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Frases de Stanislaw Lem en el día de su muerte

Frases de Stanislaw Lem en el día de su muerte
Frases de Stanislaw Lem en el día de su muerte

Un 27 de marzo de 2006 muere el escritor Stanislaw Lem, que aunque iba para médico e investigador, destaca por su legado de escritor por sus diferentes obras. Descubrimos las frases de Stanislaw Lem en el día de su muerte.

De entre sus obras destaca Solaris, la más famosa que se edita en 1961.

Los manicomios siempre han destilado el espíritu de la época. Todas las deformaciones, las jorobas psíquicas y las excentricidades están tan diluidas en la sociedad que resulta difícil percibirlas, pero aquí, concentradas, revelan claramente el rostro de los tiempos que vivimos. Los manicomios son los museos de las almas…

Nos posamos aquí tal como somos en realidad, y cuando la página se vuelve y nos revela otra realidad, esa parte que preferimos pasar en silencio, ya no estamos de acuerdo.

Por razones morales soy un ateo, por razones morales. Usted le reconoce a un creador su creación y preparar el mundo para ello, yo prefiero no seguir ese camino creado por alguien que cree que otro lo creo.

¡Qué hermosa era! Y yo, terriblemente preciso, aún en sueños, acechando los movimientos del sol, esperando ver aparecer el hoyuelo en aquel sitio insólito, un poco por debajo de la comisura de los labios.

Quizás el océano había logrado trastocar mi cerebro, me había sumergido en un mar de alucinaciones y, si era así, resultaba inútil malgastar las fuerzas en vanos intentos por resolver tantas adivinanzas, por desvelar el misterio de tantas realidades inexistentes.

Un hombre que durante toda una semana no hizo más que golpearse la cabeza, tiene pocos motivos para estar orgulloso. frases de Stanislaw Lem

¿Resignarse entonces a la idea de ser un reloj que mide el transcurso del tiempo, ya descompuesto, ya reparado, y cuyo mecanismo tan pronto como el constructor lo pone en marcha, engendra desesperación y amor?

Un escritor nato y con talento, de metáfora rápida, sentido del humor y una absoluta falta de piedad. Y esto último es lo más importante, pues solo así, sin piedad, se puede describir cualquier acontecimiento, observándolo hasta sus capas más profundas. Impasibilidad absoluta.

Hoy día, el único terreno nuevo de actividad es el profetismo. Puesto que su arte es imposible de practicar, el profeta, es decir, el hombre que sabe de antemano que nunca será ni escuchado ni reconocido ni aceptado, debe conformarse a priori con el papel de mudo.

Entonces recordó la fosa común del cementerio. La muerte de la patria vencida no era más que una simple metáfora, pero aquella pequeña tumba militar no.

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