Cómo los colores y las tazas afectan el sabor del café

Tres estudios realizados de forma independiente y publicados recientemente en la revista científica Food Quality and Preference, muestran que los colores, las texturas y las tazas influyen en la percepción del sabor del café. Los investigadores afirman que todos estos factores influyen sensiblemente en la degustación y, por ello, deberían tenerse en cuenta para mejorar la experiencia de beber una taza de buen café.

Estudio de la forma de la taza del café

El llamado “estudio de la forma de la taza” se realizó en Brasil con 276 voluntarios, expertos y aficionados del café, quienes recibieron el café en tazas que se abrían en la parte superior, tazas con forma de tulipán y tazas con la mitad inferior en forma de bulbo.

Todos los participantes encontraron que el café servido en la taza con forma de tulipán era más intenso, mientras que la de forma de bulbo tuvo la calificación más baja entre los aficionados y la más alta entre los expertos.

Los investigadores Fabiana Carvalho de Brasil (Universidad de Sao Paulo) y Charles Spence, de Reino Unido (Universidad de Oxford) dijeron que los datos muestran que la forma de la taza afecta de forma significativa la percepción del sabor del café.

Estudio sobre el color de la taza de café

Otro estudio analizó el color de las tazas y cómo este influye en el sabor del café. En este caso, 457 consumidores probaron un café brasileño dulce clásico y un café ácido de Kenia en tazas de color blanco, amarillo, verde y rosa.

Primero, los participantes calificaron sus expectativas de dulzura y acidez, y luego sus experiencias y sus preferencias. Los resultados mostraron que el color de las tazas tuvo un impacto significativo en las calificaciones previas y posteriores.

En condiciones diferentes en cuanto al color de las tazas, los sabores disminuyeron de forma significativa. Los consumidores también afirmaron que, en la taza rosa, el café de Kenia era inesperadamente más ácido.

La textura de la taza cambia el sabor del café

En un evento de café se realizaron dos estudios, uno para consumidores y otro para profesionales, y en ambos se sirvió el café en tazas de cerámica lisa y rugosa.

Los profesionales encontraron que el café era más ácido si se servía en una taza áspera y los consumidores dijeron que el café en la taza suave era más dulce. Ambos grupos interpretaron el regusto como «seco» cuando bebieron de la taza áspera.

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