Las universidades catalanas preparan listas de los alumnos que no participen en las algaradas separatistas
Los estudiantes que deseen la evaluación única deben indicar de manera pública si van a participar en las protestas
Separatistas encapuchados bloquean la Pompeu Fabra y decenas de estudiantes se enfrentan a ellos
No hay institución pública en Cataluña que no esté dominada por un movimiento independentista que, ante todo, se caracteriza por segregar a los disidentes. Estos dos rasgos definitorios del independentismo, ocupación y discriminación, se dan en las universidades catalanas públicas. Esta semana se conocía la decisión de los rectores de otorgar una dispensa especial a los alumnos que participen en la huelga contra la sentencia del 1-O. Pero la capacidad de sorpresa no acaba ahí. Los centros elaborarán listas públicas con los universitarios que no acudan a las algaradas secesionistas.
OKDIARIO ha tenido acceso al correo enviado por uno de los profesores de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra en el que se detallan las condiciones en las que se va a aplicar la evaluación única (un único examen final) de aquellos alumnos que decidan no asistir a clase para secundar la huelga y tomar parte en las protestas separatistas.
Del mail del profesor se extraen dos informaciones que la plataforma ‘Izquierda en positivo’ considera muy graves. La primera, ya conocida, que la posibilidad de elegir la evaluación única será «sólo para los estudiantes que reivindiquen la participación regular en las protestas».
Peor aún es la segunda: para hacer efectiva la evaluación única en las universidades catalanas, los estudiantes que deseen tener el trato diferencial deben indicar de manera pública (en una hoja excel visible a todos los matriculados) si van o no a participar en las protestas. En otras palabras -denuncia ‘Izquierda en positivo’-, los universitarios deberán significarse públicamente en relación a una cuestión ideológica, algo que viola el artículo 16.2 de la Constitución («Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias»).
Como explica en su cuenta de Twitter Enrique Sanjurjo, portavoz de la plataforma que ha denunciado al rector de la Pompeu Fabra por su complicidad con los sabotajes y coacciones de un grupo de encapuchados que el pasado martes violaron el libre derecho a la educación, «el problema es que ese ‘derecho’ a la evaluación única está condicionado a una adscripción ideológica, que encima debe ser pública».
Separatistas encapuchados bloquearon el pasado martes el acceso a la Universidad Pompeu Fabra y comenzaron una acampada que sólo levantaron tras conseguir del rector, Jaume Casals, el compromiso de un único examen final en lugar de una evaluación continuada. Y así se jactó de ello el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) en su cuenta de Twitter: «Hoy hemos demostrado que los estudiantes, si luchamos organizados, podemos cambiarlo todo. Hoy hemos conseguido la evaluación única».
Margarita Arboix, rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha reconocido que cambiar el sistema de evaluación por las exigencias de los alumnos separatistas es una «cesión» necesaria para mantener la «paz social» en las facultades.