Rectores de universidades públicas catalanas exigen la amnistía para los presos del 1-O
Rectores de las universidades públicas de Cataluña han exigido de nuevo la amnistía para los condenados por el procés. Lo ha hecho apoyando una convocatoria de la asociación secesionista Òmnium Cultural. Han acompañado en la acción un centenar de académicos tales como investigadores y profesores universitarios.
El acto ha tenido lugar en los jardines Ferran Soldevila del edificio histórico de la Universidad de Barcelona (UB). Así, rectores y académicos han proclamado su apoyo a los presos catalanes. Han agitado pancartas con el mensaje ‘Amnistía, hagámonos libres’. Así lo ha trasladado la entidad Òmnium Cultural a los medios de comunicación en un comunicado.
El vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha puesto en valor el papel de las universidades como «espacio de excelencia donde conviven e interactúan miradas muy diferentes sobre la sociedad». Así, ha destacado que son una de las piezas clave para la salida de la crisis económica y social tras la pandemia del Covid-19. «Han vuelto a demostrar que están siempre del lado de los derechos y las libertades», ha expresado el dirigente independentista.
Entre los rectores y vicerectores que han participado en la iniciativa destacan los de la Universidad de Barcelona (UB); la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB); la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC); la Universidad Pompeu Fabra (UPF); la Universidad de Girona (UdG); la Universidad de Lleida (UdL) la Universidad Rovira i Virgili (URV); la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), y la Universidad de Vic (UVic).
Del ámbito internacional, se ha sumado un catedrático de Filología de la Stanford University; un catedrático de Políticas de la Princeton University; un profesor de Políticas proveniente de la Glasgow University, y una profesora de la Aberystwyth University.
Desde la cárcel el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, ha agradecido el gesto. «Universidades por la amnistía. Porque la defensa del debate democrático y los Derechos Humanos es imprescindible para construir sociedades libres», ha escrito en su cuenta en la red social de mensajes Twitter.
Críticas
Los guiños de los responsables universitarios a los políticos condenados por el Tribunal Supremo genera un importante cabreo en la mayoría de la comunidad educativa. Recientemente unos 800 profesores universitarios de toda España remitieron una carta abierta a los rectores de las universidades públicas catalanas. En ella, criticaban de forma contundente los manifiestos de esos centros a favor de la libertad de los presos y en contra de la sentencia del 1-O.
Estos profesores argumentan que están «radicalmente desacuerdo» con el contenido «aberrante» del manifiesto. Defendía que los órganos de gobierno de las universidades están conformados por profesores, estudiantes y personal de administración y servicios, que «en modo alguno han sido elegidos por sus ideas políticas».
Es por esto que mantienen que «carecen de legitimidad moral para pronunciarse sobre cuestiones de orden político en nombre de las personas a las que representan». «La libertad de expresión es un derecho fundamental que corresponde exclusivamente a las personas y que una administración se exprese en nombre de todos sus miembros implica una evidente agresión a otro derecho fundamental, la libertad ideológica, protegida por el artículo 16 de la Constitución», defienden.
Los profesores que suscriben el manifiesto defienden que es «incompatible con la misión de la universidad tratar de contribuir a dibujar en la esfera pública un pensamiento único sobre cualquier tema, máxime cuando se trata de asuntos que generan una fuerte controversia social».
Josep M. Oller, catedrático de Estadística de la UB, Alfonso Ruiz Miguel, de Filosofía del Derecho de la Autónoma de Madrid, Luis Míguez Macho, de Derecho Administrativo de la Universidad de Santiago de Compostela, José María Rosales, de Filosofía moral y política de la Universidad de Málaga, y María Teresa Martínez de Sas, catedrática jubilada de Historia Contemporánea de la UB, son algunos de los firmantes del documento.
Esta es la respuesta de cientos de profesores españoles al comunicado conjunto que emitieron las universidades públicas catalanas cuando se conoció la sentencia del 1-O. En ese comunicado las universidades expresaban su «indignación por la situación que se vive en Cataluña, así como nuestra preocupación por las circunstancias personales que viven las personas afectadas por la sentencia».
Las entidades públicas, que no deben posicionarse ideológicamente en ningún asunto, decían en su comunicado que apostaban por la vía del diálogo «en el marco de la cultura de la paz y contrario al uso de cualquier tipo de violencia». También añadían que las universidades son comunidades que están formadas por personas de diferente ideología «donde todas las ideas y manifestaciones tienen cabida».