Ni aceite ni sal: el increíble truco del chef José Andrés para que la pasta quede mucho más sabrosa
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La pasta es uno de esos alimentos que nunca pasa de moda. Desde una sencilla comida entre semana hasta una cena especial, siempre se presenta como una opción versátil y deliciosa.
Sin embargo, aunque muchos creen que ya no hay secretos en torno a su preparación, un reconocido chef español ha demostrado lo contrario.
Cómo saltear la pasta en seco antes de hervirla para potenciar su sabor
El chef José Andrés, referente mundial tanto por su innovación en la cocina como por su labor social con World Central Kitchen, reveló un truco que rompe con la rutina culinaria: saltear la pasta en seco antes de sumergirla en agua.
El procedimiento es tan fácil como colocar la pasta en una cazuela amplia, sin añadir líquidos, y dejarla tostar durante unos minutos a fuego medio. El resultado es un aroma que recuerda a los frutos secos y un sabor más profundo, capaz de transformar incluso las recetas más sencillas en otras más extraordinarias.
Lo interesante de esta técnica es que no requiere grandes cambios en la rutina de la cocina. Basta con dedicar un par de minutos extra antes de hervir la pasta en agua. De esta forma, se logra un plato con matices más complejos y una base que enriquece cualquier salsa posterior.
Otros consejos para cocinar la pasta
Cocinar pasta puede parecer sencillo, pero los pequeños detalles marcan una gran diferencia en el resultado final. Lo primero es el agua: muchos cocineros aficionados la echan «a ojo», pero la proporción correcta es clave. Según Pastas Gallo, lo ideal es usar 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
La sal también tiene su momento perfecto. Es recomendable añadirla cuando el agua ya esté hirviendo, ya que el agua salada alcanza temperaturas más altas y ayuda a que la pasta se cocine de manera uniforme. La cantidad sugerida es de entre 12 y 15 gramos de sal gruesa por litro de agua, evitando así que el plato quede demasiado salado.
Elegir la olla adecuada también influye en la textura. Se recomienda una olla amplia, donde la pasta tenga espacio para moverse y no se apelmace durante la cocción.
Para algunos tipos de pasta, especialmente las largas o frescas, una pequeña gota de aceite de oliva virgen extra en el agua puede ayudar a que no se pegue, aunque no es imprescindible.
El momento de añadir la pasta es otro punto esencial: siempre debe incorporarse cuando el agua esté en plena ebullición y la sal ya se haya disuelto. Durante la cocción, mantener el fuego alto evita que el proceso se interrumpa.
Por último, al escurrir la pasta evita enjuagarla con agua, ya que esto resta sabor y elimina la sal que ha absorbido. Lo ideal es integrarla inmediatamente con la salsa o saltearla brevemente con la guarnición.
Si deseas echarle queso, lo mejor es añadirlo al final o servirlo aparte, rallado al momento, para que se funda mejor y potencie el sabor de cada plato.