Sorpréndete con las rutas del Vino de Castilla y León: 9 itinerarios para degustar y disfrutar

Las bodegas se han transformado en lugares de peregrinación, y no sólo para amantes del vino. Sus técnicas tradicionales, la experiencia que supone acercarse hasta una de ellas y degustar la amplia oferta gastronómica de la que disponen, disfrutar del entorno natural de sus viñedos y, por supuesto, catar sus mejores vinos, las han colocado como uno de los destinos más demandados por los turistas en nuestro país. Prueba de ello son los casi 2 millones y medio de visitantes que sumó el enoturismo, sólo el año pasado en España.

Un sector, el vitivinícola, que une de la mejor manera tradición con innovación y que está en constante expansión en la región de Castilla y León. Una comunidad que destaca entre las demás gracias a una oferta que se diversifica cada año, sin perder un ápice de calidad.

Gastronomía, cultura, un amplio catálogo de alojamientos y servicios relacionados con el arte del vino, y por supuesto, la magia de su tierra y sus gentes, que trabajan con empeño para ofrecer una experiencia sin igual, convierten a Castilla y León en un destino enoturístico de primer nivel en España, y en la comunidad que cuenta, además, con más rutas del vino certificadas.

En concreto, 9 rutas: Arlanza, Arribes, Cigales, el Bierzo, Ribera del Duero, Rueda, Sierra de Francia, Toro y Zamora; que ofrecen a quienes las visitan, sus mejores vinos aderezados con un paisaje, gastronomía, patrimonio e historia, únicos y que desde aquí te animamos a conocer.

Los barrios de bodegas de Arlanza

La Ruta del Vino Arlanza cubre el sur de la ciudad de Burgos y el este de Palencia, y abarca una extensión de 2.000 km2 y más de 450 hectáreas de viñedo, situados entre los valles medio y alto del Arlanza, la sierra de Covarrubias y los páramos del Cerrato.

Una denominación de origen que cuenta con 11 bodegas asociadas y que destaca por su gastronomía basada principalmente en productos procedentes de la matanza del cerdo, y sus magníficos estofados de liebre, conejo, perdiz y pichón. Recetas tradicionales aderezadas con especias locales como el tomillo, la salvia o el espliego.  Aunque, sin duda, el producto estrella de esta ruta es el auténtico lechazo leonés, que siempre ha de ser degustado en compañía de uno de los excelentes caldos de esta D.O. Para el punto dulce, lo mejor es acercarse a los monasterios y conventos donde se elaboran los mejores dulces artesanales.

Esta ruta es un recorrido también por el Patrimonio cultural y natural de Castilla y León, desde sus históricos barrios de bodegas que se remontan al siglo VII y que han sido declarados Bienes de Interés Cultural (BIC) en los municipios de Baltanás y Torquemada, pasando por los grandes conjuntos monásticos de Santo Domingo de Silos y los restos de San Pedro de Arlanza, y terminando por el espectáculo natural que es el desfiladero de la Yecla.

No pierdas ocasión tampoco de visitar algunos de los museos que comprende esta ruta, como Territorio Artlanza, donde han recreado un pueblo castellano antiguo a tamaño real, el Museo del Cerrato Castellano, o el Museo Bustos de Torquemada, que reproduce una gran casa solariega.

Arribes, a la orilla del Duero

Entre las provincias de Salamanca y Zamora, en la frontera con Portugal y con más de 150 km de cañones fluviales y desfiladeros de los que toma su nombre, la Ruta del vino Arribes, es un recorrido por la belleza natural del Parque Natural Arribes del Duero. Con sus cascadas de 50 metros de altura, este paraje incomparable se puede disfrutar mientras se pasea por los centenarios viñedos y olivares de la zona, se practica senderismo, o se navega en uno de los cruceros por el Río Duero.

Entre las 8 bodegas que conforman esta ruta, existen algunas que datan del siglo XII y que están enclavadas en la roca, otras modernas y hasta microbodegas de elaboradores independientes. Todas, eso sí, pueden presumir de elaborar algunos de los mejores caldos de la región. Perfectos para aderezar en los mejores restaurantes y comercios asociados, los hornazos típicos y los embutidos de la zona, el bacalao y el pulpo con patatas, y carnes como la ternera sayaguesa y la morucha, y el cordero criado en la zona, que dan renombre a la gastronomía local.

