Nueva computadora cuántica para servidores

El Departamento de Física Experimental de Innsbruck ha logrado construir un demostrador para una computadora cuántica compacta de trampa de iones. La Universidad de Innsbruck, en Austria, lleva ya tres décadas en el trabajo de base fundamental para la construcción de computadoras cuánticas.

Computadoras cuánticas para uso de servidores

Thomas Monz, de la Universidad de Innsbruck, asegura que los experimentos realizados hasta el momento se han realizado en laboratorios, que, por lo general, superan los 50 metros cuadrados de espacio ocupado por tecnologías y elementos específicos.

El nuevo dispositivo reúne todas las particularidades y características en el espacio más pequeño posible, al mismo tiempo que cumple con todos los estándares utilizados en la industria.

Este desarrollo tiene como objetivo demostrar que las computadoras cuánticas, más pronto de lo esperado, estarán listas para su uso en centros de datos.

Según afirma Christian Marciniak, del equipo de Innsbruck, se ha demostrado que la compacidad no tiene que estar vinculada con la funcionalidad. El equipo pudo reducir significativamente de tamaño los bloques de construcción individuales de la primera computadora cuántica del mundo

La trampa de iones, por ejemplo, pieza central de la computadora cuántica, ocupa en el nuevo diseño, una pequeñísima fracción del espacio requerido anteriormente.

Este particular dispositivo fue proporcionado a los investigadores por la empresa asociada Alpine Quantum Tchnologies (AQT), con la Universidad de Innsbruck y la Academia de Ciencias de Austria, que tienen como objetivo lateral la construcción de una computadora cuántica de carácter comercial. Otros componentes imprescindibles fueron aportados por el Instituto Fraunhofer de Óptica e Ingeniería de Precisión, y la empresa especializada láser TOPTICA Photonics de Munich, Alemania.

Estabilidad y seguridad garantizada

La computadora cuántica compacta puede ser operada de forma autónoma y pronto será programable en línea, aseguran voceros de la Universidad.

Uno de los desafíos principales y más relevantes era asegurar la estabilidad de la computadora. Los dispositivos cuánticos son altamente sensibles y en el laboratorio contaban con protecciones especiales para cualquier tipo de perturbación que pudiera ocurrir.

El equipo de Innsbruck ha conseguido aplicar este estándar de calidad al nuevo dispositivo compacto, lo cual garantiza un funcionamiento seguro e ininterrumpido. Además de la estabilidad, un factor decisivo para el uso industrial de una computadora cuántica es la cantidad de bits cuánticos que realmente estarán disponibles.

En su reciente campaña de financiación del proyecto, el gobierno alemán estableció el objetivo de construir inicialmente computadoras cuánticas de demostración que contengan 24 qubits, unidad básica de información cuántica, completamente funcionales.

El proyecto cuenta con el apoyo financiero del Fondo Científico Austríaco FWF, la Agencia de Financiación de la Investigación FFG, la Unión Europea y la Federación de Industrias Austríacas del Tirol, entre otros organismos y empresas.