Parece La Toscana pero es Cataluña: la zona de España que cuenta con su propia Torre de Pisa
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Italia es uno de los destinos más codiciados por los viajeros de todo el mundo. Su historia, cultura y gastronomía la convierten en un lugar de ensueño, con ciudades como Roma, Florencia, Venecia o Pisa que albergan verdaderos tesoros arquitectónicos y artísticos. La región de la Toscana, famosa por sus paisajes de colinas ondulantes, viñedos y olivos, ha sido cuna del Renacimiento y hogar de genios como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel. Sin embargo, lo que pocos saben es que en España existe un rincón con un encanto similar, conocido como la Toscana Catalana.
Situada en la provincia de Gerona, más concretamente en la comarca del Bajo Ampurdán, esta región ofrece una experiencia visual y cultural que evoca a la famosa Toscana italiana. Éste idílico territorio, caracterizado por sus paisajes de postal, cuenta con pequeños pueblos medievales bien conservados, colinas cubiertas de viñedos y campos de olivos que se extienden hasta donde alcanza la vista. El Bajo Ampurdán es un destino que combina historia, naturaleza y gastronomía, atrayendo tanto a turistas nacionales como internacionales. Para quienes buscan una escapada con esencia mediterránea, pero con una identidad propia, este enclave es una opción perfecta.
Un viaje al pasado en la Toscana Catalana
El Bajo Ampurdán es una comarca que invita a recorrer sus encantadores pueblos medievales, cada uno con su propia historia y belleza particular. Uno de los más representativos es Pals, una localidad con construcciones de piedra dorada y una atmósfera que transporta a otras épocas. Sus plazas, torres y murallas son testigos del pasado, haciendo de este lugar un punto imprescindible en la ruta medieval de la zona.
Otro destino que merece especial atención es Púbol, un pequeño pueblo que alberga el famoso Castillo de Púbol. Este castillo, que fue un regalo de Salvador Dalí a su esposa Gala, es una joya arquitectónica que refleja la excentricidad y el genio del artista. En la actualidad, el edificio es un museo que permite a los visitantes conocer más sobre la relación entre Dalí y Gala, así como admirar el particular estilo decorativo del pintor.
Siguiendo con la ruta, nos encontramos con Monells y Peratallada, dos municipios que conservan su esencia medieval y ofrecen paisajes de postal. En Monells, su plaza porticada y las calles empedradas han sido escenario de numerosas películas y se han convertido en uno de los rincones más fotografiados de la región. Por otro lado, Peratallada destaca por su impresionante castillo, sus murallas bien conservadas y su entramado de callejuelas que transportan a otra época.
Por su parte, Madremaña y Cruilles, dos municipios que conservan su esencia medieval y paisajes encantadores. Madremaña, con sus callejuelas de piedra y casas de tonos ocres, parece detenido en el tiempo y ofrece vistas espectaculares del entorno rural. Mientras, Cruilles, destaca por su imponente torre románica, vestigio de un antiguo castillo, y por la tranquilidad que se respira en su núcleo histórico.
Finalmente, el campanario de la iglesia de Santa Eugenia de Nerellá, una estructura que recuerda a la famosa Torre de Pisa, es otro punto clave del recorrido . Situada en la comarca de la Cerdaña, esta torre románica del siglo XII tiene una inclinación de 1,20 metros y alcanza los 18,5 metros de altura.
La razón de su peculiar inclinación se debe a un asentamiento desigual del terreno sobre el que fue construida, lo que con el tiempo ha generado esta curvatura llamativa. El entorno natural es impresionante, ya que la iglesia se encuentra rodeada de montañas y paisajes pirenaicos.
Naturaleza y Gastronomía
Más allá de su riqueza histórica, el Bajo Ampurdán ofrece un entorno natural excepcional. Sus colinas suavemente onduladas están salpicadas de viñedos, cipreses y olivares, creando un paisaje digno de una pintura renacentista. Esta riqueza natural se traduce en una gastronomía de alta calidad, con productos autóctonos que se han convertido en verdaderos emblemas de la zona.
Los vinos con denominación de origen Ampurdán son una muestra del legado vitivinícola de la región, ofreciendo variedades típicas como la garnacha y el cariñena. Además, el aceite de oliva producido en estos campos es altamente valorado por su sabor y pureza.
La cocina de la Toscana Catalana se basa en la tradición mediterránea, combinando productos del mar y de la montaña. Platos como el «suquet de peix» (un guiso de pescado con patatas y sofrito), el «arroz a la cazuela» o los embutidos caseros son algunas de las delicias que se pueden degustar en los restaurantes locales. Además, la proximidad de la región con la Costa Brava permite disfrutar de pescado y mariscos frescos, que se suman a la excelente oferta culinaria del lugar.
En resumen, para quienes sueñan con la Toscana pero buscan un destino cercano, el Bajo Ampurdán es una alternativa ideal. Sus pueblos medievales, viñedos y olivares crean un paisaje encantador. Su riqueza histórica, cultural y gastronómica enamora a cada visitante, revelando joyas ocultas como su propia «torre inclinada» catalana.