Lactancia

¿Es malo usar el móvil durante la lactancia? Esto es lo que dicen los expertos, y lo que aconsejan

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Blanca Espada

La lactancia es sin duda, la fase más importante una vez nace el bebé y comenzamos a darle el pecho. Algo que supone pasar varias horas al día alimentando al recién nacido, aunque también, para muchas madres, significa el que por fin se tenga uno de esos pocos momentos en los que poder sentarse, respirar y desconectar un instante. Entre horarios de sueño descompensados, cambios de pañal, baños, comidas y el resto de cuidados diarios del bebé, puede que desees aprovechar y mientras das el pecho, mirar el móvil, pero ¿qué opinan los expertos? ¿Existe algún riesgo por usar el móvil durante la lactancia?.

Este tipo de preguntas son del todo normales. Hasta hace poco, ni tan siquiera nos planteábamos hacer otra cosa que alimentar al bebé mientras le dábamos el pecho, quizás nos sentábamos frente al televisor y se podía aprovechar para ver qué echaban en la tele, pero hoy en día, con los smartphone siempre con nosotros y con las redes sociales, o los whatsApp mandando alertas constantes, es de lo más habitual que cualquier madre que se disponga a dar el pecho a su bebé, acabe además mirando el móvil. Un tema que está generando mucho debate después que la especialista Erica Komisar recomendara a una de las hermanas Kardashian, en su docu-reality, evitar el uso del teléfono durante la lactancia. 

Qué se sabe sobre el móvil y la lactancia

Algunos estudios han observado que cuando una madre mira el teléfono durante la toma, el contacto visual con el bebé disminuye. Algo que si bien, nos puede parecer parecer un detalle menor es del todo importante. El contacto visual es una de las formas principales con las que los bebés buscan seguridad y conexión. Según especialistas en obstetricia y medicina materno-fetal, esa falta de atención puede reducir la capacidad de respuesta y, en algunos casos, afectar al vínculo emocional.

Además, cuando la mirada está puesta en la pantalla, existe un riesgo de pasar por alto señales importantes, como que por ejemplo el bebé quiera más leche, que está satisfecho o que necesita reajustarse. La oxitocina, que es una hormona clave tanto para la bajada de la leche como para el vínculo afectivo,  también se favorece con el contacto piel con piel, algo que puede verse limitado si la madre está demasiado centrada en el teléfono.

Y sobre algo que seguramente preocupa a muchas madres, la radiación del móvil, los expertos reconocen que no hay evidencia concluyente de efectos negativos, aunque también coinciden en que será necesario investigar más.

El papel del autocuidado

Las recomendaciones científicas no pasan por prohibir el móvil, sino por evitar los extremos. La mayoría de pediatras y consultores de lactancia coinciden en que pedir a una madre que no mire el teléfono en ningún momento es poco realista y puede resultar contraproducente. La lactancia, sobre todo en los primeros meses, implica muchas horas al día y puede ser una experiencia solitaria y cansada. Un rato de distracción, una serie de fondo o responder mensajes no convierte a nadie en peor madre.

De hecho, algunos profesionales recuerdan que antes del móvil ya existía la que se conoce como lactancia distraída, dado que muchas madres leían, miraban la televisión o simplemente dejaban que su mente divagara mientras el bebé se estaba alimentando. La diferencia actual es la intensidad con la que el teléfono compite por la atención.

También se subraya que las redes sociales pueden tener dos caras: por un lado, un uso excesivo podría aumentar la sensación de desconexión y favorecer síntomas de depresión posparto; por otro, muchas madres encuentran apoyo, información y acompañamiento en comunidades digitales que pueden resultar terapéuticas.

Cuáles son las recomendaciones de los expertos

Los expertos aconsejan principalmente ser conscientes en todo momento. Es decir, usar el móvil ocasionalmente no es un problema. Usarlo de forma que te desconecte totalmente de tu bebé durante la mayoría de las tomas, sí podría serlo.

Los especialistas proponen una serie de consejos muy prácticos:

  • Cuando el bebé busca más interacción (miradas, sonrisas, sonidos), intenta dejar el móvil.
  • Cuando la toma es larga y tranquila y tú necesitas distraerte o relajarte, úsalo sin culpa.
  • Si es posible, elige aplicaciones que no requieran una atención intensa.
  • Aprovecha algunas tomas del día para reforzar el vínculo: hablarle, acariciarlo, mirarlo.
  • La clave está en el equilibrio. No se trata de renunciar al teléfono, sino de evitar que absorba por completo la experiencia de la lactancia.

Amamantar puede ser hermoso, pero también agotador. No es realista que una madre esté entregando atención plena cada minuto del día. Lo importante no es lo que ocurre en una toma aislada, sino el conjunto de interacciones a lo largo del día: las caricias, los juegos, los ratos de calma, las sonrisas, las rutinas compartidas. Por otro lado, el móvil forma parte de la vida moderna y no va a desaparecer, pero tampoco lo hará la necesidad de cuidar a los bebés con presencia y cariño. Encontrar ese equilibrio entre móvil y lactancia, sin culpas y con información fiable, es lo que realmente importa.

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