Pregorexia: consecuencias y síntomas durante el embarazo

Se supone que el embarazo debe ser un momento muy hermoso para que las futuras madres vivan en paz y lo recuerden con alegría. Pero muy a menudo, además de los posibles dolores, este período se vive mal porque el cuerpo cambia muy rápido y algunas mujeres pueden querer resistirse a ello llegando a desarrollar un trastorno de alimentación conocido como pregorexia del que os ofrecemos ahora todos los detalles sobre sus consecuencias y síntomas durante el embarazo.

Pregorexia: consecuencia y síntomas durante el embarazo

Durante el embarazo, las formas cambian y el peso aumenta semana a semana y en aquellos casos en los que ya de por sí se tenga una obsesión por el peso, puede hacer que esta aumente durante el embarazo y acabar convirtiéndose en pregorexia, una verdadero trastorno alimentario que, si no se trata, puede arruinar un período que debería vivirse como algo hermoso.

Pregorexia en el embarazo: ¿que es?

El término «pregorexia» deriva de la unión de las dos palabras inglesas «embarazo» y «anorexia», y es un trastorno alimentario que afecta a mujeres embarazadas, especialmente en países occidentales y mucho más en Gran Bretaña y Estados Unidos. Consiste en la obsesión de no querer engordar durante el embarazo, arriesgándose así a alimentarse de forma incorrecta y al feto. El 5% de las mujeres que están esperando un bebé la padecen, y está científicamente comprobado que son principalmente las que ya han padecido trastornos alimentarios en el pasado.

Sin embargo, los especialistas aseguran que este malestar, si se detecta a tiempo, no conduce a una forma real de anorexia. Obviamente, el problema debe abordarse y tratarse con la ayuda de un médico y un nutricionista. También porque la obsesión por el peso no es solo una cuestión de dieta y nutrición, sino que sobre todo afecta al ámbito emocional.

Síntomas y consecuencias

Los síntomas más frecuentes en caso de pregorexia en el embarazo son:

• control de peso constante
• control obsesivo-maníaco de las calorías ingeridas en un día
• tendencia a saltarse comidas
• tendencia a realizar una actividad deportiva de forma excesiva y no acorde con el estado de salud.
• poco interés en el feto y el embarazo.

Las consecuencias más comunes son:

• deficiencia de calcio en los huesos
• estrés, ansiedad
• hipertensión
• anemia
• preeclampsia
• diabetes gestacional.
• aborto

Cómo se debe tratar la pregorexia

Una vez que haya identificado el problema, se debe comenzar a resolverlo. Eso sí, es importante que te acompañe un médico y un nutricionista que sean capaces de encontrar la solución que mejor se adapte a tus necesidades. Pero la clave es alimentarse lo más adecuadamente posible. Entonces, ¿cuál es la dieta a seguir?

La respuesta es simple: la mejor dieta es la dieta mediterránea. No debemos privarnos de nada, obviamente siempre calibrando dosis y raciones, prefiriendo vitaminas, grasas magras y proteínas.

Porque la falta de vitaminas, calcio, hierro y grasas esenciales puede provocar el debilitamiento de los huesos y un estado de desgaste general.

Con la ayuda del nutricionista se puede establecer una dieta adecuada para el embarazo sin la necesidad de que la mujer engorde en exceso.

En algunos casos además, puede ser necesario que intervenga un psicólogo o un especialista en trastornos alimenticios para que lleve el caso acompañando en todo momento a la mujer en sus dudas, miedos y ansiedades frente al hecho de coger peso durante el embarazo.