Todo sin olvidarnos del toque dulce final de los periquillos y las perronillas, que podemos degustar en cualquier cata de mermeladas y quesos de cabra o de oveja, DO Queso Zamorano y Marca de Garantía Queso Arribes de Salamanca.

Las bodegas familiares de El Bierzo

La Ruta del Vino del Bierzo nace en el oeste de la provincia de León y rodea los valles que limitan con Galicia y Asturias. Dentro de ella, 21 bodegas de marcado carácter familiar ofrecen una experiencia completa en torno al mundo del vino y a un paisaje con una riqueza inigualable, como los espacios protegidos de Las Médulas y Los Ancares, lugares de obligada visita como el Castillo Templario de Ponferrada, o el Monasterio de Santa María de Carracedo, y el propio Camino de Santiago a su paso por El Bierzo.

Un enclave que da lugar a unos vinos únicos, de marcado carácter y de gran calidad, que destacan por dos tipos de uva: la Mencía para los tintos y el Godello para los blancos, ambas, autóctonas del Bierzo; y también por su gastronomía.

La comarca cuenta con siete marcas de calidad y su producto más emblemático es el botillo, que, junto a los productos de huerta berciana como las castañas, la manzana reineta, la pera conferencia, el pimiento asado, la cereza y, por supuesto, el vino da lugar a la mejor cocina tradicional y también de autor, con propuestas vanguardistas que hacen brillar las materias primas de la zona.

Los castillos del vino de Cigales

El Bajo Pisuerga y su cercanía con en el centro de la región y las principales ciudades ha convertido la Ruta del Vino Cigales en uno de los destinos enoturísticos más elegidos por los visitantes. Una ruta que se caracteriza por la influencia del Canal de Castilla que desde el S.VIII y hasta hoy riega algunos de los viñedos de las 15 bodegas que la forman.

Las riberas del Pisuerga o el Monte de Dueñas son perfectos para disfrutar de un paisaje que abraza los majestuosos Castillos del Vino de Fuensaldaña y Trigueros del Valle, así como los monasterios de Santa María de Palazuelos y San Isidro de Dueñas. Un enclave natural que habla de historia, y que tiene algunas de las mejores bodegas subterráneas que se pueden visitar: la Bodega-Aula de Interpretación de Mucientes o la Bodega Tradicional Cigaleña.

Para reponer fuerzas, nada mejor que disfrutar de la gastronomía local que nos ofrecen las propias bodegas con platos elaborados con productos locales como queso de Mucientes, miel de Valoria, morcilla de Cigales, o auténtico lechazo asado castellano, regados con rosados o tintos DO Cigales que realzan aún más sus sabores.

Ribera del Duero, una ruta en torno al gran río

Las tierras de viñas y cereal que comprenden la Ruta del Vino Ribera del Duero están bañadas por el río que le da nombre y albergan 65 bodegas a lo largo y ancho de la región. Entre los más visitados del país, este itinerario y su DO ocupan la tercera posición en el ranking nacional, solo por detrás de Penedés y Jerez, cuentan con 21.000 hectáreas de viñedo y producen alrededor de 50 millones de litros de vino al año, la mitad del vino total que se produce en la región.

Una región en la que podrás disfrutar del arte, de la historia y de la naturaleza, y que cuenta con hasta 8 conjuntos históricos, el Monasterio de Santa María de Valbuena, el Castillo de Peñaranda y el Parque Natural Hoces del Riaza, pero en la que también podrás degustar una gastronomía tradicional en la que brilla el cordero lechal, la morcilla, el chorizo, el queso, las setas de temporada, la sopa castellana, las chuletillas de cordero, sus selectas carnes de caza, y dulces como la torta de aceite, los empiñonados, los hojaldres y las yemas.

Rueda, el corazón de Castilla

La historia y la vanguardia se dan la mano en el Ruta del vino de Rueda. Una tierra marcada por la historia que se extiende desde el sur de la provincia de Valladolid hasta entrar en Segovia y Ávila y que está rodeada por templos mudéjares, góticos y barrocos, conventos y monasterios, fortalezas como el Castillo de la Mota, o villas históricas como Tordesillas. Este itinerario cuenta entre sus 29 bodegas asociadas con antiguas bodegas subterráneas que datan del S.XI y también con modernos edificios vanguardistas, donde la tecnología actual se ha puesto al servicio de los productores para ofrecer uno de los vinos más consumidos de España.

