Salud

Otoño y niños: Las pautas básicas para aumentar sus defensas inmunológicas

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Cómo proteger las defensas de los niños en otoño
Blanca Espada

Hoy se produce oficialmente el equinoccio de otoño, por lo que surgen las dudas de cada año en torno a si los niños volverán a resfriarse o el miedo a que cojan un virus. Sin embargo, lo mejor es dejarnos de preguntas o de temores y plantearnos de qué modo podemos reforzar las defensas de nuestros hijos. Por ello, os hablamos ahora del Otoño y los niños y alguna de las pautas básicas para aumentar sus defensas inmunológicas.

Otoño y niños: Las pautas básicas para aumentar sus defensas inmunológicas

Con la llegada del otoño, también comienza el período en el que los niños son más susceptibles a las dolencias estacionales , como las infecciones respiratorias más comunes, gastroenteritis, etc. Los padres a menudo se preguntan si es posible aumentar el sistema inmunológico de sus hijos, para que puedan afrontar mejor la temporada.

La respuesta no es sencilla, porque hay varios factores a considerar, como la edad, el número de infecciones que presenta el niño, la presencia de factores de riesgo de infecciones recurrentes y la presencia de algún déficit inmunológico. Por lo tanto, el consejo, si el niño se enferma con frecuencia, es hablar con el pediatra para evaluar, en función del historial médico y la condición clínica, la necesidad de realizar exámenes en profundidad o evaluar la administración de inmunoestimulantes y posiblemente la vacunación contra la influenza.

Sin embargo, además de la opinión del experto, podemos recurrir a algunas pautas y compuestos que posiblemente nos ayuden por lo que los repasamos a continuación.

Probióticos: ¿funcionan para prevenir las infecciones estacionales?

Los probióticos, es decir, aquellos microorganismos vivos que, tomados en cantidades adecuadas, aportan al organismo que los toma efectos beneficiosos sobre la salud, han sido ensayados como una posible herramienta para la profilaxis y el tratamiento de las infecciones respiratorias en la edad pediátrica . Algunas cepas también han demostrado una buena eficacia en la prevención de algunas formas de infecciones respiratorias como la otitis media aguda y la faringitis. Sin embargo, actualmente no hay evidencia científica suficiente para recomendar el uso rutinario de probióticos en la prevención de infecciones respiratorias recurrentes. En caso entonces de que sean recomendables para tu hijo, será el pediatra de la familia quien proporcione información útil sobre cuándo y cómo administrar probióticos al niño.

Los buenos hábitos alimenticios

Una buena manera de aumentar las defensas inmunológicas de nuestros hijos será procurando una dieta equilibrada, variada y colorida, rica en frutas y verduras de temporada. Esta será sin duda un valioso aliado para criar a un niño sano y lleno de energía. Una dieta correcta y saludable , de hecho, garantiza la administración del requerimiento diario de vitaminas y sales minerales que ayudan a promover las funciones normales del sistema inmunológico y por lo tanto a defender a los niños de las infecciones.

Para los recién nacidos y lactantes siempre se recomienda la lactancia materna , ya que es rica en macro y micronutrientes, además de tener un aporte adecuado de carbohidratos, proteínas y grasas, que contribuyen a un adecuado desarrollo del bebé, también a nivel del sistema inmunológico. .

¿Cuál es la mejor vitamina para los niños en otoño?

La vitamina D , además de ser importante para el crecimiento del niño, tiene efectos positivos sobre el sistema inmunológico. Por este motivo, especialmente en los meses de invierno, cuando se reduce la exposición al sol y por tanto la producción de esta vitamina por parte del organismo, puede resultar útil su administración por vía oral. De este modo, si tu pediatra le receta vitamina D a tu hijo, sigue cuidadosamente sus instrucciones con respecto a la dosis y el momento de administración.

Los buenos hábitos de descanso

Pocas veces lo pensamos o somos conscientes de ello pero lo cierto es que el descanso nocturno y la calidad del sueño también influyen en el sistema inmunológico. De este modo, el bebé debe tener un sueño regular de alrededor de 8 a 10 horas por noche . Esto por un lado, para garantizarle una correcta recuperación y afrontar con energía las actividades del día, que en ocasiones pueden resultar exigentes. Por otro lado, porque una adecuada calidad del sueño también repercute positivamente en el desarrollo del sistema inmunológico.

¿Es útil estar al aire libre y con luz natural en otoño e invierno?

Un mito que hay que disipar es, sin duda, que es mejor mantener a los niños en el interior durante el otoño y el invierno. En realidad, con las debidas precauciones, como vestir adecuadamente a los niños cubriéndose la nariz y la boca con un pañuelo durante las épocas más frías del año y pasar tiempo al aire libre, dedicarse a pasear o jugar con otros niños, es un estímulo positivo para la salud física y mental de los niños. Entonces, incluso en otoño e invierno, especialmente en presencia de días hermosos, es mejor aprovechar y pasar un rato al aire libre con los niños. Además, estar al aire libre expone menos al contacto con posibles agentes infecciosos que en lugares cerrados.

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