Muere Richard Serra, el escultor de la obra de 38 toneladas que perdió el Museo Reina Sofía

Richard Serra (1938-2024), el conocido escultor de obras monumentales hechas en acero inoxidable, ha fallecido este martes en su casa de Nueva York a los 85 años de edad a causa de una neumonía, según ha señalado su abogado John Silberman a The New York Times. Se despide el señor del acero, como le llamaban en el ámbito del arte internacional, y también el protagonista de una de las historias más surrealistas jamás escuchadas. El Museo Reina Sofía perdió una de sus esculturas de 38 toneladas, conformada por cuatro bloques monumentales de acero en 1990. El misterio sigue sin resolverse 30 años después.

Richard Serra, nacido en San Francisco en una familia formada por una madre ucraniana y un padre español, ha sido un artista que ha expuesto sus obras en los principales espacios museísticos del mundo, entre ellos el Museo Guggenheim de Nueva York y Bilbao, y en el Museo Reina Sofía de Madrid, entre otros. Y fue, precisamente, con este último centro de arte estatal con el que Richard Serra protagonizó la gran anécdota del arte español, no siempre conocido por el gran público, al menos hasta la publicación del libro Obra maestra, de Juan Tallón, donde el autor trata la pérdida de la escultura Equal-Parallel-Guernica-Bengasi de 38 toneladas hecha en acero oxidado por parte del Museo Reina Sofía, aunque sin llegar a ninguna conclusión sobre su paradero.

¿Es posible que una escultura de 38 toneladas no aparezca? Es posible, y así sucedió. En 2006, el Museo Reina Sofía de Madrid comunicó que la escultura que Richard Serra había hecho para la inauguración del centro en 1986 «se había perdido». Esta pérdida, que nadie se explica, debido a su tamaño y a su peso, sobre todo, es uno de los episodios más increíbles e inverosímiles de la gestión cultural española, sobre todo porque aún hoy, más de 30 años más tarde, aún no se sabe qué sucedió.

Equal-Parallel: Guernica-Bengasi (Igual-paralelo: Guernica-Bengasi) fue una escultura creada específicamente para el Museo Reina Sofía en el marco de la exposición Referencias. Un encuentro artístico en el tiempo. La escultura está constituida por cuatro bloques macizos de acero, dos de los cuatro bloques son cuadrados, mientras que los otros dos son rectángulos de la misma profundidad. Están separados por un importante espacio, con el fin de que el espectador tenga una experiencia de espacio y forma, ya que puede caminar entre los bloques.

La pista sobre la escultura de Richard Serra se perdió en 1990, cuando el Museo Reina Sofía aún no tenía la etiqueta de nacional. Compró la escultura por 37 millones de pesetas, la expone en 1990 y al finalizar la muestra, no puede mantener la obra en las instalaciones del museo. Es entonces cuando se contratan los servicios de la empresa Macarrón, dedicada a la custodia de objetos de amplio valor artístico por un importe de 10 millones de pesetas, y la escultura se deposita en una nave en Arganda del Rey, en Madrid, por un plazo de cinco años.

Pasó el tiempo y Macarrón, que fue una empresa familiar histórica que se encargó, por ejemplo, de evacuar las obras de arte del Museo del Prado durante la Guerra Civil, quiebra en 1995 por los impagos de servicios prestados, entre ellos los de la propia Administración. De hecho, nos consta el pago de dicha factura de 10 millones de euros por parte del Reina Sofía.

Tallón relata que «por los impagos, adquiere deudas con la Seguridad Social y, por tanto, la Administración tampoco puede pagar a una empresa con estas deudas. Así que se da la tormenta perfecta para que la empresa Macarrón, que custodiaba la obra, se fuera a la quiebra; mientras que el Museo Reina Sofía tampoco se preocupaba de recuperar la obra de Richard Serra».

Y debe ser ahí, en ese proceso de custodia, impagos, quiebras y embargos cuando desaparece una escultura de 38 toneladas.

En 2006, ABC publica la desaparición de la obra de Richard Serra y la Policía comienza a investigar la pérdida increíble de una escultura de 38 toneladas. Y como si se la hubiera tragado la tierra, se determina que sencillamente no está, ha desaparecido y se desconoce su paradero. Aquello fue un escándalo importante, nadie se explicaba cómo un museo como el Reina Sofía había perdido una obra de ese volumen.

La obra de Richard Serra se esfumó en el aire, el Museo Reina Sofía aceptó la pérdida y encargó una nueva obra duplicada al escultor. Éste aceptó, 100.000 euros por delante, hacer una nueva escultura, pero no como copia, sino como obra original, a pesar de llevar el mismo molde. Pero este es otro debate.

Hoy estos bloques de acero oxidado, hechos por segunda vez y tan característicos de este escultor estadounidense, están expuestos en una de las salas del museo. Una obra, cuya instalación en el interior, conllevó el derribo de parte de la fachada del edificio y su posterior levantamiento.

2024, ha muerto Richard Serra y ni rastro de la obra original Equal-Parallel: Guernica-Bengasi del Museo Reina Sofía. 38 toneladas de magia.

@MaríaVillardón