Cuentos infantiles de naturaleza para los pequeños de la casa

La lectura no sólo es un hábito que se les debe inculcar desde pequeños para que adquieran un hobby enriquecedor, sino que también es muy útil para que puedan aprender de manera rápida y divertida, a través de un sinfín de historias. En concreto, les ayuda tanto a ampliar su vocabulario como también a desarrollar su imaginación e incluso a adquirir valores. Muchas son las lecturas que además los niños pueden aprovechar para hacer en verano, pero sin duda una de las mejores es la que tiene que ver con la naturaleza. Descubramos a continuación algunos de los mejores cuentos infantiles de naturaleza para los pequeños de la casa, con libros y una historia que seguro les va a encantar.

Cuentos infantiles de naturaleza

Si estás pensando en comprar libros infantiles a tus hijos para que puedan comenzar a adquirir conciencia sobre la necesidad de proteger el entorno, debes sabes que tienes multitud de publicaciones a tu alcance. No obstante, algunas de las más útiles y que resultarán más entretenidas a los pequeños de la casa son estas:

Yo me pregunto…la naturaleza

Libro recomendado para niños entre 5 y 8 años en el que en forma de cuento se explica cómo es la naturaleza. Un libro que pertenece a la colección “Mentes curiosas” y en el que a través de preguntas, se dan respuestas a todas las dudas de los más pequeños. En este caso se explica por ejemplo cómo son los animales, cómo se alimenta a los insectos o cómo crecen las plantas. Un libro que es además interactivo para que los niños se diviertan mientras lo leemos juntos.

Cuentos para salvar el planeta

Cuentos para salvar el planeta del autor Paolo Ferri. Indicado para niños de 5 a 12 años que narra a través de 12 cuentos cómo es el planeta, cómo cuidar de la naturaleza y la importancia de cuidar esta para en definitiva, cuidar del planeta.

Había una vez una semilla

Libro infantil de Judith Anderson en el que los niños a partir de 5 años pueden aprender cómo crecen las plantas. El libro es un bonito cuento que narra la historia de una nieta y su abuelo cuidando de su jardín y aprovechando para explicar cómo se entierran las semillas y de estas crecen plantas. Incluye además actividades. Recomendado también para utilizar en las escuelas.

Mi enciclopedia de la Naturaleza

Marie Brossoni es la persona que ha llevado a cabo la creación de este didáctico y ameno trabajo, que, mediante imágenes fundamentalmente y pequeños textos, consigue que los niños de 9 años en adelante empiecen a amar el entorno natural que les rodea.

¿Cómo logra ese objetivo? Dándoles a conocer conceptos básicos tales como la flora, la fauna, los tipos de paisaje, los productos que nos da el medio ambiente para que nos alimentamos como las frutas y las verduras…

La Editorial SM es la que ha publicado este interesante libro en pro de la educación ambiental, que hará que desde tempranas edades los hijos puedan aprender porqué hay que proteger la naturaleza y de qué manera se debe hacer.

Mi primera guía sobre el cambio climático

Uno de los términos que, a diario, se oyen en los medios de comunicación es el de cambio climático, ya que se considera que es el responsable de multitud de situaciones que se están viviendo en todo el mundo como el aumento exagerado de las temperaturas, la disminución de las lluvias o el crecimiento de la contaminación.

El ser humano es responsable máximo de ese citado cambio, que requiere que el mismo tome medidas para reducir y frenar todas las consecuencias adversas que están teniendo lugar. Y a eso deben contribuir tanto los mayores como los niños, de ahí la existencia de libros como el que ahora te presentamos.

“Mi primera guía sobre el cambio climático” es obra del reconocido autor José Luis Gallego y con la misma sus lectores, a través de ejemplos del día a día, aprenden qué acciones pueden realizar para cuidar el medioambiente. En concreto, adquieren pautas relativas al reciclaje o a cómo contaminar menos.

