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Pubalgia en el embarazo: consejos para aliviar el dolor

La pubalgia en el embarazo es una inflamación que dificulta los movimientos simples y cotidianos; puedes mantenerlo bajo control con algunos ejercicios.

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pubalgia en el embarazo
Qué es y cómo tratar la pubalgia en el embarazo
Blanca Espada

La pubalgia en el embarazo afecta al menos a una de cada diez mujeres. Se corresponde con una inflamación que desaparece después del parto, pero durante la gestación puede hacer que la realización de las acciones más sencillas y cotidianas como caminar, subir y bajar del coche, agacharse, vestirse, subir escaleras o darse la vuelta en la cama sean bastante molestas. Os hablamos ahora con detalle sobre la pubalgia en el embarazo y os damos los mejores consejos para aliviar el dolor que produce.

Pubalgia en el embarazo

La pubalgia en el embarazo se puede controlar tanto con un tratamiento farmacológico como con la ayuda de remedios naturales y, sobre todo, con ejercicios específicos que, si se realizan de forma constante, ayudan a relajar y mantener elástica la zona afectada, limitan el dolor.

Pubalgia en el embarazo: síntomas

La pubalgia aparece como una inflamación que afecta a algunos músculos de la pelvis y al músculo aductor del muslo, unido a la sínfisis púbica. Por ello el característico dolor intenso y sordo en la ingle que la distingue en ocasiones también se irradia hacia el interior del muslo y hacia la zona lumbar de la espalda.

El dolor ocurre cuando se está sentado por mucho tiempo o durante algunos movimientos diarios muy normales e inofensivos; más raramente, se siente durante las relaciones sexuales.

Pubalgia en el embarazo: las causas

Las causas son diferentes. En primer lugar, el estrés excesivo sobre los músculos y la tensión particular a la que se somete la zona púbica, debido al aumento de volumen del útero, con el consiguiente aumento de peso .

Los cambios hormonales que conducen a una mayor relajación de los músculos, tendones y ligamentos, que son más propensos a la inflamación, también juegan un papel importante.

La situación empeora a medida que pasan los meses, en los que se sigue ganando peso, por lo que es importante tener cuidado y seguir algunos consejos para mantener la enfermedad bajo control y evitar que empeore.

Pubalgia en el embarazo: remedios y consejos

La mujer afectada por dolor en la ingle puede aliviar el dolor y las molestias con algunas precauciones diarias . De hecho , es recomendable :

  • lleva zapatos planos;
  • no levantes pesos ni empujes objetos pesados ​​(como el carrito del supermercado);
  • evita las escaleras;
  • mantén el peso bajo control tratando de no aumentar más de 11 kg en nueve meses;
  • trata de no sentarte demasiado tiempo y evitacruzar las piernas;
  • a menudo cambia de posición, camina y se levanta con frecuencia;
  • duerme con una almohada entre las piernas;
  • siéntate correctamente apoyando la espalda contra el respaldo de la silla, para no llevar el peso hacia adelante y comprimir el vientre;
  • cuando estés de pie, no coloques el peso en una pierna, sino distribúyelo en ambas piernas.

Pubalgia en el embarazo: ejercicios útiles

El deporte es sin duda de gran ayuda contra el dolor de ingle . Los más adecuados son el yoga y la natación. Pero también existen ejercicios gimnásticos específicos para la recuperación del tono y la elasticidad de los músculos de la pelvis, pero aún así es importante no confiar en el azar o hacerlo por tu cuenta, sino consultar a tu médico antes de proceder.

  • Ejercicio 1 : en caso de dolor en la ingle, la posición de Yoga de la mariposa es útil. Empezamos sentada, con la espalda recta y las piernas flexionadas, mientras los pies tocan las plantas. Los talones descansan en el suelo y los tobillos se sujetan con las manos. Una vez en posición, balancea ligeramente las rodillas, sin empujar fuertemente hacia abajo, sino relajando las extremidades, como el aleteo de una mariposa;
  • Ejercicio 2 : la posición inicial es tumbado boca arriba con las piernas y los brazos extendidos. El ejercicio consiste en doblar la rodilla a la altura del pecho y luego extender la pierna hacia arriba, alternativamente primero a la derecha y luego a la izquierda;
  • Ejercicio 3 : de nuevo empezamos sentada, con las piernas estiradas hacia delante. Dobla la pierna hacia atrás, de modo que toque el costado con la planta del pie y luego inclina el torso hacia atrás. Repite el ejercicio alternativamente con una pierna y la otra.

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