Las plantas nanobiónicas, el futuro de la electricidad
La película Avatar presume de ser una de las grandes obras maestras, a nivel visual, de la historia del cine. Un largometraje en el que la naturaleza tiene una presencia fundamental y donde las plantas se caracterizan, entre otras cosas, por la luz propia que pueden llegar a emitir. Pues bien, parece que la famosa película de James Cameron ha sido el modelo a seguir por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en la creación de uno de los descubrimientos del año: las plantas nanobiónicas . Te lo contamos.
Plantas con luz propia
No es una broma, las plantas nanobiónicas son una realidad y sí, pueden brillar en la oscuridad. Un proyecto inaudito basado en la incorporación de nanopartículas de luciferasa y coenzima en cada una de las hojas de la planta de berros. A partir de aquí solo hay que esperar a que llegue la oscuridad, y la planta quedará iluminada de una forma completamente autónoma durante un máximo de cuatro horas. La clave del proyecto es conseguir que las plantas nanobiónicas se conviertan en las sustitutas perfectas de los típicos flexos y lámparas pequeñas que se utilizan en el espacio de trabajo.
«La idea es hacer una planta que funcione como una lámpara de escritorio, una lámpara que no se tenga que enchufar. La luz es impulsada finalmente por el metabolismo energético de la planta», afirma Michael Strano autor principal del estudio. Un novedoso invento que también puede aplicarse a la iluminación artificial de baja intensidad o la imposición de las plantas nanobiónicas en lugar de las farolas.
Sustituir lo convencional
El objetivo clave de este novedoso proyecto radica en la sustitución de los aparatos eléctricos convencionales. El progreso tecnológico quiere permitir que las plantas nanobiónicas puedan ejecutar todas y cada una de las funciones que suelen realizar dispositivos tan importantes como linternas, farolas, lámparas o flexos. Conseguir una energía más limpia es uno de los propósitos más importantes que se han propuesto conseguir los científicos y, sin duda, las plantas nanobióticas se enmarcan como la mejor solución. «Las plantas pueden autorrepararse, tienen su propia energía y ya están adaptadas al entorno exterior, Creemos que esta es una idea a la que le ha llegado el momento. Es un problema perfecto para la nanobiónicas de plantas», concluye Strano.