Caso de la DANA

Una víctima de la DANA revela que el marido de la juez se entrometió en su declaración: «Apunta eso»

El magistrado estuvo presente durante todo el interrogatorio dando instrucciones

valencia
Ignacio Martínez

Una víctima de la DANA ha confirmado la presencia presuntamente irregular del marido de la juez instructora durante su declaración. Jorge Martínez Ribera, magistrado supuestamente ajeno al caso, estuvo «de pie» durante los 15 minutos que duró el interrogatorio y en «dos ocasiones» le dijo a su esposa que apuntara información que consideraba «importante».

El testimonio corrobora las denuncias sobre la injerencia del marido de Nuria Ruiz Tobarra en el procedimiento judicial. «Conforme yo iba hablando alguna cosita, pues iba y le decía: Pues mira, apunta esto», ha explicado la víctima en conversación telefónica con OKDIARIO.

La afectada ha precisado que Jorge Martínez «estaba de pie» durante toda la declaración y que «no hablaba nada», limitándose a «escuchar». Sin embargo, en momentos puntuales intervenía para señalar a la juez aspectos que consideraba relevantes.

«En dos ocasiones decía: Apunta esto. Como que lo veía importante y no quería «que se perdiera esa información», ha relatado la víctima que perdió a un familiar en la trágica DANA. El magistrado permanecía «ahí, escuchando» mientras su esposa formulaba las preguntas, insiste.

La víctima ha confirmado que el marido de la juez no sólo estuvo presente durante su declaración, sino que «siguió ahí» cuando ella terminó y «entró otra persona». Esta circunstancia evidencia una presencia sistemática en las diligencias del juzgado.

El interrogatorio duró aproximadamente 15 minutos, según ha recordado la afectada. Durante todo ese tiempo, Jorge Martínez Ribera permaneció en la sala pese a tratarse de una comparecencia a puerta cerrada en la que sólo podrían entrar los del juzgado.

La víctima ha señalado que «ella en principio fue la que me hizo todas las preguntas», refiriéndose a Nuria Ruiz Tobarra. Junto a la juez se encontraba también «una chica que es la que escribía», en referencia a la funcionaria encargada de transcribir las declaraciones.

La afectada no ha mostrado especial preocupación por la presencia del magistrado. Considera que ante un tema tan delicado es normal recurrir a cuantas más oídos y ojos mejor. No obstante, ya hay denuncias sobre que un juez supuestamente más experimentado se cuele en un juzgado que no es el suyo aunque sea para ayudar a su esposa.

Su percepción contrasta con la alarma expresada por las partes personadas, que consideran la situación como una «intromisión indebida» que podría viciar el procedimiento.

El testimonio se suma a las evidencias recogidas por OKDIARIO sobre la presencia irregular de Jorge Martínez Ribera en el caso de la DANA. Las fotografías publicadas por este periódico han mostrado al magistrado en la sala de vistas conversando con funcionarios judiciales.

Escalada de denuncias

El sindicato Manos Limpias ha presentado una querella por prevaricación judicial contra Nuria Ruiz Tobarra, solicitando que declaren tanto la juez como su marido. Miguel Bernad, secretario general del sindicato, ha cuestionado «¿Cómo es posible que la juez tenga de coadyuvante a su marido?».

Por su parte, Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha  dado el primer paso para la admisión a trámite de la querella contra la juez. Según la diligencia de ordenación del 21 de julio, el procedimiento ha quedado registrado con el número 52/2025 y se ha designado magistrado ponente más otros dos compañeros para formar sala.

El tribunal ha requerido al sindicato de Miguel Bernad que complete la documentación en un plazo de diez días, al considerar insuficiente la descripción genérica del poder especial para interponer querella, que debe ser «concreto para la prosecución de un hecho punible determinado».

La defensa de la ex consellera Salomé Pradas ha elevado una queja al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) denunciando la «posible intervención de personas ajenas al procedimiento judicial». Eduardo de Urbano ha solicitado la suspensión temporal de la magistrada.

Las irregularidades procesales han generado un escándalo que amenaza con empañar la investigación de la tragedia del 29 de octubre. Fuentes jurídicas consideran que esta injerencia sería «abiertamente contraria a Derecho» y podría constituir «causa de nulidad».

La presencia de Jorge Martínez Ribera durante las declaraciones contraviene supuestamente las normas procesales que establecen el carácter reservado de las diligencias de instrucción. Solo pueden acceder a ellas las partes personadas y los funcionarios del juzgado.

El magistrado, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Valencia, carece de competencia alguna en el procedimiento que dirige su esposa. Su intervención orientando la toma de declaraciones constituye una irregularidad sin precedentes en la jurisprudencia española.

Fuentes consultadas han expresado su perplejidad por la descarada actuación de la pareja de magistrados. La situación ha generado una intensa rumorología en la Ciudad de la Justicia de Valencia, donde ambos ejercen sus funciones.

El escándalo judicial amenaza con tener consecuencias irreversibles para una investigación que afecta a las más altas instancias de la Generalitat Valenciana. La credibilidad del procedimiento podría quedar en entredicho mientras aumentan las presiones para apartar a la magistrada del caso.

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