El Defensor del Pueblo abre una queja por el «caos» de trenes de cercanías valencianos
El Defensor del Pueblo de España ha decidido abrir una queja por el «caos» de los trenes de cercanías en la Comunidad Valenciana, según el portavoz adjunto del Grupo Popular en las Cortes Valencianas Miguel Barrachina, impulsor de la citada queja. La decisión del defensor se produce después de «haberse superado el plazo facilitado a Renfe para que informara de cualquier avance relevante en el proceso de normalización del funcionamiento ferroviario de Cercanías de Valencia». Por ello la institución requiere ahora a Renfe información actualizada sobre dichas actuaciones. El escrito del Defensor del Pueblo viene rubricado por la adjunta Segunda de la institución Patricia Bárcena.
La queja que ha dado origen a esta investigación se remonta a diciembre de 2021 y fue impulsada por Miguel Barrachina por la reducción del servicio público de cercanías en la Comunidad Valenciana y, muy especialmente, en el tramo Valencia-Castellón. Barrachina denunciaba que se había pasado de 347 trenes diarios a 272, según consta en la citada queja, «además de numerosas supresiones de trenes diarios», que a decir de Barrachina podían alcanzar la cifra de 100 trenes menos al día.
Una situación agravada, «dada la crisis sanitaria que padecemos», y en la que, según la citada queja, «se está exponiendo a los usuarios», dado que «la reducción de frecuencias supone un incremento notable de la ocupación de los trenes que circulan, llegando algunos de ellos a una situación calificable como de hacinamiento». El Defensor del Pueblo, en función de esta queja, preguntó a Renfe acerca de las actuaciones que había levado a cabo, pero al carecer de respuesta ha decidido proceder a la investigación.
Todo ello, se produce en un momento especialmente sensible, ya que Metrovalencia cortó ayer varias líneas de metro por diferentes obras. Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana puso en marcha un servicio sustitutorio de autobuses, pero la falta, precisamente, de autobuses, para atender a todos lo usuarios de la línea 3, una de las afectadas, entre Alboraya y Rafelbuñol originó aglomeraciones y retrasos y, con ello, nuevas quejas.
Esto último, ha llevado hoy a Miguel Barrachina a sostener que «al caos en las cercanías se une la falta de planificación de Ferrocarriles de la Generalitat, que no dota de servicios complementarios suficientes cuando cierra una obra y abre otra, tal como ocurrió ayer».