5 ventajas de los purés caseros para el bebé
A partir de los seis meses de vida, por regla general, es cuando se aconseja que el bebé comience a introducir otros alimentos en su día a día, además de la leche materna. En concreto, se recomienda que empiece a descubrir otros sabores y texturas mediante las papillas. En ese caso, tenemos que decir que los padres se encuentran en una complicada tesitura: comprar potitos ya elaborados, que se pueden adquirir en farmacias y supermercados, o prepararles purés caseros.
Se trata de dos opciones válidas y recomendables. No obstante, en este artículo, desde BabyAffinity queremos dar a conocer cuáles son las principales ventajas que trae consigo decantarse por la segunda alternativa, por la casera:
- Se trata de papillas elaboradas no sólo con cariño sino también con las mejores materias primas. Y es que el padre o la madre que las prepare lo hará comprando los alimentos de máxima calidad.
- Los purés caseros resultan una alternativa mucho más económica que comprarlos ya preparados.
- Otra de las ventajas más significativas que tiene esta alternativa es que permite que el bebé vaya adaptándose a una nueva alimentación de manera natural. Es decir, con productos que no tienen ningún tipo de conservantes.
- Reseñable es también que las papillas que se elaboran en casa dan la oportunidad de que se pueda controlar la textura de estas. Es decir, suponen que la madre o el padre vaya “gestionando” el aspecto líquido o sólido de la comida. De esta manera, lo que consigue es que se facilite el aprendizaje del pequeño en cuanto a masticar.
- No menos importante es tener claro que los purés caseros también contribuyen a que la alimentación infantil sea mucho más variada. Se podrán ir introduciendo una gran cantidad de productos, frente a los potitos que se venden que suelen ser más “cerrados” en ese sentido.
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