Denuncian el robo de un ordenador con documentación sensible en la central nuclear de Vandellós II
Un inspector del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha denunciado ante los Mossos de Esquadra el robo de un portátil que había dejado en su vehículo. Se trata de una mochila en cuyo interior había un ordenador con documentación confidencial sobre la central nuclear de Vandellós II, en Tarragona, y contactos de responsables políticos.
Fuentes de la policía catalana han confirmado que el inspector denunció los hechos el pasado jueves por la tarde. Detectó que le habían roto el cristal trasero de la puerta del coche en que se había desplazado a la central nuclear con motivo del simulacro anual de emergencia.
Esta persona trasladó a los agentes de la Policía autonómica que había aparcado su coche entre las cuatro y las seis de la tarde en la playa de Cristal, en Mont-Roig del Camp (Tarragona), junto a la central nuclear. Apuntó que en la parte trasera había dejado, sin posibilidad de verlo desde fuera, una mochila de color gris con el ordenador de trabajo, propiedad del CSN, con doble contraseña de seguridad.
Según los datos que detalló el inspector, que publica La Vanguardia, en el dispositivo se guardaban un gran número de contactos de responsables políticos y cargos públicos relevantes de distintas administraciones, así como información confidencial y reservada de la central nuclear.
El pasado jueves 16 de diciembre la central nuclear Vandellós II efectuó entre las 9.20 y las 13 horas el simulacro anual del Plan de Emergencia Interior de la instalación. Así lo detalló la central en un comunicado. Debido a la pandemia, el simulacro se desarrolló con un equipo reducido y se han evitado las prácticas en las que se hubiese necesitado una gran concentración de personas.
El ejercicio simuló un incendio con afectación al sistema de alimentación auxiliar y la caída de un elemento combustible en la piscina de combustible gastado. Todo ello acompañado de la pérdida de transmisión de datos con la Sala de Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear. Estas circunstancias acarrean a la declaración de emergencia del emplazamiento.
En los últimos días el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha informado también que se han desplegado 14 inspecciones a la central nuclear de Vandellòs II (Tarragona) durante el último año. Este pasado miércoles trasladó a los medios de comunicación la organización de una reunión donde la jefa de proyecto de la central, María Asunción Sala, contabilizó 11 inspecciones relacionadas al Plan Básico de Inspección, de las cuales tres fueron complementarias.
Una fue relativa a la grúa temporal de manejo de combustible o ‘reracking’; otra sobre las Instrucciones Técnicas Complementarias post-Fukushima y una última sobre fracción máxima de varillas falladas en accidente, recoge Europa Press. También expuso que durante 2020 todos los indicadores de funcionamiento estuvieron en verde, es decir, de «muy baja importancia para la seguridad», en el Sistema Integrado de Supervisión de Centrales Nucleares (SISC).
El alcalde de Vandellós y Hospitalet del Infante, Alfons García, destacó su «preocupación por la necesidad de un almacenamiento para los residuos generados por la central (ATI o equivalente)» y demandó que «las decisiones sobre estos aspectos se adopten teniendo en cuenta a los municipios».
Por su parte, el director de la central, Antonio Martinavarro, subrayó que «las actividades que se están llevando a cabo actualmente con motivo de la recarga 24, con todas las medidas de seguridad necesarias que las autoridades sanitarias aconsejan».
Cuatro incidentes
Según el recuento del CSN del pasado julio, Vandellòs II notificó cuatro sucesos, tres de ellos clasificados como nivel cero en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES) y otro clasificado como nivel uno, correspondiente al «incumplimiento masivo de los tiempos de resistencia al fuego de barreras de protección contra incendios (PCI)».
En este contexto, las dos unidades de Ascó (Tarragona) fueron las que más sucesos comunicaron de España con 13, seguidas de las dos de Almaraz (Cáceres) con cinco, Vandellòs II con cuatro, y Cofrentes y Trillo con uno.
Además, durante ese tiempo el CSN trasladó un apercibimiento al titular de la planta por incumplimiento del Plan de gestión de residuos radiactivos y del combustible gastado, y de la ITC número 4 asociada a la autorización de explotación.