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Así es como el afecto de los padres moldea la felicidad de los niños según la ciencia

Las investigaciones de la última década destacan el vínculo entre el afecto en la infancia y la salud y la felicidad en el futuro.

Los niños holandeses son los más felices del mundo

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Como el afecto de los padres influye en el futuro de los hijos.
Blanca Espada

Vivimos en una sociedad agitada y estresante, llena de preocupaciones y responsabilidades. Como padres, nos enfrentamos a una multitud de desafíos en nuestro día a día. Sin embargo, entre todas estas demandas, es fundamental recordar la importancia de brindar amor y afecto a nuestros hijos. Algo natural que además los niños esperan y que nosotros como padres, entregamos sin más. Sin embargo, para reafirmarnos en esta creencia existen numerosas investigaciones que han demostrado que el afecto en la infancia está estrechamente relacionado con la salud y la felicidad futura de los niños.

De acuerdo con Child Trends, una destacada organización de investigación sin fines de lucro en los Estados Unidos, el vínculo entre el afecto parental y los resultados positivos a lo largo de la vida de los niños está respaldado por la ciencia. El cariño y la calidez expresados por los padres hacia sus hijos han demostrado contribuir a una mayor autoestima, un mejor rendimiento académico, una comunicación más efectiva entre padres e hijos, así como a una reducción de problemas psicológicos y de conducta. Por el contrario, los niños que carecen de afecto tienden a presentar una autoestima más baja y a experimentar sentimientos de alienación, hostilidad, agresividad y comportamiento antisocial.

Como el afecto de los padres moldea la felicidad de los niños

Investigaciones realizadas por la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke en 2010 revelaron que los bebés cuyas madres mostraban altos niveles de afecto y atención tendían a convertirse en adultos más felices, resilientes y menos ansiosos. Este estudio siguió a 500 personas desde su infancia hasta los 30 años, observando las interacciones maternas con los bebés y evaluando su desarrollo emocional.

Los resultados mostraron que los adultos cuyas madres habían demostrado altos niveles de afecto tenían menos probabilidades de experimentar estrés y ansiedad, así como de manifestar hostilidad y síntomas psicosomáticos. Los investigadores sugirieron que la hormona oxitocina podría ser responsable de estos efectos, ya que se libera durante momentos de amor y conexión, fortaleciendo el vínculo entre padres e hijos y generando emociones positivas en los niños.

Un estudio posterior realizado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en 2013 reveló que el amor y el afecto incondicionales de los padres pueden tener un impacto transformador en el bienestar emocional de los niños, reduciendo significativamente los niveles de ansiedad y contribuyendo a su felicidad general. Este efecto se atribuye a cambios en la estructura cerebral provocados por el afecto parental. Por otro lado, se ha documentado que la falta de afecto y el maltrato infantil pueden tener consecuencias devastadoras tanto en el aspecto mental como físico de los niños, pudiendo derivar en una amplia gama de problemas de salud y emocionales a lo largo de su vida. Intrigantemente, se considera que el afecto parental puede actuar como un escudo protector contra los efectos perjudiciales del estrés infantil.

Por su parte, un estudio realizado por la Universidad de Notre Dame en 2015 encontró que los niños que recibían afecto por parte de sus padres tenían menos probabilidades de experimentar depresión y ansiedad en la adultez. Estos hallazgos respaldan la importancia del afecto parental en el bienestar emocional a largo plazo.

Efectos del contacto piel con piel y el masaje en los niños

El contacto piel con piel entre padres e hijos ha demostrado ser beneficioso para el desarrollo emocional y físico de los niños. Esta interacción especial ayuda a calmar a los bebés, reducir el llanto y promover un sueño más reparador, además de estimular el desarrollo cerebral. Por otro lado, diversos estudios han destacado los efectos positivos del masaje en la reducción de la ansiedad en los niños, así como en el fortalecimiento del vínculo emocional entre padres e hijos.

Recomendaciones para fomentar el afecto parental

Es fundamental que los padres encuentren momentos para expresar afecto hacia sus hijos a lo largo del día. Desde el nacimiento, sostener, acariciar y mecer al bebé son prácticas que contribuyen al desarrollo emocional del niño. A medida que crecen, actividades lúdicas como bailar juntos o crear juegos que involucren abrazos pueden fortalecer el vínculo afectivo entre padres e hijos.

Asimismo, establecer rutinas diarias que incluyan momentos para abrazar a los niños puede ser beneficioso. Utilizar el afecto como parte del proceso disciplinario, mostrando amor incluso al corregir comportamientos inadecuados, puede reforzar la conexión emocional entre padres e hijos.

Es importante tener en cuenta que cada niño tiene un nivel individual de comodidad con el contacto físico, por lo que es crucial respetar sus preferencias y límites en cada etapa de su desarrollo.

En resumen, el afecto parental desempeña un papel fundamental en el desarrollo emocional y físico de los niños. La expresión constante de amor y cariño por parte de los padres contribuye significativamente a la salud emocional y al bienestar general de los hijos a lo largo de sus vidas.

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