Revolución a la vista en la minería: investigadores finlandeses logran reciclar plata sin usar químicos agresivos
Aunque no se hable en los medios tradicionales del tema, el debate de reciclar plata de forma más segura y eficiente ocupa un lugar cada vez más relevante en la industria minera y tecnológica. Y es que la creciente demanda del metal, impulsada por sectores como la electrónica y la energía solar, contrasta con los límites ambientales y regulatorios de los métodos clásicos de extracción.
En paralelo, la idea de aprovechar residuos urbanos como fuente de materias primas va ganando de a poco espacio en la agenda científica. Bajo ese marco, reciclar plata deja de ser solo una cuestión de costes y pasa a integrarse en estrategias más amplias de sostenibilidad, reducción de riesgos y aprovechamiento de materiales ya disponibles.
¿Cómo es la nueva forma de reciclar plata sin métodos tradicionales?
Un grupo de investigadores de Finlandia presentó un procedimiento que modifica el enfoque habitual para reciclar plata, al prescindir de reactivos considerados agresivos. El primer paso del método consiste en disolver el metal mediante moléculas orgánicas simples, relacionadas con aceites de uso cotidiano, y un agente oxidante común.
Tras este avance, el estudio fue publicado en la revista ‘Chemical Engineering Journal’, donde se detalla cómo la combinación de ácidos grasos y peróxido de hidrógeno permite llevar la plata a una solución líquida en condiciones suaves.
Este planteamiento se distancia de la lixiviación con cianuro, utilizada durante más de un siglo y sometida a una presión regulatoria creciente por su toxicidad, comprobada en diversos estudios.
El resultado abre una vía alternativa para reciclar plata desde residuos y también desde metales ya procesados, integrando el concepto de minería urbana, que busca recuperar recursos desde productos descartados en lugar de explotar nuevos yacimientos.
Ácidos grasos y luz visible: los dos pilares de esta investigación finlandesa
En el laboratorio, el equipo trabajó con ácidos grasos, compuestos orgánicos presentes en numerosos aceites vegetales. Al entrar en contacto con la plata metálica y con una solución de peróxido de hidrógeno al 30 %, la superficie del metal se oxida y pasa a la fase líquida como ion positivo.
Los ensayos mostraron que la solución podía contener hasta un 4,6 % de su propio peso en plata disuelta, con velocidades de disolución de hasta 1,62 moles por metro cuadrado de superficie metálica por hora. Durante este proceso, la plata forma carboxilatos, sales resultantes de la unión entre el metal y los grupos ácidos.
Para recuperar el material, se añadió acetato de etilo, lo que provocó la cristalización de estos compuestos y permitió separar el ácido no utilizado, que puede ser reutilizado. De este modo, el sistema se orienta a reciclar plata con menor generación de residuos químicos.
De la disolución al metal reutilizable: los pasos que ejecutaron para reciclar plata
Una vez obtenidos los cristales de carboxilato de plata, los investigadores aplicaron un segundo paso basado en fotoreducción. En un reactor, expusieron el material a luz visible emitida por lámparas fluorescentes compactas de 30 vatios, con longitudes de onda entre 400 y 650 nanómetros.
La energía luminosa permitió que los iones de plata recuperaran su forma metálica. El peróxido de hidrógeno actuó nuevamente como oxidante, con la ventaja de descomponerse finalmente en agua y oxígeno, sin dejar contaminantes persistentes.
El proceso concluyó con la obtención de partículas metálicas finas, filtrables y pesables, listas para ser utilizadas de nuevo en fabricación o para iniciar otro ciclo. Así se cierra un circuito pensado para reciclar plata de manera continua y controlada.
Sobre la minería urbana y la presión existente sobre el suministro mundial
Actualmente, solo alrededor de una quinta parte del suministro mundial de plata procede del reciclaje, a pesar de que muchos dispositivos electrónicos contienen recubrimientos o contactos ricos en este metal.
El equipo finlandés aplicó su técnica a plásticos de conexión de teclados recubiertos de plata, logrando separar el metal de sustratos complejos sin afectar de forma significativa a otros componentes.
«La recuperación de plata a partir de materiales de desecho se está volviendo cada vez más importante para garantizar el suministro de este metal precioso», afirmó el investigador Anže Zupanc, responsable del trabajo. La declaración subraya la necesidad de integrar procesos que permitan reciclar plata desde flujos de residuos cada vez más abundantes.
La relevancia del avance se acentúa en el sector fotovoltaico, donde el uso de plata en pastas conductoras alcanzó más de 193 millones de onzas en 2023. A medida que la electrificación avanza, disponer de métodos menos riesgosos para recuperar este metal puede aliviar la presión sobre las minas tradicionales y reducir la exposición ambiental asociada a su extracción.