Una murciana dice que el pan con tomate no es catalán y los comentarios son para enmarcar

El pan con tomate no es catalán, es la teoría de una murciana que está segura de que tuvo un origen muy concreto. Cataluña se ha apropiado del pan con tomate, es casi un sacrilegio servir el pan sólo. En cualquier bocadillo se necesita de ese tomate rallado o directamente restregado sobre el pan, con un buen chorrito de aceite de oliva para que acabe teniendo el mejor sabor posible. Toda una maravilla de sabores y de texturas que debemos tener en cuenta.

Esa combinación es casi mágica. Por sí sola y con un buen pan, de esos de panadería de autor o de horno de leña es suficiente para triunfar. Un cambio de ciclo que realmente puede acabar siendo el que marque una diferencia importante en todos los sentidos. La gastronomía española es casi tan rica como la combinación de recetas que la forman y que pueden acabar siendo las que marquen la diferencia. El problema de estas recetas está en el origen de estas. Esta murciana ha encendido las redes con una teoría que ha dejado a los catalanes en shock.

El pan con tomate no es un plato catalán

Con denominación propia y siendo un básico de todas las casas de Cataluña, el origen del pan con tomate se ha convertido en un hecho que ha hecho arder las redes sociales. Esta murciana se ha atrevido a desafiar un origen que parece muy marcado.

Cataluña es algo más que Barcelona, aunque la capital es la que marca las directrices, debemos tener en cuenta que en el resto del territorio se dispone de una huerta envidiable. De hecho, mucha de la producción que surge de una agricultura que lucha por sobrevivir se destina en gran medida a las zonas del norte de Europa.

La buena calidad de los productos que aparecen en nuestra tierra son los que marcarán la diferencia en todos los sentidos. Varias variedades de tomates autóctonas son las que hacen de este plato estrella de la gastronomía catalana, un origen que puede acabar siendo el que marque una diferencia destacada.

Para esta murciana que, evidentemente, sólo ve lo que ha visto toda su vida, la huerta de su territorio, el pan con tomate tendría un origen muy marcado. Sería un invento gastronómico que trajeron consigo los trabajadores murcianos que llegaron a Cataluña.

Esta murciana enciende las redes con su teoría

@papeofoods El pan tumaca y su teoría murciana☀️#pantumaca #comida #pancontomate #murcia #cataluña ♬ Sex and the City (Main Theme) – Soundtrack Wonder Band

Desayunando una tostada de pan con tomate, esta murciana, no duda en dar a conocer su opinión, sobre el origen de un tipo de receta que puede ser la que encienda la polémica. Un buen básico que ha acabado siendo el que marque un antes y un después.

Sin duda alguna, la inmigración de fuera de Cataluña que llegó para trabajar en Barcelona y en general en un territorio en expansión, se ha convertido en la causante de varios cambios gastronómicos. Pero cuidado, porque según esta mujer, los murcianos trajeron consigo una receta que se convirtió en el símbolo de esta comunidad autónoma.

Los comentarios contra esta teoría por parte de catalanes no se han hecho esperar, son muchos los que no han dudado en decir la suya. Quizás nunca sabremos de dónde viene esta delicia, pero lo que es seguro es que está buenísima, sea de Murcia o de Cataluña.

Desde Barcelona Turisme nos dan las normas básicas que debemos tener en cuenta y que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta. Un cambio de ciclo que hasta el momento no teníamos en mente y ahora se ha convertido en toda una realidad. Toma nota del ritual que debes seguir para que tu pan con tomate te quede espectacular.

1. El pan. Es verdad que se puede hacer con todo tipo de panes, pero si lo que estáis buscando es el origen, la verdad y la tradición, escoged pan de payés. Ah, y muy importante, tiene que estar tostado.
2. Sal. Espolvorearla, según el gusto, sobre el pan antes de añadir el tomate, así se extenderá bien al restregarlo.
3. Tomate. Muy importante, utilizar tomàquet de ramallet o de penjar (tomate de rama o de colgar). Al estar colgados pierden acidez y la clásica agua de la pulpa, conservando así un sabor mucho más intenso. Cortarlos de forma transversal y restregarlos sobre el pan. Ya veréis que, una vez utilizados, prácticamente os quedaréis con su piel en la mano y el pan quedará bien mojado.
4. Aceite. El punto final. Obligatorio que sea de oliva virgen extra. Se puede escoger la variedad (arbequina, picual, picuda…) la intensidad según el gusto o los alimentos con los que vamos a acompañar el pan con tomate.

Como homenaje a estas teorías y a estos expertos, sólo te quedará probarlo y disfrutarlo de la mejor forma posible.