Pactos en Cataluña

Puigdemont ordena a Laura Borràs que se presente para presidir el Parlament

Laura Borràs accede así a los deseos de Puigdemont que le quiere fuera del próximo Govern para situar a personas de su confianza

Laura Borràs amnistía
Laura Borràs, en una foto de campaña. Foto: EFE
Joan Guirado

La candidata de Junts per Catalunya a la presidencia de la Generalitat, Laura Borràs, se tendrá que conformar con optar a presidir el Parlament. Tras quedar por detrás de Pere Aragonès en las urnas, ahora el ex president Carles Puigdemont le ha pedido que dé un paso atrás y renuncie a incorporarse en el Ejecutivo.

En una reunión que mantuvieron hace unos días en Waterloo (Bélgica), el líder de Junts per Catalunya le pidió a Borràs, con quien no tiene una gran sintonía, que presentase su candidatura a presidir el Parlament. Y así lo hará. De momento, no tiene asegurado el cargo. Si las cosas fueran como en la anterior legislatura, la Presidencia de la Cámara autonómica le tocaría a JxCAT, ya que ERC asumiría la de la Generalitat, pero en esta ocasión entra en juego la CUP.

Con Laura Borràs al frente del Parlamento catalán, Carles Puigdemont quiere desprenderse de una piedra en el zapato en la candidatura de los junteros. La todavía diputada en el Congreso, investigada por varios delitos de corrupción y pendiente de juicio, fue la más votada en las primarias que se celebraron poco antes de los comicios. Eso le daba la posibilidad de encabezar la lista. Aunque finalmente el número uno se lo quedó Puigdemont.

Electoralmente JxCAT vendió la candidatura como un tándem, el eurodiputado como candidato legítimo y ella como candidata efectiva, aunque ya muchos sabían que los deseos de Puigdemont no pasaban por ahí. Con una lista cremallera en las primeras posiciones el ex presidente quería a su mujer de confianza, Elsa Artadi, por delante de Borràs. La voluntad de la investigada de ser presidenciable y el aval de los militantes no quisieron que fuese así.

Con la presidencia del Parlament para Laura Borràs, Puigdemont pretende tensar un poco más las relaciones con el Estado. Sitúa a una persona con problemas en los tribunales al frente de la Cámara para que en cuestión de meses el independentismo pueda volver a la carga y a las movilizaciones por la posible inhabilitación y condena de cárcel de la segunda autoridad. Aunque lo suyo es un caso claro de presunta corrupción política.

Para lograr el bastón de mando del legislativo catalán Borràs no tiene suficiente con sus votos y los de ERC. La candidata juntera necesita, como mínimo, la abstención de la CUP, que también quiere optar a la Presidencia del Parlament para colocar en ella a Maria Dolors Sabater. En esta discusión de nombres se centra ahora misma el debate entre las fuerzas independentistas. Tienen de plazo hasta el 12 de marzo para ponerse de acuerdo.

Más allá de querer optar las dos al mismo cargo, la CUP es muy crítica en dar su apoyo a una persona investigada por la justicia. Los antisistema no han comprado el discurso de la investigada, que acusa a los tribunales de perseguirla por independentista. No comparten que una persona acusada de graves delitos de corrupción pueda ponerse al frente de la sede de la soberanía popular. Y sin su complicidad Borràs lo tiene complicado.

La capacidad que tenga ERC de acercar posiciones entre los dos partidos más antagónicos del separatismo, buscando una presidencia de consenso que permita sumar los votos de los tres partidos, será clave para saber si Pere Aragonès logra ser investido o no president de la Generalitat. ERC al final tendrá que decidir si regala el control del Parlament a JXCat o a la CUP. Los dos socios son importantes para ellos.

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