‘Azud’, Oltra y Francis Puig: los 3 casos que hacen tambalearse al Gobierno valenciano
El socialista Ximo Puig culminó hace 15 días la remodelación de la cuota socialista del Gobierno valenciano. Esa remodelación debía dar un «nuevo impulso» al Ejecutivo hasta las Elecciones. Pero, cuando apenas han transcurrido 15 días, se han sumado tal cantidad de revelaciones en torno a tres casos concretos que ya se cuestiona la continuidad del Gobierno valenciano hasta mayo del próximo año, si bien según las fuentes consultadas y salvo que ocurra un auténtico desastre no habrá movimientos, al menos, hasta después de las elecciones andaluzas y siempre en función de los resultados de éstas. Esos tres casos son ‘Azud’, el que afecta a Francis Puig, el hermano de Ximo Puig, y el concerniente a la posible imputación de la vicepresidenta primera y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra. El que verdaderamente está afectando a la moral del presidente valenciano es el que atañe a su propio hermano.
En el ‘caso Azud’ se investigan los presuntos pagos y cobros irregulares a cambio de supuestos favores urbanísticos. Inicialmente, en el entorno del Ayuntamiento Valencia, pero también hay otros municipios y comunidades supuestamente afectados. El principal imputado de la trama es el empresario Jaime Febrer, en cuya defensa participa el ex síndico socialista en las Cortes Valencianas Manuel Mata. En el caso que afecta a Francis Puig, hermano de Ximo Puig, lo que se investiga son supuestas irregularidades en torno a las subvenciones recibidas de la propia Generalitat Valenciana.
El tercero de los casos que ha puesto en jaque al Ejecutivo de Ximo Puig es la posible imputación de Mónica Oltra solicitada por el titular del Jugado de Instrucción Número 15 de Valencia al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), que investiga si cargos y/o personal de la Consejería de Mónica Oltra ‘taparon’ supuestamente las denuncias de la menor abusada por el ex marido de la vicepresidenta valenciana.
Los socialistas están intentando poner cierta distancia con el caso de Mónica Oltra. Recientemente, han recordado que que ellos ya tuvieron que adoptar ciertas decisiones en otros casos, como el del ex presidente de la Diputación de Valencia, que no fueron fáciles. Se suma esta opinión a otra que provocó la salida en tromba de Compromí, el partido de Mónica Oltra, en aquel caso de la consejera de Justicia, Gabriela Bravo, quien en otra entrevista dejó entrever que si la situación judicial de Oltra se agravaba, ella, en su caso, optaría por marcharse.
Esta estrategia no sirve a los socialistas para los otros dos casos: ‘Azud’ y el del hermano del presidente Ximo Puig. Porque le dan de lleno. El ‘caso Azud’ fue el que provocó la remodelación del Gobierno valenciano a mediados de este mes de mayo. El hasta entonces síndico popular en las Cortes Valencianas Manuel Mata tuvo que abandonar todos sus cargos institucionales y orgánicos para centrarse en la defensa de Jaime Febrer, el principal imputado en la causa. La estrategia socialista pasaba por sacar cualquier posible relación con el caso de las instituciones, aunque en este caso fuera la mera defensa jurídica de un presunto implicado. Vano intento.
Los acontecimientos se han precipitado. Las revelaciones del sumario de ese ‘caso Azud’, que han vuelto a la actualidad, por un lado, y la comparecencia en sede judicial de Francis Puig en lo que afecta al caso del hermano del presidente valenciano han desencadenado un nuevo terremoto cuyas consecuencias son ahora mismo impredecibles.
La gestión del Gobierno ha pasado a un segundo o tercer plano. Como lo prueba que la presentación del proyecto de la Ciudad de Justicia en Alicante, ayer, pasó prácticamente desapercibida y sólo fue noticia por la resistencia de Puig a hacer declaraciones a los medios, que querían preguntar acerca cuestiones, relacionadas, precisamente, con ‘Azud’ y Francis Puig.
No obstante, Ximo Puig mantiene su agenda y hoy mismo tanto él como Mónica Oltra tienen previsto asistir a la entrega de unos premios de periodismo en Valencia. Pero, ahora mismo, la tensión es máxima. Si Oltra, que ya está personada en la causa que le afecta, resulta imputada, la legislatura, de facto, habrá terminado. Tanto por el golpe que supondría para el propio Gobierno valenciano como porque ella es el alma de la Coalición Compromís y su liderazgo interno es incuestionable, aunque algunos dirigentes ya estén preparando sus estrategias por si eso se produce, como ha venido contando OKDIARIO.
Si cualquiera de los otros 2 casos, los que afectan al PSOE, cercaran más al entorno de Ximo Puig también afectaría gravemente al futuro de la legislatura, aunque la estrategia pasa por seguir hacia adelante. Hay otro dato más y es relevante. Entre los 2 casos que apuntan a la estabilidad de los socialistas valencianos, en la esfera puramente anímica, el que más está afectando al presidente valenciano no es ahora mismo ‘Azud’, pese a lo que se pueda pensar, sino el de su propio hermano. «No lo aguanta», han llegado a expresar de modo gráfico algunas fuentes. Ese es el que verdaderamente le está doliendo y ante el que se está mostrando, siempre en la esfera anímica más vulnerable porque afecta supuestamente a varios miembros de su familia.