Rocío Ramos, la psicóloga de ‘Supernanny’: «Para que tu hijo te diga qué le pasa, cuéntale tu experiencia»
Hay días en los que notas que tu hijo no está bien. Puede que esté más callado, más irritable o simplemente distinto. Intuyes que algo le preocupa, pero no sabes cómo acercarte sin que se cierre aún más. Esa duda es muy común en la crianza, sobre todo cuando llega la adolescencia y la comunicación se vuelve más delicada.
Sobre esto habló Rocío Ramos, psicóloga conocida por su participación en ‘Supernanny’, en el programa de radio Atrévete de Cadena Dial. Repasemos su recomendación principal para mejorar la comunicación emocional con niños y adolescentes, entender qué les pasa y generar un clima de confianza real en casa.
Lo que recomienda la psicóloga para que tu hijo se abra
Rocío Ramos afirma que no hay que interrogar, sino lo contrario. Cuando ves a tu hijo triste o preocupado, lo primero es reflejar lo que observas sin juzgar. La psicóloga insiste en no hacer preguntas en cadena ni exigir explicaciones.
Se trata de transmitir disponibilidad. Una frase como «quiero que sepas que puedes contarme lo que te ocurre cuando tú quieras» cambia la dinámica. No presiona, no invade y deja el control en manos del menor.
Otro punto importante es compartir experiencias propias. Si sospechas que el problema puede estar relacionado con amigos, el colegio o un enfado concreto, puedes poner sobre la mesa algo que te haya pasado a ti. Contar que también te peleaste alguna vez o que te sentiste mal en una situación parecida rompe la barrera adulto-niño y crea un vínculo más horizontal.
Cuando tu hijo te ve desde el «yo también he pasado por ahí», baja la guardia. Ya no eres solo el padre o la madre que pregunta, sino una persona que entiende desde la experiencia.
El objetivo final no es sacar información, sino que tu hijo sepa que estás ahí, que puede hablar cuando quiera y que su estado emocional te importa de verdad. Este enfoque, además, funciona también en la adolescencia, una etapa donde el silencio suele ser una forma de protección.
Claves para mejorar la comunicación en casa
Todo esto cobra más sentido cuando lo llevas al día a día. No hace falta montar charlas formales ni buscar el momento perfecto. La psicóloga recomienda aprovechar situaciones cotidianas donde la conversación fluye sin presión.
- Busca momentos a solas, aunque sean breves, para compartir tiempo sin distracciones.
- Desayunen juntos de vez en cuando y charlen sin prisas.
- Aprovecha trayectos en coche, donde el contacto visual no es constante y hablar resulta más fácil.
- Usa tiempos muertos, como una sala de espera, donde la conversación suele salir de forma espontánea.
- Evita interrumpir o corregir mientras habla, aunque no estés de acuerdo.
- Cuenta experiencias propias sin dar lecciones ni soluciones inmediatas.
- Recuérdale que estás disponible, aunque hoy no quiera hablar.
Estos espacios funcionan porque reducen la presión. Muchas veces, lo que más necesitan no es una respuesta, sino sentirse acompañados, y eso no va de tener las palabras perfectas, sino de presencia, escucha y paciencia. Tú das el tiempo. Él decide cuándo hablar.