En concreto, está dirigido a niños a partir de los diez años y tiene un precio de entre 10 a 12 euros.

¿Por qué debo ahorrar agua?

Si interesantes, divertidos y útiles son los libros anteriormente citados, no lo es menos este que ahora queremos darte a conocer.

Los escritores Green Jen y Mike Gordon son los que han llevado a cabo la realización de esta obra, con la que cualquier niño aprenderá a reducir el gasto de agua que acomete a diario. Y es que es fundamental que no la derrochemos, pues es fundamental para la vida y puede atravesar dificultades como periodos de severas sequías.

Unos niños son los protagonistas de la historia que se narra y que sirve para que los lectores aprendan a consumir menos agua cuando se duchan, cuando riegan el jardín, cuando se lavan los dientes o cuando se limpian las manos después de jugar.

Anaya es la editorial que ha lanzado al mercado este trabajo, compuesto de 32 páginas, que cuenta también con propuestas de actividades y juegos para poner en práctica las enseñanzas aprendidas. Todo eso sin pasar por alto que incluye contenido para padres y profesores, para que también ayuden a reducir el gasto de agua que se realiza.

Cuento sobre la naturaleza para niños

Para acabar, y al margen de los libros recomendados, queremos ofreceros también una historia que seguro gustará a los niños. Se la podéis explicar antes de acostarles o también mientras cuidáis del jardín o si estáis de excursión por la naturaleza:

Érase una vez un niño que le hablaba a la tierra.
Todo lo que tenía que hacer era agacharse y escucharla para oírla hablar. El niño y la tierra jugaban juntos en las tardes de todos los días del año.
«Tierra, tierra, ¿cómo jugamos hoy?»
“Cávame bien, deposita un tesoro y cúbrelo de nuevo. Lo encontrarás de nuevo mañana». Y así el niño escondió la moneda que su madre le había dado, para encontrarla al día siguiente.

«Tierra, tierra, ¿qué hacemos hoy?»
“Prepara los montículos para que el tren de madera se deslice. O fíjate bien en las hormigas y descubra adónde van. Seguro que no te aburrirás».

Pasaron los años, el niño creció, se fue a estudiar y volvió. Quiso agacharse para poner la oreja en el suelo. «Cuánto tiempo», dijo la tierra. ¿Volverás a jugar al tesoro enterrado conmigo? ¿O tal vez prefieres los montículos? Ya sabes, hoy, las hormigas van a salir a caminar…»

«Pero ya soy grande», respondió el niño. “Hace muchos años que no juego. Necesito un trabajo para ganar dinero que me permita vivir…»

«No te preocupes», dijo la tierra. «Yo me ocuparé de ti. Solo necesito unas pocas semillas. Búscalas, desentiérrame y mételas dentro. Tendrás fruta para vender». El joven corrió al mercado del agricultor, compró las semillas e hizo lo que la tierra le había mandado hacer. Después de un tiempo pudo vender la fruta y ganó mucho dinero. El dinero, sin embargo, echó a perder su alma y abrió una fábrica de plástico. Así la tierra y las aguas se contaminaron y los objetos que compró para él y su familia ensuciaban el medio ambiente.

“Quiero regalarle a mi esposa un hermoso ramo de flores” pensó un día. Iré a recogerlas yo mismo al jardín.
Caminó durante mucho tiempo, mirando a su alrededor, pero fue inútil. En el enorme jardín sólo crecían botellas de plástico. Luego se arrodilló y una vez más pegó la oreja al suelo.
«Tierra, tierra, dame unas flores para mi esposa».
«No puedo», respondió la tierra. “Me hiciste comer mucha inmundicia e hiciste que el agua oliera mal y fuera más negra que el aceite. ¿Cómo podrían crecer las flores?.

Solo entonces el joven se dio cuenta de que se había portado mal. Pidió disculpas a la tierra, cerró la fábrica de plástico y plantó muchas flores. Tantos que, si cierras los ojos y hueles, todavía puedes olerlas.