Salud

Psoriasis infantil: primeros síntomas, diagnóstico, tratamiento y cura

También los niños pueden sufrir de psoriasis: conozcamos las causas, síntomas y tratamientos disponibles actualmente.

Todo sobre la psoriasis: causas, síntomas y tratamientos

Los pacientes con psoriasis están expuestos a otras comorbilidades

psoriasis infantil
Todo sobre la psoriasis en niños
Blanca Espada

Aunque no lo parezca, la enfermedad eritematoescamosa más prevalente en niños es la psoriasis. Esta dermatosis afecta al 2% de la población general y supone el 4% de las dermatosis en pacientes menores de 16 años, pero que, como aclara el Hospital Pediátrico de Roma Niño Jesús , se caracteriza por dos fenómenos contrastantes en los niños: por un lado, las lesiones son menos resistentes al tratamiento y por otro, la remisión de las lesiones típicas de la piel es mayor, por lo que puede ocurrir que no se repitan por el resto de la vida. Por ello es importante detectar la Psoriasis infantil a tiempo, y para ello será bueno conocer los primeros síntomas, cómo se realiza el diagnóstico, el tratamiento y cura.

Todo sobre la Psoriasis infantil

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de lesiones rojas y escamosas que pueden causar picor, dolor y malestar. La psoriasis puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente en el cuero cabelludo, los codos, las rodillas y la zona lumbar.

Primeros síntomas

La psoriasis puede manifestarse a cualquier edad, pero existen dos picos de inicio: uno entre los 15 y los 25 años y otro entre los 50 y los 60 años. En los niños, la psoriasis suele ser más leve y menos extensa que en los adultos, pero puede tener un gran impacto en su calidad de vida y autoestima.

Los primeros síntomas de la psoriasis infantil son:

  • Manchas rojas con escamas blancas o plateadas que se desprenden con facilidad. Estas lesiones pueden ser pequeñas o formar placas más grandes y confluentes.
  • Picor, ardor o dolor en las zonas afectadas. El rascado puede provocar sangrado e infección de las lesiones.
  • Engrosamiento y alteración de las uñas, que pueden presentar surcos, manchas o desprendimiento.
  • Inflamación y dolor en las articulaciones, sobre todo en los dedos de las manos y de los pies. Esto se conoce como artritis psoriásica y afecta a un 10-15% de los niños con psoriasis.

Diagnóstico

El diagnóstico de la psoriasis se basa en la historia clínica y el examen físico del niño. El médico hará preguntas sobre sus antecedentes familiares, personales y ambientales, así como sobre sus síntomas y su evolución. También le examinará la piel, el cuero cabelludo, las uñas y las articulaciones.

En algunos casos, puede ser necesario realizar una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico y descartar otras enfermedades que pueden causar lesiones similares, como la dermatitis atópica, el liquen plano o la pitiriasis rosada.

Tratamiento

El tratamiento de la psoriasis infantil tiene como objetivo controlar los síntomas, reducir la inflamación y prevenir las complicaciones. El tipo de tratamiento dependerá de la extensión, la localización y la gravedad de las lesiones, así como de la edad, el peso y las preferencias del niño y su familia.

Los tratamientos más utilizados son:

  • Tratamientos tópicos: son cremas, ungüentos o lociones que se aplican directamente sobre las lesiones. Los más frecuentes son los corticoides, que disminuyen la inflamación y el picor; los derivados de la vitamina D, que regulan el crecimiento de las células de la piel; el alquitrán vegetal, que tiene un efecto queratolítico y antiinflamatorio; el tazaroteno, que es un retinoide que modifica la diferenciación celular; y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que alivian el dolor y la inflamación articular.
  • Fototerapia: consiste en exponer la piel a una luz ultravioleta (UV) controlada para reducir la proliferación celular y mejorar el aspecto de las lesiones. Se puede usar luz UVB de banda estrecha o luz UVA con un medicamento llamado psoraleno (PUVA). La fototerapia requiere varias sesiones semanales durante varios meses y se debe realizar bajo supervisión médica.
  • Tratamientos sistémicos: son medicamentos que se administran por vía oral o inyectable y que actúan sobre todo el organismo. Se reservan para los casos de psoriasis moderada a grave que no responden a los tratamientos tópicos o fototerapia, o que afectan a las articulaciones. Los más usados son el metotrexato, la ciclosporina, el acitretino y los biológicos. Estos fármacos tienen efectos secundarios importantes y requieren un seguimiento periódico de la función hepática, renal, hematológica e inmunológica.

Cura

La psoriasis es una enfermedad crónica que no tiene cura definitiva, pero que se puede controlar con un tratamiento adecuado. Algunos niños pueden experimentar una remisión espontánea o prolongada de sus síntomas, mientras que otros pueden tener brotes frecuentes o persistentes.

Los factores que pueden desencadenar o empeorar la psoriasis son:

  • El estrés emocional o físico.
  • Las infecciones, sobre todo las de garganta por estreptococos.
  • Algunos medicamentos, como los antiinflamatorios, los betabloqueantes o el litio.
  • Los traumatismos o irritaciones de la piel, como los rasguños, las quemaduras o las picaduras.
  • Los cambios climáticos o de estación.

Para prevenir o reducir los brotes de psoriasis, se recomienda:

  • Mantener una buena higiene y humectación de la piel, usando productos suaves y sin perfume.
  • Evitar los factores desencadenantes o agravantes, en la medida de lo posible.
  • Seguir el tratamiento prescrito por el médico y consultar ante cualquier duda o efecto adverso.
  • Proteger la piel del sol con ropa adecuada y filtros solares, sobre todo si se está en tratamiento con fototerapia o medicamentos fotosensibilizantes.
  • Llevar una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras y pescado azul, y pobre en grasas saturadas y azúcares refinados.
  • Practicar ejercicio físico moderado y regular, adaptado a la edad y al estado articular del niño.
  • Fomentar el apoyo emocional y social del niño y su familia, facilitando su integración escolar y su autoestima.

La psoriasis infantil es una enfermedad que puede afectar al bienestar físico y psicológico del niño, pero que se puede manejar con un diagnóstico precoz y un tratamiento individualizado. Es importante que el niño y su familia reciban información adecuada sobre la enfermedad y sus cuidados, así como el apoyo de un equipo multidisciplinar formado por pediatras, dermatólogos, reumatólogos, psicólogos y enfermeras.

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