Vómitos en niños: causas y cómo tratarlos con remedios caseros
Los vómitos en los niños se pueden aliviar con remedios como el jugo de arroz o semillas de comino.
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Todos los niños sufren de algún episodio de vómitos de vez en cuando. Puede deberse a una enfermedad o a que tal vez han comido algo que les ha sentado mal o también cuando viajamos en coche y se marean. Muchas pueden ser entonces las causas de los vómitos en niños las cuáles repasamos ahora además de ofreceros algunos remedios caseros para tratarlos.
Vómitos en niños: causas y cómo tratarlos con remedios caseros
Un solo episodio de vómitos en niños no suele ser preocupante; sin embargo, cuando el síntoma es importante, se deben tomar todas las medidas adecuadas después de consultar al pediatra del niño o niña. Los vómitos en los niños, especialmente si son muy pequeños, pueden conducir fácilmente a la deshidratación ; los niños se deshidratan mucho más fácilmente que los adultos, de modo que debemos analizar o descubrir cuáles son las causas de esos vómitos, consultar al médico y además si es posible, aplicar remedios caseros como los que os vamos a ofrecer.
¿Cuáles suelen ser las causas de los vómitos en niños?
Los niños pueden tener náuseas y vómitos por diversas razones. Las náuseas y los vómitos en los niños pueden deberse a varios factores. La intoxicación alimentaria puede provocar náuseas y vómitos. El estómago del niño es muy sensible y puede ser intolerante a algún producto alimenticio. Este órgano puede digerir mal ciertos alimentos. Es probable que enfermedades como la hepatitis o la gastroenteritis, muy frecuentes en los pequeños, provoquen náuseas. Una migraña también suele provocar vómitos. Además, debemos señalar que algunas infecciones como la nasofaringitis y las infecciones del oído pueden provocar vómitos después de una secreción de moco en la garganta.
Por otro lado, en algunos caos, las náuseas pueden deberse al estrés o al nerviosismo. Un niño que está ansioso o que vive con ansiedad puede ser víctima de vómitos. Un niño también puede tener mareos por movimiento mientras viajan y por ello que acaben vomitando. El mareo por movimiento es muy común en niños de 3 a 10 años.
El riesgo de deshidratación
Cuando tu hijo vomita, pierde líquidos y electrolitos, lo que puede provocar deshidratación. Los bebés corren un mayor riesgo de deshidratación. Los signos y síntomas de deshidratación a los que debe prestar atención si su hijo está vomitando son:
- sequedad de boca, lengua y piel;
- ausencia de lágrimas;
- aumento de la sed;
- disminución de la cantidad de orina;
- somnolencia o irritabilidad;
- ojos hundidos;
- piel grisácea;
- hendidura del espacio blando (fontanela) en la cabeza del bebé.
Para prevenir y tratar la deshidratación causada por los vómitos, es importante devolverle a tu hijo lo que ha perdido. Para ello, existen soluciones de rehidratación oral que encontrarás en farmacias. Contienen agua, electrolitos y azúcar. Antes de realizar la compra, pide ayuda a tu farmacéutico, porque él podrá orientarle sobre las cantidades a darle a tu hijo según su edad y la gravedad de la situación. También puedes sentir la tentación de darle a su hijo medicamentos para aliviar las náuseas. Sin embargo, su uso en niños, y especialmente en los más pequeños, no se recomienda sin consejo médico. Siempre pide consejo a tu farmacéutico antes de darle cualquier medicamento de venta libre a tu hijo.
¿Cuáles son los mejores remedios caseros para los vómitos en niños?
En caso de vómitos en niños, generalmente no se recomienda el uso de medicamentos sintomáticos, que pueden causar efectos secundarios graves y, a menudo, son ineficaces. Por tanto, es recomendable utilizar remedios naturales que puedan reducir el síntoma y prevenir la deshidratación.
Estos que os enumeramos, son algunos de los mejores remedios caseros para tratar los vómitos en niños:
- Jengibre: Para reducir la sensación de náuseas y vómitos en niños mayores de dos años, el jengibre puede ayudar . El jengibre es un conocido antiemético natural, que también se utiliza en la formulación de productos contra los vómitos por cinetosis (cinetosis, mareos, etc.). Para usarlo con nuestros pequeños podemos agregar una cucharadita de jengibre fresco a una taza de agua y dejar hervir durante 4 o 5 minutos; una vez hecha la infusión colamos y damos al niño, endulzada con un poco de miel.
- Menta: La menta es también uno de los agentes antieméticos naturales. El paciente puede masticar las hojas de menta fresca directamente o prepararlas como té. Para hacer esto, simplemente remoja 2 o 3 hojas secas de menta en una taza de agua hirviendo y déjela reposar durante una hora antes de beberla.