Con más de 130 millones de botellas vendidas, la DO Rueda fue la primera Denominación de Origen de Castilla y León en conseguir este reconocimiento, y cuenta además con una gastronomía acorde, en la que triunfa la cocina tradicional, elaborada con las recetas originales y transmitida de generación en generación, y por supuesto, el lechazo en todas sus versiones, los quesos y la repostería más artesanal.

Sierra de Francia, tradición y folclore

La Ruta del Vino Sierra de Francia guarda entre su recorrido por el sur de la provincia de Salamanca una uva autóctona que es un tesoro conservado desde hace siglos. La variedad Rufete, cultivada en bancales ganados a la montaña de manera sostenible, se transforma en sus 7 bodegas en caldos de excelente calidad.

Esta ruta, que abarca el sur de la provincia de Salamanca, es un viaje al pasado a través del patrimonio de los conjuntos de Miranda del Castañar, Mogarraz, o Montemayor del Río; pero también de las fiestas tradicionales y el folclore; y una reconexión con la naturaleza, mientras se pasea por los Caminos de Arte, los Senderos del Alagón, o el meandro del Melero.

Su oferta gastronómica está compuesta por platos tradicionales como las patatas meneadas, el limón serrano o el cabrito guisado con vino D.O.P. Sierra de Salamanca y se completa con productos típicos de la sierra como los embutidos de bellota (jamón, lomo, salchichón, chorizo), el aceite de oliva virgen extra, variedad ocal, el hornazo, las castañas, el queso, la miel y los tradicionales dulces: perrunillas y sacatrapos.

Toro, un vino con historia

Los vinos de la comarca de Zamora son anteriores a los asentamientos romanos, y del Vino de Toro se cuenta además que fue en la Carabela La Pinta rumbo a las Indias. Un reclamo histórico para una comarca que destaca por su patrimonio cultural y natural, y por una denominación de vinos equilibrados y de gran calidad, elaborados en tierras calizas, y con una uva única, de los que se puede disfrutar en la Ruta del Vino de Toro.

Un itinerario que recorre municipios fascinantes y viñedos centenarios atravesados por el Duero, en el que podrás visitar joyas del Románico como la Colegiata de Santa María la Mayor en Toro y durante el que podrás asistir a la cita más importante del año: la Fiesta de la Vendimia de Toro en el mes de octubre.

En cuanto a la gastronomía, como no podía ser de otra manera, está elaborada con los vinos tintos la región, como es el caso del popular rabo de toro, también destaca el arroz en su versión a la zamorana, los garbanzos, o las sopas de Ajo, perfectos para acompañar con quesos de leche de oveja.

Zamora, la esencia del pasado

Viñedos de cepas centenarias abastecen las 6 bodegas asociadas a la Ruta del Vino de Zamora. Enclavada en el área de influencia del Río Duero, y en torno a la Vía de la Plata (un enclave de comunicación construido en la época romana), la comarca de Tierra del Vino se extiende por cuarenta y seis municipios de la provincia de Zamora y diez municipios de la provincia de Salamanca.

Una ruta natural e histórica en la que se puede disfrutar desde el Románico del siglo XI hasta el Modernismo del siglo XX, descubriendo por el camino las bodegas tradicionales que aún se conserva y de paso, su gastronomía. Los alimentos típicos de la región como el pan, los exquisitos dulces tradicionales, los quesos y embutidos, y legumbres como el garbanzo de Fuentesaúco, cuentan con certificados y marcas que garantizan su calidad y origen y que los diferencian como la auténtica base de una cocina tradicional castellano y leonesa que brilla por sus platos y guisos de cuchara, asados al horno de leña como el lechazo, o la Ternera de Aliste, carnes y pescados a la plancha o a la parrilla, y siempre maridados con vinos de la DO Tierra del Vino.

Entre la oferta de alojamientos de la zona, destacan los que cuentan con la marca de calidad de turismo rural, Posadas Reales, que asegura que está ubicado en localidades con valor histórico-monumental o en parajes naturales de gran belleza, y eran antaño edificios singulares, como palacios, molinos, castillos, monasterios, o casas tradicionales.