos o de más; implica desconocer el comportamiento del agua en el sustrato y, por tanto, ignorar las verdaderas necesidades de las raíces.

Joseph Clark, un jardinero con años de experiencia y una amplia comunidad en redes sociales, en uno de sus vídeos recientes, explica por qué el riego desde arriba (el más común de todos)puede volverse perjudicial si no se realiza correctamente. A través de su cuenta de Instagram, @joesgarden.official, comparte trucos prácticos y errores frecuentes. Su mensaje es claro: no se trata simplemente de echar agua, sino de saber cómo actúa dentro de la maceta.

¿Regar tus plantas desde arriba? Un error que te puede costar caro

Uno de los errores más frecuentes al regar desde arriba es suponer que el agua ha alcanzado todas las raíces. Sin embargo, Clark explica que esto no siempre es así por una razón muy simple: en las macetas, especialmente en las de plástico, se suele formar un pequeño espacio entre el sustrato y las paredes del recipiente. El agua tiende a escurrirse por ese hueco hacia el fondo, saliendo rápidamente por los agujeros de drenaje sin haber humedecido adecuadamente el centro del cepellón.

Esto significa que, aunque desde fuera la tierra parezca húmeda, la raíz principal podría estar completamente seca. «Mucha gente riega pensando que ha hecho un buen trabajo, pero en realidad ha empapado sólo la capa superficial y parte del borde», comenta Clark. Este tipo de riego superficial tiene consecuencias a medio plazo: raíces secas, crecimiento débil y plantas que parecen marchitas.

La alternativa más eficaz

Para combatir este problema, Joseph Clark sugiere una técnica que, aunque no es nueva, sigue siendo desconocida para muchos: el riego por inmersión. Esta práctica consiste en colocar las macetas dentro de una bandeja con agua, permitiendo que el sustrato absorba la humedad por capilaridad desde los orificios inferiores.

De esta forma, el agua asciende lentamente y de manera uniforme por toda la tierra, asegurando que incluso las raíces más profundas reciban su dosis necesaria. Es un método especialmente útil para plantas pequeñas, bandejas de semilleros y tiestos que se secan con rapidez. «Yo utilizo bandejas grandes de metal donde coloco hasta 30 macetas pequeñas a la vez. Es rápido, eficiente y no desperdicio ni una gota», asegura Clark.

El riego desde abajo tiene múltiples beneficios. No sólo garantiza una hidratación uniforme, sino que también reduce el riesgo de enfermedades fúngicas al evitar el contacto constante del agua con las hojas y tallos. Esto es particularmente útil en especies sensibles, como las suculentas u orquídeas, donde el exceso de humedad superficial puede provocar podredumbre.

Otra ventaja importante es que se evita el encharcamiento. Como el agua asciende hasta donde el sustrato la necesita, no hay un exceso que pueda ahogar las raíces. Además, este sistema permite ahorrar tiempo y recursos, ya que no se pierde agua a través del drenaje como ocurre en los riegos mal ejecutados desde arriba.

¿Qué hacer cuando la maceta es grande? 

Si bien el riego por inmersión es ideal para macetas pequeñas, no siempre resulta práctico cuando son grandes. Clark, sin embargo, propone una técnica sencilla y creativa para estos casos: enterrar una maceta más pequeña dentro de la maceta principal. Esta maceta pequeña debe tener agujeros de drenaje y situarse cerca del tallo de la planta, con su borde ligeramente visible.

Al verter agua directamente en esa maceta interior, se distribuye hacia el centro del sustrato, justo donde se concentran la mayoría de las raíces. «Es como instalar un sistema de riego subterráneo, pero hecho en casa y con materiales que ya tienes», explica el jardinero. Además, al incentivar que las raíces busquen la humedad hacia abajo, se favorece su desarrollo profundo y se mejora la resistencia general de la planta frente a sequías y estrés hídrico.

Consejos prácticos 

A lo largo de sus publicaciones, Joseph Clark ha recopilado una serie de recomendaciones que resumen lo esencial para regar las plantas en maceta:

  • Observa y adapta el riego a cada planta. No todas necesitan la misma cantidad de agua ni con la misma frecuencia.
  • Verifica la humedad antes de regar. Puedes usar tu dedo o un medidor de humedad para tomar mejores decisiones.
  • Evita mojar solo la superficie. Asegúrate de que el agua penetre a fondo.
  • Alterna técnicas. Combinar el riego desde arriba con el riego por inmersión puede mejorar los resultados.
  • No riegues por rutina. Las necesidades cambian según la estación, la humedad ambiente y la exposición al sol.

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