¿Son legales las empresas de desokupas?

España vive un auténtico problema de ocupación de vivienda que en los últimos años se ha incrementado hasta niveles que parecían impensables. Sólo entre los años 2015 y 2020, las denuncias por viviendas ocupadas aumentaron en un 40,9% y ante la impotencia de muchos propietarios que no han podido recuperar su vivienda o su piso de propiedad por la vía legal, surge la figura de las empresas especializadas en que la gente que ha ocupado tu casa o tu segunda vivienda se acabe marchando, pero ¿es esto legal? Descubramos más sobre las empresas de desokupas y si son estas legales.

¿Son legales las empresas de desokupas?

Actualmente la okupación es uno de los principales problemas sociales en España. Cada día se presentan nada más y nada menos que unas 40 denuncias por ocupación ilegal de viviendas, la gran mayoría en Madrid y Barcelona. Un fenómeno que afecta tanto a propietarios como a comunidades de vecinos. En este contexto han surgido las empresas de desokupación. ¿Son legales? ¿Qué métodos utilizan para echar a los inquilinos no deseados? Esto es todo lo que se sabe sobre ellas.

Lo primero a destacar es que las empresas de desokupación no son ilegales, aunque es cierto que están en el límite del marco legal. Todo depende de los métodos que utilicen para echar a los okupas de los inmuebles.

Control de acceso

Lo primero que hacen estas empresas es comprobar dos cosas: primero que la persona que dice ser el dueño de la vivienda, lo sea realmente y segundo, que la vivienda esté también realmente ocupada. Una vez hechas estas comprobaciones, si aceptan el caso de la persona que desean contratarles realizan la primera de sus técnicas.

Esta es una de las más frecuentes y  tiene que ver con el control de acceso. Es decir, una o varias personas se sitúan en la entrada de la vivienda para controlar quién entra y quién sale. Es el propietario del inmueble el que debe contratar este servicio.

Además, la ley de seguridad privada exige que las personas que controlan el acceso deben ser vigilantes de seguridad, y tienen que estar identificados con un número de placa y el nombre de la empresa para la que trabajan.

Acuerdo económico

Otra técnica que utilizan las empresas de desokupación es la de llegar a un acuerdo económico con los inquilinos no deseados. El objetivo es que se marchen y dejen la casa libre. Por supuesto, esta técnica se puede utilizar de forma conjunta con la del control de acceso.

Aunque estos son los servicios a los que suelen recurrir los propietarios a los que les han okupado su vivienda, estas compañías ofrecen otros como asesoramiento en vídeo vigilancia o gestión de nuevo arrendamiento.

En definitiva

Gracias a esas técnicas señaladas y a que saben como actuar en los casos en los que hay huecos dentro de la legalidad, las empresas que se encargan de desocupar una vivienda, pueden ser consideradas legales o de hecho no hay nada ilegal en la actividad que ellos realizan, dado que por el momento, no existe regulación al respecto.

De hecho, si fueran ilegales no estarían trabajando y tampoco habría crecido su sector. Es más en los últimos años se ha doblado el número de este tipo de empresas y por poner un ejemplo, hasta 2019 en la ciudad de Madrid, eran sólo tres las empresas de desocupación que podíamos encontrar, mientras que en la actualidad ya podemos encontrar hasta nueve.

Por otro lado, gracias a las técnicas que aplican saben en todo momento donde está el límite, de modo que te darás cuenta que en ningún momento aplican la violencia o medidas que pudieran dañar el inmueble y tampoco a las personas que lo han ocupado. Sus acciones suelen ser siempre bastante persuasivas de modo que suelen llegar a acuerdos con las personas que han ocupado la vivienda de modo que en poco tiempo la vivienda vuelve a manos del propietario, algo que por la vía judicial puede demorarse incluso durante varios años.

Es por esta razón que para muchas personas que están desesperadas al ver que les han ocupado la vivienda, sólo encuentran solución en este tipo de empresas que repetimos, no son ilegales aunque actúan siempre al límite de la ley.