La relación abuelo y nieto a través de una hermosa serie fotográfica
Unas de las personas más importantes que tenemos en nuestra vida son nuestros abuelos, esos segundos padres que nos consienten, que nos enseñan, que nos apoyan cuando los necesitamos y que son capaces de todo con tal de protegernos. Esos son nuestros abuelos, a los que amamos cuando están a nuestro lado y a los que añoramos cuando lamentablemente ya no se encuentran entre nosotros.
Tan especial es la relación que se establece entre esos mayores y sus nietos que la misma marcará a los segundos y les dará algunos de los recuerdos más hermosos de su existencia. Por eso, la fotógrafa Alina Gabrel no ha dudado en realizar una emotiva serie fotográfica que viene a reflejar cómo es ese lazo afectivo que une a dos generaciones diferentes de una misma familia.
La mejor compañía
Muchos son los adjetivos que podemos utilizar para definir a nuestros abuelos, pero seguro que la mayoría considera que esos fueron la mejor compañía en sus primeros años de vida. Y es que con los padres de sus papás hicieron trastadas, disfrutaron de tardes de risa, salieron a pasear, comieron chucherías a escondidas de todos, descubrieron “nuevos mundos” y aprendieron cosas que no venían en los libros.
Una tarde con los abuelos era una aventura, aunque no se saliera de casa y se estuviera tumbados en el sofá. Siempre se aprendía algo.
El cariño más sincero y desinteresado
Otra de las cosas que se aprende de tener abuelos es que estos nos ofrecen el cariño más desinteresado, junto al que nos dan nuestros padres y hermanos. Nos abrazan, nos besan y nos dan la caricia que necesitamos en cualquier momento, sin esperar que les respondamos. Lo hacen porque nos quieren, porque desean hacernos saber que siempre van a estar ahí, a nuestro lado, que cuando los necesitamos nos van a ayudar y que nos van a dar apoyo porque sencillamente somos “su sangre” y nos aman.
Siempre vigilantes
De la misma manera, no podemos pasar por alto, como refleja a la perfección la fotógrafa Alina Gabrel en su trabajo, que otra de las claves de la relación entre abuelos y nietos es que los primeros se convierten en vigilantes de los pequeños. Así, aunque no les riñen de manera tan constante como los padres y no están todo el tiempo prohibiéndoles que hagan cosas, eso no significa que no se hallen alertas en todo momento, desde para evitar una caída hasta para cuando sea necesario dar un consejo.
La mano que nos guía
Los adultos que ya no tenemos a nuestros abuelos al lado, no sólo los echamos de menos y nos acordamos de muchas de las vivencias que compartimos juntos sino que también recordamos cómo siempre nos tendían su mano para todo. Eran los que nos la daban para cruzar la calle y no sufrir ningún daño, para que pudiéramos subir al tobogán sin caernos, para dar nuestros primeros pasos, para cruzar la puerta del colegio por primera vez…
Sin embargo, ahora aunque ya no la tengamos físicamente aprentándonos la nuestra, sentimos que siguen ahí, que nuestros abuelos nos acompañarán para siempre, vigilándonos y evitándonos cualquier peligro.
Siempre enseñándonos la vida
Ni que decir tiene que nuestros abuelos siempre nos han enseñado cosas. Así, no sólo nos han dado lecciones de vida que nos acompañan en toda nuestra existencia sino que también nos han permitido descubrir pequeños placeres que tenemos al alcance de la mano y que quizás no valoramos como se merece. En este caso, la instantánea nos presenta al anciano mostrándole a su nieto cómo se pesca, pero también está el abuelo que se lleva a su pequeño a buscar setas, el que le muestra cómo se debe cultivar o plantar una flor, el que le descubre cómo pintar…A ti ¿a qué te enseñó tu abuelo?
Estas son algunas de las situaciones que quedan reflejada de manera hermosa en la serie fotográfica realizada por la citada profesional. Una fotógrafa que no ha dudado en manifestar que lo ha hecho para darle a las figuras de los abuelos el valor que se merecen, por desempeñar un papel fundamental en la vida de cualquier menor. Unos abuelos que incluso llegan a realizar mejor ese rol que el de padres y es que encuentran en sus nietos la posibilidad de ser mejores personas, más cariñosos, más protectores, más tolerantes y más incondicionales.
Y eso sin olvidar que en la actualidad se han convertido en la ayuda necesaria para que sus hijos puedan conciliar vida profesional y personal, pues se encargan de cuidar a sus nietos en todo momento: los llevan al colegio y los recogen, les dan de comer, los llevan al parque, los ayudan a realizar deberes, los acompañan a sus clases extraescolares, juegan juntos…
¿Qué seríamos sin nuestros abuelos?