La presidenta del Parlament Laura Borràs sin mascarilla ni distancia social

Aunque debería predicar con el ejemplo, no lo hace. Tal es así que este domingo, coincidiendo con el tercer aniversario de la huelga general que el 3 de octubre de 2017 convocaron los independentistas, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha posado en varias fotografías incumpliendo todas las normas de las que nos hemos dotado para frenar la expansión de la pandemia. Una actitud que contrasta con la del resto de manifestantes que sí las cumplen.

Ha sido la misma cuenta oficial de Junts per Catalunya, el partido en el que milita Borràs, la que ha difundido la instantánea en la que se observa a la presidenta de la cámara catalana y al diputado Francesc de Dalmases, muy íntimo amigo de la jefa del parlamento, sin guardar ningún tipo de medida de prevención. Ambos van sin mascarilla y están abrazados a otros compañeros.

En la fotografía también se ve a los exconsejeros indultados Jordi Turull y Josep Rull sin mascarilla, aunque en este caso su actitud podría estar justificada ya que ambos llevan un vaso en la mano. Mientras se consume, dice la norma, no es necesario llevar la máscara protectora. Sin embargo ni Borràs ni Dalmases están consumiendo nada.

Una presidenta polémica

Investigada por varios delitos de corrupción política, Laura Borràs se tuvo que conformar con presidir el parlamento ya que su partido no le quería como vicepresidenta de la Generalitat hasta resolver su situación judicial. Y ahora, la CUP, puede darle la puntilla si se niega a reformar el reglamento de la cámara que obliga a cualquier diputado a dimitir en la apertura de juicio oral. Aunque ella maniobra para modificar eso, para perpetuarse en el cargo, si el juez le imputa antes de la modificación se vería obligad a dimitir. Es seguramente la dirigente de JXCat más cercana a Quim Torra -ambos procedían del activismo civil-, y también la que se acerca más a sus tesis radicalizadas.

Como presidenta del Parlament se caracteriza por tener un perfil muy duro y sectario, con una actitud muy hostil hacía los grupos de la oposición e incluso algunos miembros de ERC. A diferencia de sus antecesores en el cargo tiene una gran agenda mediática, llegando a eclipsar al presidente de la Generalitat Pere Aragonès, en su empeño de querer ser lo que no es. Con algunas de sus frases más famosas pronunciadas desde la presidencia del legislativo se han fabricado camisetas para el gozo de los independentistas. Y ella, cuando ve a alguno vestido con una frase suya, no duda en fotografiarse sonriendo y señalando sus palabras.