El consejo de una pediatra que puede salvar vidas: lo que debes saber sobre la muerte súbita del lactante
Lucía Mi Pediatra da las claves para evitar la muerte súbita del lactante
Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante y cuál es su causa
Descubierta una posible causa de la muerte súbita del lactante


A pesar de los avances médicos y la mayor concienciación de las familias, el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL) sigue siendo una de las principales causas de fallecimiento en bebés menores de un año. Su aparición es inesperada, en bebés sanos, generalmente durante el sueño, y aunque no tiene una causa única ni completamente conocida, sí existen una serie de factores de riesgo que se pueden prevenir.
Desde los años 90, cuando se cambió la recomendación de colocar a los bebés a dormir boca abajo por la de ponerlos boca arriba, la incidencia de este síndrome se redujo un 50 % a nivel mundial. Aun así, muchas familias siguen teniendo dudas legítimas: ¿se puede dormir de lado? ¿Qué pasa si vomita dormido? ¿Y si se ahoga? La pediatra Lucía Galán, conocida como Lucía, mi pediatra, ha explicado con claridad y rigor qué debemos tener en cuenta para minimizar riesgos y proteger a los más pequeños en sus primeros meses de vida.
Lo que debes saber sobre la muerte súbita del lactante
Una de las recomendaciones más insistentes en la prevención del SMSL es colocar al bebé siempre a dormir boca arriba, tanto para la siesta como por la noche. Pero aún hoy, muchas familias preguntan: “¿No lo puedo poner de ladito?”. La respuesta de Lucía Galán es rotunda: «Ni boca abajo ni de lado».
Esta indicación no es algo baladí. Como explica la pediatra, se basa en las recomendaciones oficiales internacionales y en la evidencia recogida durante décadas. Dormir de lado puede parecer una opción intermedia, pero también entraña riesgos.»Si ponemos a un bebé recién nacido de lado y este tiene un vómito violento, a veces la propia fuerza del vómito puede hacer que el niño se dé la vuelta», explica en un vídeo que ha publicado en su cuenta de Instagram. El problema está en con tan solo días o pocas semanas de vida, el bebé no tiene la fuerza suficiente para recolocarse, y eso puede provocar un problema respiratorio grave.
Lucía Galán también recuerda en redes que no hay que confundir el entorno hospitalario (donde los bebés están monitorizados y bajo supervisión constante) con el hogar, donde no hay ese control. Por eso, en casa, la indicación es clara y universal: durante los primeros seis meses de vida, los bebés deben dormir boca arriba.
¿Y si vomita dormido?
Otro temor común entre madres y padres es el de que el bebé pueda vomitar mientras duerme boca arriba y que exista el riesgo de que se ahogue con su propio vómito. Lucía responde con total seguridad: «No. La respuesta es no».
La explicación está en un mecanismo natural de protección con el que nacemos. «Afortunadamente tenemos un reflejo que, en el momento en el que el bebé regurgita o vomita un poco, automáticamente gira la cabeza para uno de los lados», explica. Este reflejo es clave para evitar que se atragante, y funciona incluso cuando el bebé está dormido.
Gracias a este mecanismo, dormir boca arriba no aumenta el riesgo de asfixia, como a veces se teme, sino todo lo contrario: reduce significativamente el riesgo de muerte súbita. Es una de las razones por las que las campañas de concienciación han hecho tanto hincapié en esta postura para evitar el síndrome que en España afecta a 0,15 bebés por cada 1.000 nacidos vivos.
Además, Lucía insiste en que el entorno de descanso del bebé también debe ser seguro: colchón firme, sin cojines, sin peluches, sin mantas sueltas, y sin objetos que puedan dificultar la respiración. Todo suma a la hora de prevenir.
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Cabeza ladeada y prevención de la plagiocefalia
Un efecto secundario que sí puede aparecer al dormir siempre boca arriba es la plagiocefalia postural (el aplanamiento de una parte del cráneo del bebé por permanecer en una misma postura mucho tiempo). Para prevenirlo, Lucía Galán da un consejo sencillo pero muy útil: «La cabeza sí la podemos ladear cada día a un lado para evitar la plagiocefalia».
Esto significa que, aunque el bebé esté boca arriba, podemos alternar la inclinación de la cabeza hacia un lado u otro. De este modo vamos a lograr que se distribuya mejor el peso y se reduce la presión constante sobre la misma zona del cráneo. No es necesario utilizar cojines especiales ni dispositivos de sujeción, simplemente observar y variar la posición de la cabeza cuando se coloca al bebé en la cuna.
Este tipo de recomendaciones sencillas, claras y basadas en evidencia son las que Lucía Mi Pediatra difunde en sus redes sociales. Y como ella misma dice: “»Seguimos aprendiendo», ya que nunca es tarde para incorporar hábitos seguros que pueden marcar la diferencia y más cuando se trata de un síndrome que muchos padres temen tras salir del hospital y comenzar a convivir con el bebé en casa.