- Vinagre: También puedes aliviar los vómitos con vinagre. Para hacer esto, se debe diluir una cucharadita de vinagre blanco en media taza de agua y enjuagar la boca con la solución. Además de prevenir el rechazo, ayudará a deshacerse del sabor a vómito en la boca. Este remedio sin embargo debes dárselo a aquellos niños que no sean muy pequeños y sepas que no tienen el riesgo de tragarse el enjuague.
- Canela: La canela puede reducir eficaz y rápidamente las náuseas y los vómitos. La infusión a menudo se recomienda para niños y mujeres embarazadas para aliviar las náuseas matutinas durante el primer trimestre. La bebida se azucara con una cucharada de miel y se saborea lentamente.
- Jugo de arroz: Esta bebida se recomienda a menudo para aliviar las náuseas y detener los vómitos en los niños. El jugo de arroz o el agua de cocción está especialmente indicado para la gastritis u otras infecciones estomacales.
- Clavos: Con propiedades antisépticas, el clavo tiene un efecto positivo en el sistema digestivo. Para detener los vómitos de tu hijo, dale clavo de olor entero o clavo de olor diluido en una cucharada de miel. Tendrá que masticar todo.
- Semillas de comino: Para evitar los vómitos con semillas de comino, mezcla y consume 1,5 cucharadas de semillas con un vaso de agua. Los efectos son inmediatos.
- Anís: El anís es apreciado por su eficacia para detener los vómitos. Para ello, tu hijo solo tendrá que masticar anís. También puede darle una taza de té de hierbas.
- Agua: En caso de vómitos es muy importante mantener una adecuada hidratación , administrando agua u otros líquidos, en pequeñas dosis y preferiblemente acompañadas de pequeñas cantidades de comida; de hecho, el agua en ayunas suele estimular el vómito.
- Nada de ayunar: Puede que uno de los consejos que suele darse a la gente que tiene vómitos es que ayune, pero si bien este remedio quizás sea adecuado para los adultos, no podemos decir lo mismo de los niños que no es bueno que se salten comidas. Sin embargo, si tu hijo o hija vomita después de comer, es mejor darle menos cantidad de comida eligiendo además alimentos que no sean pesados y que puedan inducir a que aumenten las ganas de vomitar.
- Comida adecuada: En cuanto a las comidas, se recomienda centrarse en alimentos ricos en proteínas en lugar de carbohidratos. Deben evitarse los sabores fuertes, ya que pueden perturbar aún más el estómago. Los plátanos, el arroz, la compota de manzana y las tostadas pueden ayudar.
Por otro lado, la posición y la postura pueden influir en las náuseas. Evita que el niño se incline hacia adelante para reducir la presión sobre el estómago. Es mejor que mantenga el cuerpo erguido de modo que se promueva la digestión. Tampoco será bueno que esté jugando o corriendo, demasiado movimiento puede empeorar las náuseas, especialmente si son repentinas o intensas. Las respiraciones profundas, a un ritmo lento y constante, pueden brindar alivio. Por ello, podemos estirar al niño en la cama y ayudarle a que se relaje para que pueda encontrar la respiración adecuada y con ello que pueda aliviar las náuseas y vomitos.
¿Cuándo consultar a un médico?
Por lo general, las náuseas y los vómitos son leves y transitorios. A veces, estos son síntomas de un problema mayor y causan complicaciones. Por lo tanto, debes estar atento y consultar a un médico si es necesario. A continuación se muestran algunos ejemplos de situaciones en las que es necesaria una consulta médica:
- si tu hijo tiene signos y síntomas de deshidratación;
- si tu hijo está irritable o somnoliento;
- si tu hijo vomita con frecuencia y los vómitos continúan durante más de 4 a 6 horas;
- si tu hijo vomita después de una lesión en la cabeza;
- si tu hijo tiene la barriga dura, hinchada o dolorida entre el momento en que
- vomita;
- si tu hijo vomita sangre o un líquido que contiene pequeños granos negros (como granos de café).
En caso de duda, no dudes en pedir ayuda a tu pediatra. Te hará algunas preguntas y te ayudará a tomar la decisión correcta. Dependiendo de la causa de las náuseas y los vómitos, tu médico puede aconsejarte sobre las medidas para prevenirlos, por ejemplo, en el caso del mareo por movimiento.
Las náuseas y los vómitos molestan tanto a los jóvenes como a los mayores. Nos sentimos especialmente desamparados cuando les sucede a nuestros pequeños. El buen cuidado, el apoyo y la supervisión adecuada los ayudarán a recuperarse rápidamente.
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